La Navidad es la época en la que los más pequeños del hogar tienden a dejar volar su imaginación con todas las historias con respecto a Santa Claus, los regalos y toda la "magia" que la Navidad trae consigo en esta temporada, sin embargo, no siempre fue así y es que fue en la década de los cincuentas del siglo pasado cuando el famoso personaje regordete vestido de rojo conocido como Santa Claus llegó a interrumpir las navidades de las niñas y niños en México.
Y es que de acuerdo al medio digital almomento.mx los niños y niñas de aquel entonces fueron testigo de una lucha por el protagonismo de esta época, y por tanto por la repartición de los regalos a los más pequeños del hogar, situación que hace felices a los niños y niñas de los países en donde se lleva a cabo dicha tradición.
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Dicha "guerra" se desató, según el columnista Roberto Fuentes Vivar, por coronarse como el personaje oficial que debía traer los regalos de Navidad a todas las niñas y niños en la noche del 24 de diciembre, y eran dos los contendientes por este protagónico puesto: El Niño Dios y Santa Claus.
Así fue la pelea entre ambos personajes por traer regalos a los niños en Navidad
Vale la pena mencionar que de acuerdo al medio antes referido, antes de la llegada Santa Claus al imaginario social el encargado de repartir obsequios a los niños del mundo era el Niño Dios, el cual representaba la tradición cultural de la religión católica nacional, sin embargo fue en la década de 1950 cuando esto comenzó a cambiar con la llegada de Santa Claus.
Es importante destacar que a su llegada, Santa Claus fue visto por muchos mexicanos como un "extranjero indeseable, portador de una cultura ajena", el cual irrumpía en las tradiciones mexicanas arraigadas en sus pobladores, y la mezcla de este personaje de la cultura anglosajona en nuestro país no ers bien vista, y siguieron la tradición mexicana del Niño Dios.
No obstante no pasaría mucho tiempo para que el nuevo personaje icónico de la Navidad, Santa Claus comenzará a llegar cada vez más a los hogares mexicanos, lo que significaba para muchos un paso hacía la modernidad con respecto a la celebración de Navidad en México, impulsado claro por por la mercadotecnia y los medios de comunicación.
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Fue así entonces que Santa Claus comenzó a crear en las mentes más pequeñas la necesidad de regalos traídos por Santa Claus en Navidad, por lo que se comenzó a vincular con gran fuerza el nombre de Santa Claus "con los regalos, sobre todo con los juguetes; de tal forma que, gracias al señor barbón de traje rojo y blanco el consumismo infantil quedó sembrado en México".
Para desgracia de la tradición católica y mexicana el Niño Dios perdió la batalla y ganó el olvido de las niñas y niños mexicanos que antes de la llegada de Santa Claus esperaban con ansias los regalos que el Niño Dios les traía en la Navidad, es decir durante la Nochebuena.
AJA