Perfiles militares, formados en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), siguen llegando a puestos de control y mando en la Guardia Nacional. En la última semana, militares en retiro han recibido oficios en los que son nombrados como titulares de diferentes áreas de la institución que, hasta hace unos meses eran ocupados por civiles pertenecientes a la extinta Policía Federal.
Así, el mando militar sigue abriéndose paso en la institución creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como un cuerpo de seguridad, establecido en la Constitución, bajo un mando civil.
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Entre los nuevos nombramientos están el de Luis Jaime Pinzón Campos, como titular de la Coordinación de Administración y Finanzas de la Guardia Nacional. El pasado mes de noviembre, Pinzón Campos fue ascendido a General Brigadier en la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Otro de ellos, es el de Óscar Reyes Ávila, nuevo titular de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional. Reyes Ávila también obtuvo un ascenso el mes pasado en el Ejército al ser nombrado como General Brigadier de Armas.
Uno más es el de Jesús Lucio Acosta Castro, el nuevo titular de Control de Confianza de la Guardia Nacional.
Los ascensos fueron aprobados por la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. La funcionaria es la encargada de realizar la administración de la institución, luego de que la Suprema Corte negó el traspaso de la Guardia Nacional al Ejército.
Uno de ellos fue notificado a Luis Jaime Pinzón Campos a través del oficio GN/SPAyLMM/5576/2023, enviado por el comisario David Córdova Campos, titular de la Guardia Nacional el 2 de diciembre de 2023.
“Se comunica usted que la C. Lcda. Rosa Ícela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tuvo a bien designarlo como Titular de la Coordinación Administración x Finanzas de la Guardia Nacional, con fecha 1 de diciembre de 2023”.
Ex elementos de la Policía Federal consideraron que la asignación de militares a áreas centrales de la Guardia Nacional es una simulación del falso control que tiene la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. El personal consultado pidió el anonimato.
“Es una simulación de control. La secretaria Rosa Icela no tiene el control de la dependencia. Los militares dan las órdenes y dictan las reglas que se deben de seguir, ya que ellos aseguran que se debe hacer lo que ellos dicen, por las buenas o malas”, mencionó un elemento.
Otro de ellos comentó que, según, el pasado 8 de diciembre, durante el encendido del árbol de navidad en las Instalaciones de La Guardia Nacional de Legaria, Estado de México, David Córdova Campo, titular de la institución, aseguró que no se acatará lo ordenado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación de transferir la cooperación al Ejército.
“Se burla ante el personal civil en el evento de inicio de las fiestas navideñas donde se prende el árbol de navidad, expresándose de forma por demás burlona que no se acatará la orden de la Suprema Corte de Justicia, que todo seguirá igual, que el mando y el control tanto operativo como financiero lo seguirá manejando personal de Sedena”.
Hasta hace unas semanas en la página de internet de la Guardia Nacional se encontraba disponible un directorio de los elementos que conformaban la institución. Al 13 de diciembre de 2023 solo parecen los nombres de David Córdova Campos, comandante de la Guardia Nacional y el de Contralmirante Gabriel García Chávez, Integrante de la Coordinación Operativa Interinstitucional.
El control militar
La dependencia inició operaciones formales con un estado de fuerza de más de 70 elementos el 30 de junio 2019 a través de una ceremonia en el Campo Militar 1 presidida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al iniciar el despliegue, la intuición estaba conformada principalmente por personal de la extinta Policía Federal, y en su minoría por soldados y marinos. A unos días de finalizar 2023, soldados y marinos son la base de la dependencia.
“La creación de esta Guardia Nacional es algo trascendente, oportuno, se agradece a los legisladores federales, locales, que de manera unánime reformaron la Constitución para permitir que puedan participar las Fuerzas Armadas en auxilio del pueblo de México", mencionó el titular del Ejecutivo el 30 de junio de 2019.
Antes de ser creada, la sociedad civil, organismos internacionales, así como actores políticos se mostraron a favor de que fuera creada bajo el esquema de un mando civil y no en dominio de las leyes militares.
El artículo 4, Capítulo II Fines y Principios de la Guardia Nacional establece: la Guardia Nacional es una institución de seguridad pública, de carácter civil, disciplinada y profesional, adscrita como órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría.
Además, el artículo 21 constitucional lo define como un cuerpo civil, de adscripción civil y bajo mando civil.
“La Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional, cuyos fines son los señalados en el párrafo noveno de este artículo, la coordinación y colaboración con las entidades federativas y municipios, así como la salvaguarda de los bienes y recursos de la Nación. La ley determinará la estructura orgánica y de dirección de la Guardia Nacional, que estará adscrita a la secretaría del ramo de seguridad pública, que formulará la Estrategia Nacional de Seguridad Pública”.
Este año el gobierno federal trató de cambiar el control de la institución a través de una iniciativa presentada por el Ejecutivo para que el control de la Guardia Nacional pasara a manos del Ejército.
El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia quien determinó la prohibición de transferir el mando administrativo al Ejército.
Durante el análisis de la acción de inconstitucionalidad 137/2022, promovida por senadores de la 65 Legislatura del Congreso de la Unión, se analizó la invalidez del Decreto por el que se buscaba reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; Ley de la Guardia Nacional; Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; y Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en materia de Guardia Nacional y Seguridad Pública.
Los ministros invalidaron el traslado de la Guardia Nacional a la Sedena y le impidieron ésta tener facultades orgánicas, administrativas, presupuestales y directivas de la Guardia Nacional, las cuales siguen bajo control de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana (SSPC).
A pesar de ello, con el aval de la secretaria Rosa Icela Rodríguez, los militares siguen tomando el control de la Guardia Nacional.