MIGRACIÓN

México ante su envejecimiento y aceptar la migración

México, como nación de más de 120 millones de personas, de acuerdo con el último censo realizado por el INEGI, está envejeciendo y, debido a esta situación la sostenibilidad del crecimiento económico puede verse comprometida de cara al año 2050

Créditos: LaSillaRota
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México, como nación de más de 120 millones de personas, de acuerdo con el último censo realizado por el INEGI, está envejeciendo y, debido a esta situación la sostenibilidad del crecimiento económico puede verse comprometida de cara al año 2050. Esta situación no es exclusiva del país, es una tendencia global que, además, propone a la migración como la mejor solución para países y personas que buscan una mejor vida de acuerdo con el informe del Banco Mundial titulado “Informe sobre el desarrollo mundial 2023: Migrantes, refugiados y sociedades”.

Este informe ofrece un análisis exhaustivo de la migración internacional y su potencial para impulsar el crecimiento y la prosperidad compartida en todos los países. El estudio se centra en las personas que no tienen ciudadanía en el país en el que residen, aproximadamente 184 millones de personas en todo el mundo, incluidos 37 millones de refugiados. Cerca del 43% de estos migrantes vive en países de ingresos bajos y medianos.

El enfoque de este informe difiere de otros estudios que definen a los migrantes como "nacidos en el extranjero", ya que las personas naturalizadas tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. Además, el informe destaca que los rápidos cambios demográficos hacen que la migración sea cada vez más necesaria para los países de todos los niveles de ingreso, ya que las poblaciones de los países de ingresos altos y medianos están envejeciendo rápidamente.

El informe presenta un marco sólido para guiar la formulación de políticas, basándose en la correspondencia entre las habilidades y atributos relacionados de los migrantes y las necesidades de los países de destino, así como en los motivos de su desplazamiento. La correspondencia determina en qué medida los migrantes, los países de origen y los países de destino se benefician de la migración. Además, el motivo puede generar obligaciones de derecho internacional para el país de destino, como en el caso de los refugiados, que tienen derecho a recibir protección internacional.

Este marco de correspondencia y motivo permite a los responsables de políticas responder adecuadamente a las necesidades de los migrantes, sus países de origen y destino. Entre las conclusiones del informe, se identifican políticas clave para diferentes situaciones de migrantes y refugiados, con el objetivo de maximizar los beneficios para todos.

El informe también destaca la necesidad de que los países de origen gestionen activamente la migración para contribuir al desarrollo, haciendo de la migración laboral una parte explícita de sus estrategias de desarrollo y protegiendo a sus ciudadanos en el extranjero. Los países de destino, por su parte, deben utilizar la migración con alto nivel de correspondencia para satisfacer sus necesidades laborales y abordar los impactos sociales que generan preocupaciones en sus ciudadanos, además de reducir los desplazamientos desfavorables y de alto riesgo de manera humana.

La cooperación internacional es esencial para convertir la migración en una fuerza que contribuya al desarrollo. La cooperación bilateral puede reforzar la correspondencia entre los migrantes y las necesidades de los países de destino, mientras que se requieren esfuerzos multilaterales para distribuir los costos de recibir refugiados y abordar los casos de migración desfavorable.  El informe asevera que es crucial escuchar a las voces subrepresentadas en el debate sobre la migración, incluyendo a los países en desarrollo, el sector privado, otras partes interesadas y los propios migrantes y refugiados.

La migración como fenómeno

Actualmente, los movimientos migratorios internacionales presentan una gran diversidad, sin un perfil típico de migrante, país de origen o destino. Las categorías de migrantes, de acuerdo al informe del Banco Mundial, se determinan por motivos de traslado, habilidades, características demográficas, estatus legal y circunstancias personales. Existen países de origen y destino en todos los niveles de ingreso, y algunos, como México, Nigeria y el Reino Unido, cumplen ambos roles.

Según el informe, hay aproximadamente 184 millones de migrantes en el mundo (cerca del 2.3% de la población global), de los cuales 37 millones son refugiados. Alrededor del 40% (64 millones de migrantes económicos y 10 millones de refugiados) reside en países de ingresos altos pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Estos migrantes incluyen trabajadores alta y escasamente calificados, sus familias, personas que buscan residir permanentemente, migrantes temporales, estudiantes, indocumentados y solicitantes de protección internacional. Entre ellos, 11 millones son ciudadanos de la Unión Europea viviendo en otros países de la región con amplios derechos de residencia.

Aproximadamente el 17% (31 millones de migrantes económicos) vive en países del Consejo de Cooperación del Golfo. La mayoría son trabajadores temporales con visas de trabajo renovables, representando, en promedio, cerca de la mitad de la población de los países de la región. Además, alrededor del 43% (52 millones de migrantes económicos y 27 millones de refugiados) habita en países de ingresos bajos y medios, principalmente desplazados por empleo, reunificación familiar o búsqueda de protección internacional.

