En enero de 2010 una tragedia azotó a Ciudad Juárez, Chihuahua: 15 jóvenes fueron asesinados en el fraccionamiento Villas de Salvarcar. Al enterarse de los hechos, el entonces presidente Felipe Calderón se encontraba de gira por Japón y desde allá aseguró que los muchachos eran integrantes de pandillas, razón por la que fueron asesinados.
Ahora, 13 años después, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la tragedia migrante que ocurrió el lunes en Ciudad Juárez al siguiente día en su conferencia mañanera, ahí dijo que el incendio fue provocado por los mismos migrantes, quienes incendiaron colchonetas en protesta por los malos tratos en la sede del Instituto Nacional de Migración (INM).
Por ese hecho fue criticado, como en 2010 Felipe Calderón, y este viernes irá a Ciudad Juárez a una sostener una reunión privada con autoridades del Banco del Bienestar, pero no se tiene contemplado aún que se reúna con familiares de los 39 migrantes fallecidos en la tragedia y de los 28 que siguen graves en atención médica.
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Luego de lo que dijo, en 2010, Felipe Calderón acudió a Ciudad Juárez a reunirse con las familias de los jóvenes asesinados en Villas de Salvarcar, ante las críticas por sus dichos. La reunión fue planeada como privada, pero los padres de los muchachos protestaron fuera y dentro del recinto.
Destacó el caso de una de las madres de esos 15 jóvenes de bachillerato, quien directamente increpó al presidente y a su esposa, la hoy diputada federal Margarita Zavala, sobre que sus hijos no eran pandilleros y quienes los asesinaron, mientras celebraban un cumpleaños, sí eran sicarios.
Se trató de la señora Luz María Dávila, madre de dos jóvenes de 16 y 19 años, víctimas de la masacre perpetrada por el crimen organizado en Ciudad Juárez.
Antes de dicha reunión, el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, ofreció en público una disculpa a los familiares de las víctimas de la masacre de Villas de Salvarcar, argumentando una "falta de comunicación" con el presidente Felipe Calderón.
La reunión con Felipe Calderón se le salió de control al gobierno federal, pues al ser privada generó la molestia de los familiares de las víctimas, quienes ya habían acudido a una cita previa con Fernando Gómez Mont y acusaron que "los encerraron no para establecer un diálogo", ya que apenas y les permitieron hablar.
"Nos encerraron, no para escucharnos, sino para que nosotros los escucháramos a ellos sin apenas permitirnos hablar, dijeron en referencia a las medidas de seguridad y el estricto control para acceder al encuentro".
"A mí no me interesaba escucharlos, sino que ellos lo hicieran para entablar un diálogo", así lo relató un testimonio recogido por el periódico La Jornada en esa fecha.