“Es increíble el grado de desfachatez, del cretinismo de estas gentes”, así calificó el presidente Andrés Manuel López Obrador la labor periodística de quienes lo han cuestionado en temas como el espionaje a civiles que llevan a cabo las Fuerzas Armadas y la poca transparencia de su gobierno, en temas como su salud.
Este 28 de abril, Andrés Manuel López Obrador regresó de unos días de reposo obligados tras contagiarse de covid-19 por tercera ocasión. La crisis de la enfermedad respiratoria le llegó el fin de semana anterior, cuando tuvo que cancelar su gira por el sureste de México.
Según la versión del propio presidente, en una reunión con ingenieros militares “se quedó dormido”, le dio “una especie de váguido”, quisieron trasladarlo en una ambulancia y subirlo a una silla de ruedas, pero se impuso al secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, “como jefe supremo de las Fuerzas Armadas”, a que lo atendieran ahí.
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Esa misma versión, en una especie de teléfono descompuesto, llegó a los medios de comunicación varios días antes de que el presidente la detallara. Algunos publicaron que el presidente se había desvanecido y hubo quien afirmó que había sido víctima de un infarto.
Luego llegaron las versiones encontradas de los funcionarios del presidente, cada uno acostumbrado a la nula coordinación de comunicación social que tiene el gobierno de la autodenominada 4T. Toda la semana especuló sobre la salud del mandatario, hasta que el miércoles publicó un video aclarando los hechos.
El mismo miércoles, por la noche, en el programa Tercer Grado, que transmite Televisa en el canal 2 y que conduce el periodista René Delgado, se tocó el tema. El periodista Sergio Sarmiento hizo un comentario sobre la especulación surgida a partir de la poca transparencia del gobierno, pero Denise Maerker le reviró y destacó que el oficio periodístico debe esperar la información oficial.
En la misma mesa, Raymundo Rivapalacio dijo estar de acuerdo con Denise Maerker y pidió una disculpa al presidente López Obrador por haber afirmado que sufrió un infarto. El periodista, director del periódico Eje Central, detalló que fue una fuente suya que lo había malinformado.
La mañana del viernes, el presidente reconoció la disculpa, pero lanzó un embate en contra de la empresa transmisora del programa de debate político y de algunos de los periodistas que cada noche de miércoles aparecen a cuadro.
“Dicen’ no somos nosotros’, eso dicen los directivos de Televisa. Voy a ver si encuentro al tonto que se los crea, eso de que ellos no tienen nada que ver”, dijo.
“Aceptando sin conceder que ellos son ajenos a la línea editorial, a lo que se difunde, ¿por qué no cuidan y tienen periodistas profesionales, objetivos, que difundan la verdad y no la mentira?”.
Y sentenció que “todos ellos están dedicados a calumniarnos”.
Eso no fue todo. Andrés Manuel López Obrador exhibió un contrato público firmado entre el INAI y la periodista Nayeli Roldán, reportera de Animal Político, por la prestación de servicios de conducción de una serie de cápsulas sobre transparencia, que también fueron públicas.
El presidente contextualizó dicho pago de servicios por conducción con el hecho de que la reportera acudió a una de sus conferencias matutinas a cuestionarle el espionaje a civiles que sigue llevando a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en su gobierno, cuando él se comprometió a que eso no sucedería más, que eran “prácticas neoliberales”.
“Cuando vino la compañera, nuestros adversarios dijeron ‘¡Bravo!’”.
La imagen del pago a la reportera, por parte del INAI –organismo público que también ha recibido embates por parte del primer mandatario– proyectada en la transmisión de la conferencia matutina acusaba un pago por 324,000 pesos. López Obrador incitó a “comprobar si es cierto”.
El contrato es público en la Plataforma Nacional de Transparencia, como parte de las obligaciones legales en materia de transparencia que tiene el INAI. El monto total con impuestos es de 324,800 pesos, la periodista solo recibió 129,000 pesos por la conducción de las cápsulas informativas.