El caso del asesinato de Enrique Kiki Camarena, agente de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos que fungió como infiltrado en el extinto Cártel de Guadalajara, será reabierto por las autoridades de aquel país, luego de haber sido detectado un falso testimonio y la presentación de falsas evidencias por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
John A. Kronstadt, juez federal, determinó el pasado 23 de marzo volver a reunir evidencias y testigos en el caso de Kiki Camarena, luego de que Raúl López Álvarez, ex policía judicial de Guadalajara y uno de los dos últimos sentenciados por el crimen, demostrara una serie de irregularidades cometidas por personal técnico del FBI, de acuerdo con información de Milenio.
López Álvarez ha sido acusado de 4 delitos relacionados a conspiración para asesinar y de secuestro, por lo que se encuentra en una prisión de Máxima Seguridad de Estados Unidos luego de la muerte de Camarena, ocurrida hace 34 años.
Te podría interesar
El agente de la CIA Enrique Camarena, conocido como Kiki, llegó a México en 1981. De familia con ascendencia mexicana, fácilmente conoció el terreno donde operaba el entonces famoso, temido y en plena expansión el cártel de Guadalajara. Fue en Guadalajara donde “Kiki” también fue torturado y falleció el 9 de febrero de 1985 a manos de famosos personajes del crimen organizado, como Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, y Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”.
La versión oficial apunta a que Miguel Ángel Félix Gallardo ordenó el secuestro de Enrique Camarena realizado en plena luz del día por agentes de la policía corruptos pagados por el mismo cártel en venganza por un operativo de decomiso de marihuana. “Kiki” fue torturado y apaleado hasta la muerte. Su cuerpo fue localizado el 5 de marzo de 1985 en una zona rural de La Angostura, un pueblo de Michoacán, México.
No obstante, Phil Jordan, exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso y jefe de la DEA; Héctor Berrelles, exagente de la DEA; y Tosh Plumlee, expiloto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), revelaron a la revista Proceso y a la cadena estadounidense FOX que tienen pruebas de que Enrique Camarena no habría sido asesinado por los miembros del cártel de Jalisco, sino por un agente de la misma CIA.
La razón del asesinato, de acuerdo con lo dicho por las fuentes a Proceso y también a la cadena estadounidense Fox, habría sido que el integrante de la DEA descubrió que su gobierno colaboraba con el narco mexicano en su negocio ilícito de tráfico de drogas y que usaba el dinero de las ganancias para financiar a los contras durante la Revolución Sandinista en Nicaragua.
Las pruebas falsas del FBI
Las sentencias dictadas en Estados Unidos contra los acusados por el asesinato de Kiki Camarena, se sustentaron en evidencias que hoy se conoce fueron defectuosas, expone la periodista Laura Sánchez Ley al analizar el documento de la sentencia del juez Kronstadt.
Dichas pruebas fueron presentadas por Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio del FBI, quien junto a un grupo de subordinados, de acuerdo con la sentencia, realizaron análisis científicamente insostenibles en el lugar donde Camarena fue asesinado.
En primera instancia, Raúl López cayó en la trampa de un agente de la DEA, quien fingió buscar a un sicario que pudiera asesinar a otro funcionario estadounidense bajo la modalidad que llamó “Camarena Style”.
López presumía tener experiencia en “levantar”, “dar toques eléctricos” y asesinar “con tiro de gracia” o “cuchillo” a sus víctimas, pero argumenta que esos dichos fueron mentira para “blofear” y hacerse el importante, según muestran los reportes judiciales del caso.
El testimonio de Malone, por su parte, señala que por medio de supuestas evidencias el gobierno estadounidense concluyó que tanto López Álvarez como otros de los acusados, Javier Vásquez Velasco y René Verdugo, fueron quienes estuvieron en la casa de Lope de la Vega y participaron en el asesinato.
Verdugo, sin embargo, logró demostrar que Malone lo incriminó falsamente al asegurar que había encontrado uno de los cabellos del mexicano en la casa de Lope de Vega, lo cual al final no se pudo sostener, por lo que recuperó su libertad a los 77 años de edad.
Caso Kiki Camarena, el nuevo juicio
El juez John A. Kronstadt ordenó que se anulen las cuatro sentencias contra López Álvarez, sin embargo el mexicano no podrá obtener la libertad bajo fianza y tendrá que llevarse a cabo un nuevo juicio, en el que el expolicía estará desde una celda de prisión.
Este nuevo proceso deberá comenzar dentro de los 180 días posteriores a la publicación de esta sentencia, es decir, el próximo mes de septiembre, “dado que el último juicio contra el acusado por los cuatro cargos () antes mencionados ocurrió hace más de 34 años, el Gobierno (y muy probablemente el demandado) necesitará este tiempo adicional para ubicar testigos y pruebas debido al paso de un tiempo significativo”.