RUMBO AL 2024

Los intentos por reunificar a la oposición… ¿alcanzan para 2024?

Casi un año después de la derrota de 2018, la oposición ha iniciado varios intentos para reunificarse, pero no todos han funcionado

Los intentos de los partidos de oposición y la ciudadanía por reunificarse han dado pocos resultados
Oposición.Los intentos de los partidos de oposición y la ciudadanía por reunificarse han dado pocos resultadosCréditos: Cuartoscuro
Escrito en NACIÓN el

“La oposición está moralmente derrotada”. Con esta frase el presidente Andrés Manuel López Obrador popularizó su primer informe de gobierno, en septiembre de 2019. Habían pasado ya 10 meses de su toma de protesta como titular del Poder Ejecutivo y él sabía que su partido, Morena, era ya la fuerza política más fuerte del país.

Se sintió seguro de que su alianza con los partidos Verde y del Trabajo obtuvo mayoría política (no absoluta) en el Congreso; además del 60% de popularidad frente al electorado. Tras haber ganado las urnas con 30 millones de votos, la oposición estaba dividida. Prácticamente tardaron poco más de un año en reaccionar y unificarse para tratar de ser un contrapeso ante el gobierno de la 4T.

El primer paso fue aquel año cuando los gobernadores del PAN y PRI se reunieron en la llamada Alianza Federalista, que surgió el 19 de septiembre de 2019.

Integrada por el gobernador priista de Coahuila, Miguel Riquelme; el panista en Guanajuato, Diego Sinué y el emeciista en Jalisco, Enrique Alfaro.

La breve alianza

Se sumaron además otros gobernadores. Panistas, de Aguascalientes, Martín Orozco; Chihuahua, Javier Corral; Durango, José Rosas Aispuro; el tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca. El último gobernador perredista Silvano Aureoles, el gobernador independiente de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón el Bronco. Y el priista en Colima, José Ignacio Peralta.

Tenían ya dos meses de mantener reuniones en público y en privado para trabajar de manera conjunta y al margen de la federación; primero en materia de seguridad y luego para enfrentar la pandemia por coronavirus tras asegurar que la 4T no realizó las acciones necesarias en materia de salud; también acusaron un abandono político y económico a sus entidades.

La Alianza Federalista surgió cuando estos gobiernos anunciaron su salida de la Confederación Nacional de Gobernadores, Conago. Sin embargo, difícilmente pudieron mantener su unidad y, para conservarla fue necesario escalarla desde los gobernadores hacia la dirigencia nacional de sus partidos.

Sí por México

En noviembre de 2020, los principales líderes de oposición se unificaron bajo está nombre. El hecho causó sorpresa cuando, antagónicos por naturaleza, PAN, PRI y PRD se presentaron juntos.

El hecho fue utilizado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Calificó dicha coalición de ilógica y muchos vicios, hechos que, a su decir, no ocurrían en Morena.

Marko Cortés el dirigente nacional del partido de derecha; Jesús Zambrano como cabeza del partido de izquierda; y Alejandro Moreno como titular de un partido que aseguró ser de centro izquierda.

En aquella conferencia de prensa (noviembre 2020) los tres políticos aseguraron que su intención era convertirse en un contrapeso al gobierno federal. Plantearon el discurso de que, juntos, reunían más que los 30 millones de votos que López Obrador ganó en las urnas en 2018.

Señalaron superar sus diferencias ideológicas para hacer una mayoría legislativa en la Cámara de Diputados de frente a las elecciones intermedias de junio de 2021, una de las más relevantes en los últimos años porque habría relevos en 15 gubernaturas de un total de 32; más la renovación del Congreso, elección de alcaldías y congresos locales en su mayoría.

Su lema “Reconstruyamos juntos a México” respondió al contexto de polarización que caracteriza la actual administración; específicamente los términos de fifís y conservadores contra liberales; o pobres contra clase media y ricos.

Su principal propuesta planteó “promover la organización ciudadana, actor fundamental en la construcción de la nueva gobernabilidad democrática y contener las consecuencias nocivas del mal gobierno de Morena entre 2021 y 2024”. También planteó sumar iniciativas ciudadanas y de organizaciones sociales.

Va por México

Un mes después presentaron esta coalición electoral y legislativa. Además de los tres dirigentes nacionales se presentó Claudio x González y Gustavo de Hoyos por parte del sector empresarial.

Su discurso se enfocó pedir el voto para realizar un contrapeso a la alianza electoral de Morena y los partidos Verde y del Trabajo que respondió con su slogan de "el pueblo bueno y sabio" les daría de nuevo su voto el día de la elección.

Mientras la alianza de la 4T esperó reunir de nuevo los 30 millones de votos que ganó López Obrador se en la elección presidencial, la realidad es que reunieron 17.1 millones. El hecho fue utilizado de manera triunfalista por la coalición.

