SEGURIDAD PÚBLICA

De la Fuente llama a combatir tráfico de armas para pacificar regiones de México

Juan Ramón de la Fuente destacó el papel de México en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas
Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones UnidasCréditos: Tomada de la UNAM
Escrito en NACIÓN el

Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y exrector de la UNAM, manifestó este martes que no se podrá avanzar en la pacificación de muchas regiones del país, sin mayor control de las armas que entran de manera ilícita a nuestro territorio como consecuencia del tráfico deliberado o el desvío.

En el segundo día de trabajos del Primer Coloquio Internacional: La humanidad amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, organizado por el Programa Universitario de Gobierno (PUNGOB), el embajador De la Fuente expuso el tráfico y desvío de armas llamadas “pequeñas y ligeras”, de modo que no se confundan con las de alto poder como las nucleares, químicas y biológicas, ha sido un tema de interés para México planteado ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

El también profesor emérito de la Facultad de Medicina de la UNAM recalcó ante el secretario general de esta casa de estudios, Leonardo Lomelí Vanegas, que dicho tópico es particularmente difícil de ser tratado en un Consejo de Seguridad donde los miembros permanentes con derecho a veto son los principales productores de armas.

“La respuesta habitual que dan es que se trata del sector privado. Y así es, en efecto, pero el Estado tolera y permite que eso ocurra”, lanzó el diplomático mexicano.

 

 

Habla del Consejo de la ONU

Juan Ramón de la Fuente recordó que esa instancia de la ONU tiene la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales. Es la única de todo el sistema de Naciones Unidas cuyas decisiones son vinculantes para los países. Se conforma por 15 miembros, cinco permanentes (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) que tienen el llamado derecho de veto, y 10 electos (se eligen cinco cada año).

La presidencia del Consejo es rotatoria y cuenta con una agenda; el país que preside tiene la posibilidad de introducir algunos asuntos a la consideración de ese órgano. Cuando México ocupó ese cargo se introdujeron tres temas: además del ya mencionado (de tráfico de armas y cómo exacerban los conflictos armados y representan una amenaza a la paz y la seguridad internacionales); los de corrupción, desigualdad y exclusión, como causas subyacentes y catalizadores de conflictos; y el de la diplomacia preventiva.

El exrector subrayó que, en ese Consejo, donde están representadas las grandes potencias, un país como México desempeñó un buen papel.

“De todos los miembros electos, fuimos los que más resoluciones sacamos y los que más contribuimos en la agenda, a que hubiera un avance positivo de esa instancia, aún en comparación con naciones con una gran diplomacia, como Noruega, o muy potentes, como la India”.

México, en su posición de neutralidad sobre la base de nuestros principios constitucionales, pudimos hilar más resoluciones que otros; sin embargo, también hubo circunstancias sobre las que no fue posible lograr una resolución.

 

El conflicto Ucrania vs Rusia

Al hablar del conflicto en Ucrania, De la Fuente externó que desde el inicio nuestra nación dejó en claro su vocación pacifista y sus posicionamientos se sustentaron en tres ejes fundamentales: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

Relató que el Consejo de Seguridad ya estaba polarizado cuando la situación en Ucrania provocó mayor polarización, por lo cual no ha podido adoptar resoluciones sobre ese conflicto, y ha tenido que enfrentar el veto de Rusia.

Eso genera un nuevo y gran conflicto de interés que es necesario revisar, reiteró. “Así como hay una iniciativa de México, junto con Francia, para que no se ejerza el derecho de veto cuando haya condiciones de atrocidades masivas en algún país, queremos plantear que cuando uno de los países sea parte del conflicto, no tenga posibilidad de votar en esa sesión, pero no se ha logrado”.

Al recuperar la tradición humanitaria de México se pensó en lanzar un proyecto de ayuda humanitaria, “pero nos volvimos a topar con la amenaza de veto por parte de Rusia; entonces lo presentamos en la Asamblea”. Aunque no tiene la misma fuerza una resolución de la Asamblea que una del Consejo, fue importante para que comenzara a llegar la ayuda.

Un actor importante en la solución en Ucrania será China, de una manera u otra, y si se decide a jugar un papel de mediación –y consolidarse como lo que ya es, una gran potencia– que llevara a un cese al fuego, sería un gran éxito. Pero no es un problema fácil, porque es territorial, añadió.

Juan Ramón de la Fuente puntualizó que la parálisis mostrada por el Consejo de Seguridad ante la guerra en Ucrania revela que en las condiciones actuales es poco probable que esa instancia de la ONU se pueda hacer cargo del futuro, “nos llevó a presentar en las negociaciones intergubernamentales una propuesta de reforma del Consejo. Ya la presentamos, ya está en la discusión, ya es un documento oficial”. Era importante plantearla y que el análisis se dé sobre la base de un texto.