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Imparcialidad e Independencia Judicial son claves para la Integridad: Ministra Piña Hernández

La Ministra Norma Lucía Piña Hernández destaca la importancia de la ética, independencia e imparcialidad judicial en el fortalecimiento del Poder Judicial

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 La Ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación presentó un mensaje de bienvenida a los asistentes de la segunda edición de los Diálogos sobre Ética Judicial, en el marco del Tercer Congreso de Filosofía del Derecho para el Mundo Latino en Querétaro. Su discurso se enfocó en la importancia de la independencia y la imparcialidad en el sistema judicial, en el contexto de las exigencias cada vez mayores de la ciudadanía frente a las instituciones públicas. 

La Ministra subrayó la necesidad de un Poder Judicial cercano, transparente y plural, y enfatizó la importancia de un sistema judicial que garantice los derechos humanos. En particular, Piña Hernández destacó la importancia de un Poder Judicial íntegro frente a los problemas estructurales que aquejan a la sociedad, como la violencia y la desigualdad económica y social.

Además, señaló la relevancia de que la ciudadanía no solo perciba, sino que experimente un Poder Judicial íntegro. Para lograr esto, Piña Hernández abogó por partir de la comprensión de la complejidad del ejercicio de la profesión judicial. De este modo, la tarea de juzgar va más allá de la aplicación de conocimientos instrumentales y debe regirse por principios de justificación dentro de un Estado democrático y constitucional de derecho.

 

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Haciendo eco de las palabras del filósofo argentino Garzón Valdés, la Ministra apuntó que la independencia y la imparcialidad judicial forman parte de "el coto vedado", erigiéndose como garantías indisponibles para la protección de los derechos humanos. Además, citó al profesor Josep Aguiló, señalando que estos dos principios son características básicas y definitorias de la posición del juez.

Hacia el final de su discurso, la Ministra recalcó que el buen juez, no solo aplica el derecho vigente sin incurrir en faltas disciplinables, sino que también es capaz de ir más allá del cumplimiento de las normas, mediante la interiorización y el acatamiento de las virtudes judiciales. En este sentido, Piña Hernández remarcó que un juez que actúa de forma independiente e imparcial legitima su función jurisdiccional ante sus pares y, sobre todo, ante la sociedad.

Al respecto agregó: "El juez que se sabe y actúa de forma independiente e imparcial honra y legitima su investidura y la función jurisdiccional ante sus pares, y fundamentalmente, ante la sociedad a la que servimos."

Para finalizar, la Ministra presidenta Piña Hernández concluyó resaltando que la ética fortalece y refuerza virtudes cívicas como la independencia y la imparcialidad y promueve una cultura de excelencia que debe ser la máxima aspiración de quienes integran la Judicatura Federal.