Aunque los centros de procesamiento de migrantes en la frontera sur de los Estados Unidos han visto una disminución en su ocupación, aún se encuentran sobrepasados en su capacidad tras la eliminación del Título 42, una normativa de salud que permitía la expulsión rápida de migrantes debido a la pandemia de covid-19.
Blas Núñez-Neto, Subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, informó en una conferencia de prensa que, a pesar de la eliminación de la normativa, miles de personas siguen alojadas en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Núñez-Neto confirmó que el flujo de migrantes en la frontera con México ha disminuido en un 50% desde la eliminación del Título 42, pero advirtió que la situación es "dinámica" y que los contrabandistas de personas probablemente aprovecharán los cambios en la política migratoria.
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El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, atribuyó la disminución del tráfico de migrantes a la ampliación de la capacidad de procesamiento, un esfuerzo financiado por la administración del demócrata Joe Biden. Núñez-Neto reveló que ha habido alrededor de 5,000 detenciones en los últimos tres días. De estos, miles han sido enviados de regreso a sus países de origen, mientras que otros cientos, originarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, han sido devueltos a México bajo el Título 8.
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El sistema migratorio ha sido criticado tanto por defensores de los migrantes como por grupos antiinmigración, quienes presentaron una serie de demandas que, según las autoridades migratorias, evidencian lo "profundamente defectuoso" que está el sistema.
Núñez-Neto instó al Congreso de los Estados Unidos a aprobar reformas en la política migratoria para prevenir las crisis migratorias que ha experimentado el país en los últimos años. Con el fin del estado de emergencia sanitaria la pasada medianoche del viernes, Estados Unidos dejó de aplicar el Título 42, que permitía la expulsión rápida de migrantes sin posibilidad de solicitar asilo debido a la pandemia. En su lugar, se establecieron otras restricciones en la frontera y se iniciaron deportaciones bajo otra normativa conocida como Título 8.
Las autoridades han advertido que, de ahora en adelante, cualquier persona que cruce la frontera sin un estatus migratorio regular no será elegible para asilo. Serán expulsados rápidamente del país y podrían ser prohibidos de entrar a los Estados Unidos por hasta cinco años.
Aunque es demasiado pronto para hacer una evaluación definitiva, la reducción en el número de cruces de migrantes desmiente las predicciones de muchos políticos republicanos de un aumento masivo en la frontera tras el fin del Título 42.
Con información de EFE.
DJC