La Segunda Encuesta Nacional de Opinión sobre el Derecho a Morir con Dignidad, a cargo de la asociación civil Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD, México), reveló que el 73% de los encuestados están a favor de cambiar las leyes para permitir que las personas enfermas puedan recibir ayuda para terminar con su vida si así lo deciden.
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La Segunda Encuesta Nacional de Opinión sobre el Derecho a Morir con Dignidad se realizó en 2022. Una primera encuesta sobre la misma temática se realizó en 2016, los resultados del último estudio fueron presentados en una conferencia de prensa.
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Para realizar la encuesta se hicieron 4 mil cuestionarios, los encuestados habitan en zonas rurales y urbanas en Occidente, Centro, Ciudad de México y Sur-Sureste.
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Legislación de voluntad anticipada en el país
Héctor Nebot García, asesor jurídico de la asociación civil Por el Derecho a Morir con Dignidad compartió en entrevista para La Silla Rota que de manera legal la voluntad anticipada se sustenta en la Ley General de Salud.
En la máxima ley de Salud se establece que “toda persona mayor de edad, en pleno uso de sus facultades mentales, puede, en cualquier momento e independientemente de su estado de salud, expresar su voluntad por escrito ante dos testigos, de recibir o no cualquier tratamiento, en caso de que llegase a padecer una enfermedad y estar en situación terminal y no le sea posible manifestar dicha voluntad”.
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“La suspensión voluntaria del tratamiento curativo supone la cancelación de todo medicamento que busque contrarrestar la enfermedad terminal del paciente y el inicio de tratamientos enfocados de manera exclusiva a la disminución del dolor o malestar del paciente”, se establece en la Ley General de Salud.
La capital del país fue desde el 2008 la primera entidad en aprobar una Ley de Voluntad Anticipada, hasta la fecha se han sumado 18 estados de la República a tener su Ley local.
Resultados de la encuesta
De acuerdo con la información que arrojaron las entrevistas de 2022 un 42% de las personas entrevistadas casi nunca piensan en la muerte, mientras que un 38% de las personas encuestadas piensan en la muerte pocas veces (una vez al mes) y otro 7% lo hace una vez a la semana.
Al preguntar a los encuestados la decisión sobre la forma personal de morir, “el 68% de las personas entrevistadas afirmaron que, en caso de que ellas se encontraran en fase terminal de su enfermedad, les gustaría tener la posibilidad de pedir ayuda a su médico para adelantar su muerte”.
Otros datos reveladores apuntan a que el 55% opinó que elegiría que el médico le aplicará directamente una dosis letal de medicamentos; mientras que el 39% preferiría tomarlos por sí mismo(a).
Al preguntar sobre los cuidados paliativos, como una práctica para evitar el sufrimiento de los pacientes, el 79% está de acuerdo con que se apliquen fármacos fuertes para calmar dolores físicos insoportables. Y, el 78% de las personas están de acuerdo en que se utilice algún tratamiento médico a base de sustancias como morfina, marihuana o cannabis (CBD) para mitigar el dolor.
Diferencia entre voluntad anticipada y eutanasia
Es importante señalar la diferencia entre voluntad anticipada y la eutanasia, la primera promueve los cuidados paliativos y busca la mayor comodidad posible para el paciente y se respeta que la muerte llegue de manera natural según el curso de la enfermedad.
Etimológicamente la palabra eutanasia viene de los vocablos griegos eu = bueno y thanatos = muerte, por lo que literalmente significa buena muerte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS),define a la eutanasia como una “acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”, en México este procedimiento no está regulado al igual que el suicidio medicamente asistido y de acuerdo con Ley General de Salud en su artículo 166 Bis 21 se estipula la norma: “queda prohibida, la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal, bajo el amparo de esta ley”.
VGB