Liconsa, el organismo de Segalmex encargado de comprar y vender leche a precio de garantía a comunidades marginadas, no ha podido solventar varias de las observaciones que el Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública (SFP) le hizo en auditorías correspondientes al Ejercicio Fiscal 2022.
De acuerdo con notificaciones de la Función Pública a Liconsa, fechadas en enero de este año, la dependencia tiene pendientes por aclarar observaciones relacionadas con irregularidades en los controles del programa social Precios de Garantía, tales como un deficiente control interno, no existe un importe claro del subsidio en el programa y el padrón de beneficiarios está desactualizado.
Incluso se presume un posible daño al erario por 750 millones de pesos porque Liconsa no ha documentado tener evidencia del pago del subsidio a los productores nacionales de leche, supuestos beneficiarios del programa Precios de Garantía, por el Ejercicio Fiscal 2021. Tampoco hay evidencia de en qué cuenta bancaria se deposita este subsidio para luego pagarlo a los beneficiarios.
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De acuerdo con ese oficio, referente a la auditoría 5/2022 del Órgano Interno de Control de Liconsa, fechado el 13 de enero de 2023, se notificó directamente al actual director de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), Leonel Cota Montaño, sobre el incumplimiento en aclarar dichas irregularidades.
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Otros incumplimientos
En otro de los oficios, disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), referente a la auditoría 14/2022 "Visita de supervisión, evaluación y validación de información, registro de operaciones en sector público en Compranet y Besa", también se evidencia que Liconsa ha incumplido con requerimientos solicitados por la misma Secretaría de Hacienda.
Los dos pendientes consisten en: irregularidades en la falta de actualización del Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público de Liconsa y en inconsistencias en el Registro de los Procedimientos de Contratación en el Sistema Compranet y en la Bitácora Electrónica de Seguimiento de Adquisiciones (BESA).
Otros oficios están enfocados a las irregularidades encontradas en los centros de trabajo de Liconsa, como que los trabajadores no actualizan matrices de datos, no cumplen con las metas establecidas en los programas anuales de trabajo, incluso, variaciones excesivas en los costos de producción de algunos productos, como leche en polvo y crema.
Liconsa: una historia de irregularidades
En la entrega de su informe a la Cámara de Diputados, de febrero de 2022, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que Liconsa compró leche a proveedores que no abastecen leche, sino otros productos, por lo que debía presentar aclaraciones por un posible daño al erario de 1,583 millones de pesos.
El resultado de esa auditoría advirtió que se encontraron 26 contratos de recepción de leche fresca y servicios de maquila que se realizaron por adjudicación directa, pero que carecen de la documentación que acredite su realización en términos de la legislación aplicable.
“Realizaron adquisiciones de leche fresca a las personas morales 5 MPS Management, S.A. de C.V., Comarket, S.A. de C.V. y Grupo AS2, S.A. de C.V., cuyo objeto social no se encuentra relacionado con la comercialización de productos lácteos, por lo que tampoco no acreditaron ser productores según lo establecido en las Reglas de Operación del Programa de Precios de Garantía”.
Pero en mayo de 2021 La Silla Rota ya había documentado que la Secretaría de la Función Pública acusó a Liconsa de ser incapaz de acreditar el gasto de 83 millones de pesos, que ejerció a través de contratos para adquirir materias primas.
De acuerdo con esa auditoría, que llevó a cabo el Órgano Interno de Control de la Función Pública, los convenios fueron para la compra de vitaminas, minerales y aceite de palma, los cuales son suministrados a la leche que distribuye Liconsa, así como para adquirir película de polietileno.