Casi todos los países del mundo han registrado un incremento en el número de mujeres que se incorporan a la vida política; sin embargo, es necesario actuar con urgencia para acelerar el progreso hacia la plena participación de las mujeres en la vida pública y política, aseguró Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"El patriarcado debe ser cosa del pasado. Nuestro futuro depende de que las mujeres y las niñas estén en la mesa en todas partes cuando se toman decisiones", ha apuntado Türk.
De acuerdo con el alto funcionario de la ONU, el año pasado cuando, por primera vez en la historia, las mujeres estuvieron representadas en todos los parlamentos en funcionamiento del mundo; sin embargo, todavía hoy, sólo uno de cada cuatro parlamentarios es mujer, por lo que es necesario cambiar el ritmo o de lo contario las mujeres tardarían 155 años en cerrar la brecha de género.
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“La paridad no puede esperar. La participación equitativa y significativa de las mujeres en la práctica no sólo tiene que ver con el derecho de las mujeres a ser escuchadas, sino con la capacidad de nuestras sociedades para abordar las crisis más acuciantes a las que se enfrenta nuestro mundo actual".
En este sentido, Türk insta a los Estados, a los parlamentarios, a los medios de comunicación, a la sociedad civil, al sector privado y a cada uno de nosotros a adoptar las siguientes medidas:
- Abordar las causas profundas de la discriminación de género mediante campañas de educación y sensibilización, entre otras acciones
- Reconocer y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado que recae desproporcionadamente en las mujeres
- Considerar cuotas, escaños reservados y formación para aumentar la representación de las mujeres en las instituciones, así como en el sector privado
- Lograr la paridad de género en los órganos de tratados de derechos humanos de la ONU
- Establecer códigos de conducta y mecanismos de denuncia frente al acoso y la violencia contra las mujeres en la política, también en internet
- Dar mayor visibilidad a líderes políticas y modelos a seguir
Desde la ONU proponen frente a esta situación abordar las causas profundas de la discriminación por motivos de género; valorar, reconocer y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado que "recae desproporcionadamente sobre las mujeres"; considerar cuotas, escaños reservados y oportunidades de capacitación para aumentar la representación de las mujeres en los órganos legislativos; establecer códigos de conducta y mecanismos de denuncia con miras a una tolerancia cero para el acoso y la violencia contra las mujeres en la política, incluso en línea; o promover mujeres modelos a seguir y dar mayor visibilidad a sus aportes.
El caso de México
En México, si bien la participación política de las mujeres ha crecido y se ha fortalecido en los últimos años, aún existen importantes retos.
Entre los avance se encuentran reformas legales, por ejemplo en diciembre de 2020, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) acordó que los partidos políticos estaban obligados a postular a siete mujeres a gubernaturas en las elecciones en las que se disputarán 15 gubernaturas. El tribunal también vinculó al Congreso de la Unión y a los congresos locales a regular la paridad en gubernaturas para el proceso electoral de 2024.
En 2014 se elevó a rango constitucional el principio de paridad en candidaturas de legisladores federales y locales.
En medio de este panorama, en el Poder Legislativo es donde se ha incrementado más la participación de las mujeres; actualmente representan el 48% en la Cámara de Diputadas y Diputados y el 49% en el Senado, con lo cual, nuestro país está entre los cinco países en el mundo con más mujeres en el parlamento.
Sin embargo, persisten numerosos obstáculos para que la participación de las mujeres en el ámbito político sea plena y en condiciones de igualdad. Entre éstos, se encuentra la falta de corresponsabilidad en las labores no remuneradas, limitaciones o discriminación de género en el ámbito profesional y educativo, techos de cristal en los partidos políticos que impiden el acceso de las mujeres a las posiciones de poder, reproducción de estereotipos de género o violencia política contra las mujeres en razón de género.
De acuerdo con ONU Mujeres, desde el año 2000 el porcentaje de parlamentarias elegidas a nivel local en América Latina incrementó de un 13.23% a 30.7%, pero el camino en la paridad política aún es largo. Actualmente en nuestro país, de las 32 entidades que hay, solo ocho son gobernadas por mujeres: Baja California, Chihuahua, Colima, Guerrero, Aguascalientes, Tlaxcala, Campeche, Ciudad de México y próximamente el Estado de México.