Doroteo Arango, el verdadero nombre del revolucionario Pancho Villa, es un personaje que con el paso de los años se ha convertido en una leyenda, la cual, como toda moneda, tiene dos caras opuestas entre sí, una de admiración y otra de repugnancia.
Pancho Villa fue un "analfabeto convertido en revolucionario", describe el historiador español Agustín Sánchez Andrés, autor del libro "Pancho Villa: El personaje y su mito". El investigador es profesor-investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México.
El libro, el cual pretende llevar al gran público la historia de "un personaje con el que es difícil empatizar", fue presentado este miércoles en la Casa de América de Madrid, escrito con motivo de la celebración este año del centenario del asesinato del revolucionario mexicano.
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El historiador, autor y coordinador de numerosos estudios en torno a las relaciones entre España y México, afirma que sólo el título de la obra explica por sí mismo su idea de llegar hasta el lector no especializado para que diferencie entre "el personaje real y el mito que se construyó" alrededor de una de las personalidades más destacadas del país norteamericano, dijo en entrevista para Efe.
DUALIDAD DE “REPUGNANCIA Y ADMIRACIÓN”
Sánchez Andrés incide durante la entrevista en que el personaje de Pancho Villa se articula “en torno a un doble eje”: por un lado se encuentra la leyenda blanca en la que se le considera un “revolucionario ejemplar, símbolo para el pueblo junto con (Emiliano) Zapata”, y por otro la extendida leyenda negra.
Esta segunda fue construida “casi al mismo tiempo que la blanca pero por los enemigos de Villa”, que lo consideraban uno de “los mayores exponentes del México bárbaro y bronco”.
En esta dualidad el historiador también considera las acciones del revolucionario mexicano -cuyo nombre real era José Doroteo Arango Arámbula- para la formación de su personaje, "resaltando sus logros como revolucionario pero a la vez su brutalidad vista en masacres y desagradables asesinatos a hombres, mujeres y niños”.
Esta violencia extrema y su “absoluto desprecio por la vida humana” es “uno de los aspectos más controvertidos de la vida de Pancho Villa y la razón por la que es tan difícil empatizar con él”, cuenta Sánchez Andrés.
De esa leyenda blanca y negra surge la idea del revolucionario como un "Robin Hood" mexicano, una imagen que se comienza a fabricar en vida a través de la música popular, como los corridos norteños y otras canciones relacionadas con el cancionero español, como "La Cucharacha", "que realmente tiene origen español".
El historiador, autor también de varias obras de divulgación sobre el México contemporáneo, incide en que es difícil empatizar con él, pero asume que también “es alguien muy difícil de no admirar por esa capacidad de sobreponerse a las distintas derrotas que experimenta a lo largo de su trayectoria”.
FIGURA EN LA ACTUALIDAD
Para Sánchez Andrés, el revolucionario mexicano es uno de los símbolos más importantes “no sólo para la revolución mexicana, sino para el México actual”, y la razón de que sea tan conocido es gracias al subgénero literario de la novela de la Revolución y por la “veintena de películas que se han hecho en torno a él”.
Condena la “ignorancia generalizada” que hay en España hacia la figura de Pancho Villa y la Revolución mexicana en general, y espera que su libro, publicado por la editorial La Catarata, pueda contribuir a conocer esa “doble imagen de lo que fue”.
México conmemora este año el centenario de su asesinato la tarde del 20 de julio de 1923, cuando se dirigía a una fiesta familiar en Hidalgo del Parral, en el estado de Chihuahua, y el historiador se pregunta qué hubiera sido de él "si hubiera tenido una mayor educación".
“Cada biografía posee diferencias y cada historiador lo cuenta de una manera. No podemos desglosar las motivaciones reales de los personajes que estudiamos, lo único que podemos hacer es una aproximación a las mismas”, concluye.