Además, la Alianza Federalista quedó desmantelada con el relevo de gubernaturas en 2021 ya que 15 de ellas quedaron en manos de Morena por lo que los mapas políticos se pintaron de color guinda.

La alianza Va por México cobró fuerza mediática en el Congreso donde se convirtió en un bloque de contención para las propuestas legislativas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellas las reformas energética y electoral; no así en materia de seguridad que permitió la consolidación de la Guardia Nacional como un ente de seguridad adscrito al mando de la Sedena.

Sus tambaleos externos

El primero llegó del presidente Andrés Manuel López Obrador que utilizó sus conferencias mañaneras para descalificarlos. Primero los llamó una alianza antinatura entre la derecha, izquierda y centro izquierda. Después recordó que los tres partidos ya habían estado juntos en el Pacto por México que promovió en su sexenio el último presidente priista, Enrique Peña Nieto.

El titular del Ejecutivo cambió su discurso después; de llamarlos "moralmente derrotados" pasó a calificarlos como "un grupo de impresentables que pretende recuperar los privilegios que obtuvo durante gobiernos neoliberales, con el único fin de enriquecerse a costa del pueblo".

Su declaración más reciente ocurrió el 15 de febrero. "La oposición está muy menguada, son impresentables para el 2024" y aseguró que no tenían ningún perfil "puntero" frente a la sucesión presidencial.

En contexto de su declaración ocurre cuando el presidente tiene un año promoviendo a quienes consideró, podrían ser sus principales sucesores naturales. Y los denominó con el término "corcholata". Se trata de la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, el Canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Gobernación Adán Augusto López.

Y los internos…

Rumbo al 2024 Va por México menciono algunos nombres de aspirantes. El panista Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; pero el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha encargado de mantenerlo lejos por eso ha sido frecuente que, en los últimos actos protocolarios de gobierno, se le ubique lejos del mandatario.

El ex candidato presidencial Ricardo Anaya quien se encuentra en Estados Unidos por auto considerarse perseguido político.

El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, a quien Morena frenó mediática y jurídicamente a través de la gobernadora de Morena en Campeche, Layda Sansores. Ella difundió conversaciones privadas sobre las que se inició una investigación local para investigar presunto enriquecimiento ilícito. Y, de comprobarse lo anterior, solicitar su desafuero como diputado federal.

En septiembre de 2022 Moreno buscó al secretario de Gobernación durante la entrega del informe de gobierno para solicitarle una reunión. El resultado de esta fue que el PRI abandonó momentáneamente la coalición y presentó una iniciativa de ley que abrió la puerta a la 4T para ampliar hasta 2028 el tiempo en el que la Guardia Nacional quedaría adscrita a trabajos de seguridad al mando de la Sedena.

Esto causó una casi ruptura con PAN y PRD, misma que Moreno subsanó un mes después cuando regresó a su lado para votar en contra del presupuesto 2023 y la reforma constitucional electoral que envió el Ejecutivo.

Además, el PRD perdió votos en las últimas elecciones y podría estar en riesgo de perder su registro como partido político nacional. Su dirigente Jesús Zambrano ha barajado como probables aspirantes presidenciales al ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles y el ex jefe de Gobierno de CDMX, senador Miguel Mancera.

La coalición fue relanzada el 12 de enero. No obstante, nadie descarta que en cualquier momento pueda volver a fisurarse después de que el PRD manifestó su desacuerdo porque PRI y PAN se repartieron la designación de candidaturas; el tricolor en 2023 para las elecciones del Estado de México y Coahuila; y el blanquiazul rumbo a la sucesión presidencial y elección de gobierno capitalino.

Zambrano declaró a la prensa que la designación de candidatos debía acompañarse de la sociedad civil y organizaciones, para no ser un reparto de cuotas entre institutos políticos.

¿Y MC?

El camino de Movimiento Ciudadano ha sido paralelo, al margen de esa coalición.

En diferentes momentos su dirigencia nacional ha señalado que no se sumarán a Va por México y que apuestan por mantener su y acrecentar su propio capital político de manera individual. Encabeza el gobierno de Jalisco y sumó el de Nuevo León, además de un segundo lugar en Campeche.

Hace tres semanas presentaron un nuevo proyecto político bajo el nombre de Mexicolectivo que presentó una nueva visión de país con una agenda para 2024 para erradicar la pobreza y desigualdad, con base en el respeto a la ley y equilibrio de poderes. Y planteó trabajos paralelos en diferentes sectores que incluyen lo político, deportivo, ambiental, científico, educativo y de salud, entre otros.

Sin embargo, diversos analistas no descartan la posibilidad de que, rumbo a la elección presidencial, Movimiento Ciudadano se sume a una coalición PRI, PAN y PRD con la finalidad de que Morena no repita en 2024 como ganador de la Presidencia de la República.