Eduardo Bohórquez, Director de Transparencia Mexicana, remarcó que el caso de corrupción en Segalmex ocurrió en los primeros meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que el círculo que lo acompañó al poder solo esperaba que les abrieran la puerta para ejecutar sus planes.
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En la mesa de opinión de El Heraldo y La Silla Rota, el experto, que hace unas semanas estuvo en la Cumbre Mundial sobre la Corrupción, realizada en Atlanta, Estados Unidos, hizo énfasis en el mayor caso conocido de corrupción en el actual sexenio del presidente López Obrador, es decir, Segalmex. Donde, dijo, desde el arranque de esa dependencia y se daban los primeros pasos se empezó un desfalco estimado entre los 6,000 y los 15,000 millones de pesos.
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“Y la verdad es que ocurrió en los primeros meses, es decir, el grupo que llegó con López Obrador o a través de López Obrador, pues desde el principio estaba, tenía ya muy planificado dónde iba a ser, que qué se iba a llevar, a dónde, entonces, pues no basta la honestidad de un solo hombre y creo que eso es parte de lo que explica y responde a tu pregunta”, remarcó.
El experto apuntó que la corrupción es un problema sistémico, que no tiene que ver con la identidad nacional. Indicó que en el caso Segalmex los actores de la corrupción fueron ingenieros financieros, abogados, contadores, que sabían lo que estaban haciendo y fueron directo a tratar de abusar de la política social, porque además este es un programa que combina las dos prioridades del presidente, la parte de combate a la pobreza con la parte de combate a la corrupción.
Agregó que estos personajes que llegaron con López Obrador estaban esperando a que les abrieran la puerta, de nuevo o por primera vez, para aprovechar los presupuestos jugosos del gobierno. Indicó que así como Segalmex, esto también ha ocurrido en la industria de la construcción, en el tema de salud, en el caso de energía, entre otros.
Los responsables del desfalco de Segalmex
Eduardo Bohórquez, Director de Transparencia Mexicana, comentó que Ignacio Ovalle, ex titular de Segalmex, conoce a la perfección la operación de la red del gobierno para generar un abasto popular, tanto en el caso de la distribución de productos para regular precios, la parte de precios de garantía en la compra de maíz y otros frijol y otros suministros, pero también en el caso de los lácteos para asegurar mejores precios para la población.
Sin embargo, dijo que lo que sorprende es que este funcionario no haya salido en ningún momento a dar la cara, pero sí el presidente López Obrador para disculparlo, para protegerlo, para arroparlo.
“A mí me encantaría escuchar de viva voz, pues cómo lo traicionaron, creo que eso es algo que seguramente tardará en ocurrir, pero va a ocurrir, no tendrá que dar la cara el titular, porque si una operación que es varias veces más grande que la estafa maestra y que probablemente sea el caso de corrupción conocido más grande no sólo de esta administración, sino de más de una década, pues a lo mejor requiere un poquito más que la protección del presidente para que no tenga que salir a dar la cara”, dijo.
¿Quién debe demostrar la corrupción en Segalmex?
El experto dijo que por ahora se han visto las buenas intenciones de investigar la corrupción en Segalmex, por ahora hay 24 personas que están bajo proceso, el más reciente es el director de administración que se entregó a las autoridades.
Remarcó que quien debe demostrar la culpabilidad de estos personajes es la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que si no presentan los elementos necesarios de prueba, pues se le cae el caso y sencillamente por un tecnicismo o por un asunto legal, el juez opuesto tiene que dejar en libertad a la persona.
Indicó que es en el Ministerio Público donde se hace el nudo que no castiga a los corruptos. “La verdad es que ni Elba Esther Gordillo ni el caso de de Emilio Lozoya o Rosario Robles han terminado con la sentencia de un juez. Es un asunto que todavía quedan a deber los ministerios públicos y la Fiscalía General de la República, porque abrir carpetas de investigación es como abrir folders en Word, tú puedes abrir todas las que quieras.
“El problema es acreditarlas ante un juez y que hagas bien tu trabajo como fiscal y se encuentre responsable a un individuo de lo que se le imputa. Está no se va a ganar en la opinión pública. No, no, no, basta con decir es muy malo, malísimo, mal primo. El compañero o la compañera que participó de un proceso así se lo tienes que probar a un juez y los jueces tienen que hacer valer la Constitución y los derechos humanos”, lanzó.
Las promesas de AMLO contra la corrupción
El experto recordó que, en sus campañas electorales, Andrés Manuel López Obrador pregonaba que iba a erradicar por completo y para siempre la corrupción en México, lo cual era una expresión fuerte y categórica, ya que ni Finlandia, ni Dinamarca, ni Suecia han podido erradicar la corrupción, aunque sí han logrado controlarla.
“La verdad es que no podía ser parte de un discurso muy atrevido, pero. Pero no contaba con bases sólidas para traducir esa promesa en un resultado concreto”, lanzó el experto.
Expuso que el análisis debe llegar hasta el círculo que rodea al candidato, en este caso López Obrador, al llegar al poder, pues estos personajes no son filántropos o demócratas, sino que tienen intereses, por lo que queda de lado si el presidente es un hombre pulcro y da un buen ejemplo desde el máximo cargo en México o algún otro país.
Remarcó que esos intereses se traducen en megaproyectos, en contrataciones, en concesiones, en permisos y todo candidato, por hábil que sea, por honesto que sea, pues la verdad es que encabeza una coalición de intereses, algunos legales y en otras ocasiones ilegales.
“Desde el momento en que se hizo esta aseveración de que la honestidad de un solo hombre iba a servir para cambiar a la República, pues es muy difícil pensar que sólo con el ejemplo las cosas cambian”, resaltó Eduardo Bohórquez.