El uso del ejército de Estados Unidos para combatir a los cárteles de la droga en México como sugieren sectores del partido republicano estadounidenses no es la solución para enfrentar al crimen organizado, advirtió el embajador de la Unión Americana en México, Ken Salazar, en una conferencia donde también habló del secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas que derivó en el asesinato de dos de ellos y una más quedara herido, mientras que una mujer saliera ilesa, lo cual para la administración de Joe Biden es un tema de profunda preocupación por lo que no se descansará hasta obtener justicia.
El embajador de Estados Unidos en México advirtió que las autoridades de su país están trabajando muy de cerca con los dos sobrevivientes para saber qué fue lo que pasó tras el rapto del pasado viernes 3 de marzo.
El diplomático mencionó que ellos son los principales testigos de los hechos, por lo que Estados Unidos no descansará hasta que los culpables enfrenten a la justicia. Asimismo, agradeció al gobierno de México por colaborar desde el inicio con este lamentable caso, y reiteró que seguirán haciéndolo en la frontera, siempre respetando la soberanía de ambas naciones.
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"Es importante fortalecer esfuerzos entre Estados Unidos y México con equipos de seguridad. Para el Departamento de Justicia es prioridad trabajar como socios con las autoridades mexicanas para frenar la inseguridad y el problema de fentanilo entre ambos países", dijo Salazar.
Contra el fentanilo
Ken Salazar, señaló que la intervención del Ejército estadounidense en México no solucionará el problema de los cárteles y las drogas. “Algunas propuestas que se han puesto sobre la mesa sobre fuerzas militares en México no nos va a dar las soluciones que necesitamos".
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Señaló que el combate a esta droga es una prioridad en la agenda binacional, por lo que acordaron fortalecer los recursos y capacidades operativas contra este problema.
En Washington, el gobierno estadounidense insistió en que el fentanilo es un problema "global" y, en plena tensión con el gobierno mexicano al respecto, reiteró que la lucha para hacer frente a esa droga debe ser compartida.
"El fentanilo es un problema que no afecta solo a Estados Unidos. Afecta a todos los países. Es una cuestión global", dijo ante la prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, había señalado este jueves que su país ni fabrica ni consume ese potente opioide sintético.
"Aquí nosotros no producimos fentanilo y nosotros no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, ¿pero por qué ellos no atienden el problema, no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unido", señaló López Obrador.
El 8 de marzo, el representante republican Dan Crenshaw envió un video dirigido al presidente de México con su propuesta para la eliminación de los cárteles de la droga como un tema de interés tanto para Estados Unidos como para México.
En días pasados, la subsecretaria para la Defensa Territorial y Asuntos Hemisféricos del Pentágono, Melissa Dalton, dijo que la posibilidad de que Estados Unidos mande tropas es muy compleja por la sensibilidad mexicana sobre la soberanía nacional y el riesgo de que terminara por completo la cooperación, pero tampoco cerró la puerta a esa eventualidad.
Sin embargo, en visita este jueves a la Ciudad de México para entrevistarse con jefes de las fuerzas armadas, dejó claro la preocupación en Washington por la creciente violencia en este país y el “profundamente preocupante” flujo de fentanilo a Estados Unidos. En la misma audiencia, el general Glen VanHerck, jefe del Comando Norte, agregó que los cárteles de la droga mexicanos son una de sus principales preocupaciones, y resaltó que están utilizando dispositivos explosivos y pequeños drones para atacar a las fuerzas de seguridad.
El miércoles, el Departamento de Estado difundió el Reporte de Estrategia Internacional para el Control de Drogas, donde se queja de México respecto de que los más altos funcionarios del gobierno no reconocen que se produce fentanilo en su país ni comparten información con Estados Unidos sobre decomisos de los precursores químicos para fabricar el opiáceo sintético que llegan de China y la India.
Y este jueves, la Dirección Nacional de Inteligencia, en su evaluación anual sobre los riesgos que enfrenta Estados Unidos, señaló a las organizaciones criminales trasnacionales, los cárteles de las drogas de México, como los productores y distribuidores “dominantes” de drogas ilegales a esa nación, que la han inundado con fentanilo y provocado un incremento dramático en su uso por parte de jóvenes desde 2019, cuando aparentemente se relajaron los controles en México.
La Casa Blanca
El fentanilo fue uno de los temas destacados de la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebró en enero pasado en Ciudad de México y reunió a López Obrador, al presidente estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Kirby recalcó este viernes ante la prensa que se va a mantener el trabajo conjunto para frenar el flujo de precursores químicos que se utilizan para hacer fentanilo, para aumentar los decomisos antes de que esa droga llegue a la gente y para garantizar que sus responsables rindan cuentas.
Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de la Casa Blanca para Seguridad Nacional, se reunió esta semana en México con las autoridades mexicanas con el fentanilo como punto central de su agenda.
La reunión se produjo en medio de la polémica desatada por el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en la ciudad fronteriza de Matamoros (Tamaulipas), de los que dos fueron asesinados, y la consiguiente propuesta del Partido Republicano estadounidense de declarar la guerra a los cárteles mexicanos y designarlos como terroristas.
López Obrador, para quien esa iniciativa de los conservadores estadounidenses es "irresponsable" y "una ofensa para México", se mostró el jueves satisfecho con el resultado del encuentro y explicó que también abordaron temas como el tráfico de armas.