La Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica alertó, en una carta dirigida a la opinión pública, sobre el desabasto de medicamentos para la atención de medicinas de prescripción especializada, usados en padecimientos psiquiátricos o neurológicos que afectan la salud mental de niños, adolescentes y adultos.
El doctor Juan Calixto Hernández Aguilar, presidente de la AC, en entrevista con La Silla Rota, explicó que el desabasto suma tres semanas, aunque también reconoció que luego de que publicaron su carta, el 19 de febrero, algunos laboratorios han comenzado a surtir paulatinamente algunos medicamentos.
El desabasto alcanza a medicamentos para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad como son Metilfenidato, Clonidina y Lisdexanfetamina; fármacos antiepilépticos como Oxcarbazepina, Clonazepam, Fenobarbital y Ácido valproico intravenoso; los antidepresivos Amitripilina, Imipramina y Nortripilina, así como el antipsicótico la Risperidona.
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“La problemática de los pacientes es que, si no toman los medicamentos adecuados, vuelven los síntomas y muchos de ellos tienen trastornos potentes de déficit de atención e hiperactividad. Vuelven a su sintomatología".
"Les pediría a los maestros, profesores, familiares, a quienes conviven con ellos que les tengan paciencia. Si no toman su medicamento adecuado pueden volver con los síntomas, que tengan presente que no es que los niños se quieran portar mal o los adultos quieran tener esta problemática”, expresó.
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Pueden salir dañados
Al preguntarle cómo resultan afectados los niños que no toman los medicamentos adecuados, señaló que, en el caso del trastorno por déficit de la atención, no ponen atención en la escuela, bajan su rendimiento académico, vuelven a ser inquietos e hiperactivos, se distraen en el salón de clases y crean problema para ellos mismos, actúan sin pensarlo y pueden verse relacionados con accidentes.
Si continúa el desabasto, ¿se exponen a pacientes a recaídas?
Claro. Si dejan de tomar el medicamento que controla los síntomas, evidentemente habrá recaídas, es volver a ver que presenten los síntomas y esas recaídas pueden ser importantes.
¿Ya ha habido casos de gente que se queda sin medicamentos?
Sí. Afortunadamente se pueden utilizar otros medicamentos que no son los ideales. Por ejemplo, la Imipramina es un antidepresivo, hay otros antidepresivos, pero sí se han tenido que cambiar medicamentos por otros que no son los ideales, pero pueden funcionar, y dar otro medicamento y en ocasiones resulta bien y en otras no es como se respondía con otros medicamentos.
Niños las usan por prescripción
La Silla Rota le preguntó al presidente de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica si el desabasto es algo nuevo o ya había ocurrido en otros gobiernos. Esta fue su respuesta.
“Que yo me acuerde no tanto. Evidentemente con la pandemia se dio este desabasto, pero ahora se agudizó y ya no se conseguían los medicamentos. Ya van dos laboratorios que nos hablan a partir de mi llamado, indicando que ya están algunos medicamentos, aunque no todas las presentaciones. Por ejemplo, el Metilfenidato, ya está el de 10 mm pero faltan las otras, parece se está tratando de solucionar”.
A pregunta expresa, aclaró que el desabasto afecta más a consultorios y hospitales privados, porque en las instituciones el desabasto es menor, lo que atribuye a las compras masivas por año.
De la lista incluida que se menciona en su escrito, ¿para qué personas son estos medicamentos y cuáles enfermedades atienden?
Se utilizan a cualquier edad. Evidentemente en los niños pequeños hasta los recién nacidos se requiere en una dosis adecuada que generalmente es preferible que lo manejen los especialistas, no los médicos generales, pero bueno se pueden manejar. Se emplean para diferentes enfermedades, particularmente hacemos un llamado para el abasto de los medicamentos para trastornos de la atención, temas emocionales, ansiedad y psicosis.
¿Cuáles son los nombres de estos medicamentos?
El Metilfenidato es para déficit de la atención, la Clonidina es para la hipertensión, pero también la utilizamos mucho para los problemas de conducta y aprendizaje. La Risperidona es para los problemas psicóticos, aunque también la usamos para problemas de conducta. El Clonazepam es para problemas de conducta, ansiedad y epilepsia.
“Aunque sea bien caro el medicamento conviene su especificación más clara, pero también se utilizan para otras cosas”.
Las causas
El doctor Hernández Aguilar enlistó los diferentes factores que explican este desabasto, como son la importación de productos, la producción y el permiso para que las farmacias los vendan.
“Por ejemplo en las farmacias San Pablo había una dificultad para que los pudieran vender, ya se solucionó y ya lo están vendiendo. Otro problema ahora son las presentaciones, no están todas, pero ya se ha empezado a tratar de ordenar esto, va a tardar un poquito más pero el llamado sí ha surtido un poco de efecto”, aseguró.
¿Ha habido nuevas regulaciones, conflicto con farmacéuticas, había visto usted algo así?
Son varios factores, no podemos decir uno en particular. En parte los laboratorios, por eso los estamos llamando, no han tenido todas las regulaciones específicas que pide el gobierno para poder producir y distribuir, esos laboratorios ya están tratando de solucionar esto. También los fabricantes han tenido problemas, específicamente no se con claridad cuáles, pero lo vemos en el desabasto.
¿Hay algún medicamento que urja?
Donde ha faltado es en las diferentes presentaciones, por ejemplo, sí hay la Clonidina de 10 miligramos, pero hay pacientes que requieren de mayor gramaje.
¿Las autoridades cómo pueden contribuir?
Facilitando las ventas de medicamentos, no sé si haya alguna prescripción que tenga el gobierno.
Desabasto en medicamentos psiquiátricos
La Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica no es la única organización que se ha quejado por el desabasto de medicamentos.
Algo similar hizo la Asociación Psiquiátrica Mexicana, que expuso que el tema afecta a farmacias de distribución pública y privada desde hace dos meses y se agrava en los casos de Clozapina, Litio, Metilfenidato, Clonazepam y Alprazolam.
La asociación indicó que los más afectados son pacientes con trastornos de ansiedad, bipolaridad, déficit de atención e hiperactividad, esquizofrenia y depresión.
Desabasto en el sector público
El desabasto también ha alcanzado al sector público y se agudizó en la actual administración. En octubre de 2022, el director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer, anunció que de manera anticipada se puso fin al convenio de colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), en el acompañamiento de las compras.
La razón dada por el funcionario fue que el sistema de salud ya estaba articulado, pero el convenio, que estaba previsto hasta el 2024, no tuvo los resultados esperados y generó desabasto.
El presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, Juan de Villafranca, advirtió que el desabasto no acabará pronto y explicó sus causas en el sector público.
“Por un lado las compras públicas fallaron y falló la distribución y cuando eso no funciona pues se traduce en desabasto”, señaló ante los micrófonos del programa radiofónico de Ciro Gómez Leyva.
También reconoció que la reciente modificación en el esquema de compras, que ya no requiere de la UNOPS, ayudará a acelerar el abasto de medicamentos.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, el Instituto de Salud para el Bienestar ha sido responsable del 95 por ciento de desabasto de medicamentos oncológicos. Se trata de una responsabilidad compartida con la UNOPS, organismo al que se acercó el gobierno federal para evitar la corrupción con las grandes farmacéuticas, pero que no garantizó el abasto.
De acuerdo con la revisión de la Cuenta Pública 2021, hecha por la ASF, del total de medicamentos que 32 instituciones de salud hicieron al Insabi, sólo se entregó el 5 por ciento.