La proporción de migrantes en relación con la población mundial ha permanecido relativamente estable desde 1960. No obstante, los datos en el informe mencionan que esta aparente estabilidad es engañosa, debido al crecimiento demográfico desigual a nivel global. La migración mundial ha aumentado a un ritmo más de tres veces mayor que el crecimiento demográfico en países de ingresos altos y solo la mitad de rápido en países de ingresos bajos.

Una de las primera conclusiones a las que llega el informe es que existe una dinámica migratoria compleja y diversa exige una comprensión más profunda y enfoques ajustados a las características de los migrantes y los países involucrados. Los gobiernos y organizaciones internacionales deben trabajar juntos para abordar los desafíos y oportunidades que presenta la migración, garantizando al mismo tiempo el respeto a los derechos humanos y el desarrollo sostenible de las naciones.

El envejecimiento de México

Para el informe, en específico para nuestro país, el envejecimiento de la población en México es un fenómeno que se ha estado manifestando en las últimas décadas debido a la transición demográfica. La transición demográfica es un proceso que refleja la evolución de las tasas de natalidad y mortalidad, lo que resulta en cambios en la estructura etaria de la población. En el caso de México, esto se debe principalmente a la disminución en las tasas de fecundidad y al aumento en la esperanza de vida.

Una de las principales problemáticas que enfrentará México en 2050 es la presión sobre el sistema de seguridad social debido al incremento en la proporción de personas mayores en la población. Esto generará una mayor demanda de servicios de salud, pensiones y otros beneficios de seguridad social, lo que a su vez pondrá presión sobre los sistemas de seguridad social, que podrían enfrentar dificultades para cubrir las necesidades de esta población en aumento.

 

Además, el envejecimiento de la población puede generar cambios en el mercado laboral, como una disminución en la fuerza laboral disponible. Esto podría resultar en una mayor competencia por los trabajadores jóvenes y talentosos, así como en una disminución en la productividad y en el crecimiento económico a largo plazo. También es probable que aumenten los costos de atención médica debido a la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y condiciones relacionadas con la edad, lo que podría generar una carga económica adicional para el país y sus sistemas de salud.

El envejecimiento de la población también puede tener un impacto en las estructuras familiares tradicionales, ya que las personas mayores podrían necesitar cuidados y apoyo de sus familiares más jóvenes. Esto puede generar una tensión en las relaciones familiares y afectar la calidad de vida de todas las generaciones involucradas.

Por último, el envejecimiento de la población requerirá cambios en la planificación urbana y en las políticas de vivienda para garantizar un entorno accesible y seguro para las personas mayores. Esto puede incluir la construcción de viviendas adaptadas para personas mayores, así como el desarrollo de infraestructuras y servicios públicos adecuados para esta población.

La migración podría ser una posible solución a algunos de estos desafíos. Según el Banco Mundial, la migración puede contribuir al crecimiento económico y al desarrollo de los países de destino, aliviando la escasez de mano de obra y promoviendo la innovación. Además, los migrantes pueden contribuir al sistema de seguridad social y al sistema de atención médica mediante el pago de impuestos y la participación en el mercado laboral.

En el caso de México, la migración podría ayudar a equilibrar la estructura etaria de la población, al atraer a jóvenes trabajadores extranjeros que puedan contribuir al crecimiento económico y al sostenimiento del sistema de seguridad social. Además, la integración de migrantes en el mercado laboral puede ayudar a aumentar la productividad y a generar nuevas oportunidades de empleo para los ciudadanos locales.

Para aprovechar los beneficios potenciales de la migración, México deberá implementar políticas y estrategias que faciliten la integración de los migrantes en la sociedad y el mercado laboral. Esto puede incluir medidas como la promoción de la capacitación y el desarrollo de habilidades, la mejora del reconocimiento de credenciales y calificaciones extranjeras, y la implementación de políticas antidiscriminación y de inclusión social.

Además, es importante que México promueva la cooperación regional e internacional en materia de migración y desarrolle políticas que aborden tanto las causas como las consecuencias de los movimientos migratorios. Esto puede incluir la promoción de acuerdos bilaterales y multilaterales para facilitar la movilidad laboral y garantizar la protección de los derechos de los migrantes, así como la colaboración con los países de origen para abordar las causas fundamentales de la migración, como la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidades económicas.

Fenómeno mundial: El caso de Italia y Nigeria

Es importante destacar que la dinámica del envejecimiento de la población varía considerablemente entre países como Italia, México y Nigeria. Para el año 2050, se prevén diferencias notables en la estructura demográfica de estos países.

Italia enfrenta un envejecimiento poblacional más acentuado, con una reducción significativa de su población y un aumento en la proporción de personas mayores de 65 años. Esto plantea desafíos importantes para el país en términos de atención médica, pensiones y sostenibilidad económica. Para abordar estos retos, Italia necesitará políticas efectivas de migración y fomentar la participación laboral de sus ciudadanos mayores.

