Todas las dependencias y entidades federales deberán cancelar todas las cuentas bancarias que tengan autorizadas por la Tesorería de la Federación (Tesofe) en cualquiera de las instituciones que pertenecen a la banca privada, de acuerdo con lo establecido el pasado 15 de febrero por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el documento emitido por Hacienda en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se establece que el cierre de las cuentas en bancos privados debe lograrse para fin de este mes de marzo; en caso de no hacerlo, se podrían adjudicar responsabilidades a los servidores públicos.
A esta disposición se le agregan las declaraciones de la titular de la Tesofe, Elvira Concheiro del pasado 5 de marzo, en las que aseguró que los 24 bancos que prestan servicio a la Tesorería Federal “nos cobran por las operaciones más de lo que nos dan como intereses”, detalló Javier Tejado Dondé en una columna publicada por El Universal.
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La Tesofe agregó que, respecto al manejo de los 3 billones de pesos que entran anualmente por pago de impuestos, se trata de una “banca parasitaria que vive de los recursos públicos” y que les saca a los recursos “el mayor jugo posible”. La funcionaria se quejó de que la banca reportó ganancias por más de 200 mil millones de pesos en 2022, “dando a entender que toda esa ganancia se debe al sector público, algo que dista de la realidad”, expone Tejado Dondé.
El experto señala que la Secretaría de Hacienda y la Tesofe tendrían tres objetivos a partir de la disposición asentada en el DOF. En primer lugar, “tener los recursos públicos de una manera más expedita en las cuentas de la Tesorería y que no les ‘chicanee’ la banca privada; segundo, están buscando una baja en las comisiones que cobran los bancos a la Tesofe y, tercero, quizá lo más importante, quieren que el gobierno federal tenga autorizado el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI)”.
Este último rubro permitiría al gobierno recibir y realizar transferencias interbancarias sin la necesidad de que intervenga la banca privada, algo que hasta ahora no ha autorizado el Banco de México (Banxico).
“Que la Tesofe siga dependiendo de la banca privada y no de sus propios bancos gubernamentales, como el Banco del Bienestar, hace ver que estos últimos no están ni cerca de brindar el servicio que se dijo que tendrían, a pesar de contar ya con mil 500 sucursales”, expone Javier Tejado.