En contraste, Nigeria mantendrá una población joven hasta pasada la mitad del siglo, con una tasa de natalidad alta y una pirámide poblacional más amplia en su base. Este contexto demográfico ofrece oportunidades y desafíos para Nigeria en términos de crecimiento económico, empleo y desarrollo social. La prioridad del país debe ser invertir en educación, salud y capacitación para garantizar que su población joven tenga las habilidades necesarias para prosperar en el mercado laboral global.

¿Gestionar la migración para que sea benéfica?

De acuerdo con este estudio, la migración plantea ventajas y desafíos tanto para los migrantes como para las naciones de origen y destino. Los resultados favorables dependen de las características individuales de los migrantes, las circunstancias de su desplazamiento y las políticas a las que se enfrentan. Sin embargo, no todos los países tienen el mismo papel en la formulación de estas políticas. Los países de origen tienen poca influencia en la regulación de los movimientos transfronterizos, mientras que los países de destino definen y regulan quiénes cruzan sus fronteras, quiénes pueden permanecer legalmente y qué derechos tienen. De esta manera, pueden incentivar ciertos desplazamientos y desincentivar otros.

Una de las grandes críticas a este informe, sin duda alguna, es que hace ver a los migrantes y su fenómeno como la solución económica, apenas trastoca algunos aspectos sociales, culturales y de salud mental tanto de las personas migrantes como del país donde residirán (hipotéticamente).  Además, el estudio agrega que existen dos perspectivas principales para comprender los patrones migratorios y diseñar políticas adecuadas: la economía laboral y el derecho internacional. Ambas corrientes se enfocan en aspectos diferentes de los movimientos transfronterizos y, hasta ahora, no se ha encontrado un marco simple para integrarlas de manera coherente.

 Se menciona que: “La economía laboral se centra en la correspondencia entre las habilidades de los migrantes y las necesidades de los países de destino”. La pregunta clave de acuerdo a este informe es: ¿los beneficios de la migración superan los costos? Los migrantes aportan habilidades para las cuales hay diferentes niveles de demanda, y cuanto mayor sea la correspondencia entre sus habilidades y las necesidades del mercado laboral de destino, mayores serán los beneficios para las economías de destino, los propios migrantes y, a menudo, también para los países de origen.

Las personas que huyen de su país debido a un "temor fundado" de persecución, conflicto o violencia, y que no pueden regresar sin riesgo, tienen derecho a protección internacional según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. En este caso, los cálculos de costo y beneficio de los países de destino ya no se aplican. Otros migrantes, como mujeres y niños, personas LGBTQ+ y víctimas de racismo, xenofobia y otras formas de discriminación, necesitan apoyo especial debido a los desafíos abrumadores que enfrentan.

Este informe propone un marco analítico que integra ambas dimensiones: correspondencia y motivo. Se identifican cuatro tipos de desplazamientos y se establecen prioridades políticas para cada situación. El objetivo es maximizar los beneficios del desarrollo derivados de la migración y proporcionar protección internacional adecuada a los refugiados. A lo largo del tiempo, las políticas deben enfocarse en mejorar la correspondencia de habilidades y atributos de todos los migrantes con las necesidades de las sociedades de destino y en reducir la necesidad de desplazamientos "desfavorables", que a menudo conllevan un sufrimiento significativo.

Finalmente, el Banco Mundial, a través de este informe, busca, según sus palabras, ofrecer un mensaje esperanzador en medio de un debate dominado por argumentos ideológicos acerca de si la migración es buena o mala. En lugar de abordar esa cuestión, el informe intenta responder de qué manera la migración puede contribuir en mayor medida al desarrollo mundial. La respuesta requiere considerar tanto los beneficios potenciales como los desafíos económicos, sociales y humanos que surgen cuando las personas cruzan las fronteras. La migración no es siempre buena ni siempre mala; es una actividad compleja pero necesaria que debe gestionarse adecuadamente. Una vez más, esta hipotética gestión es para un beneficio económico. 

En las conclusiones del informe, se menciona que cuando se gestiona de manera eficiente, la migración puede ser un motor poderoso de prosperidad que genere beneficios para todos: migrantes económicos, refugiados, personas que permanecen en sus países de origen y sociedades de acogida. El enfoque debe centrarse en cómo la migración puede contribuir al desarrollo global, teniendo en cuenta tanto los beneficios potenciales como los desafíos que presenta.

El objetivo principal es gestionar la migración de manera efectiva, de modo que pueda impulsar la prosperidad y generar beneficios para todas las partes involucradas. Esto implica abordar las preocupaciones económicas, sociales y humanas que surgen cuando las personas cruzan fronteras, así como maximizar las oportunidades de desarrollo que ofrece la migración.