La construcción de la refinería de Dos Bocas, ubicada en Tabasco, ha sido objeto de controversia debido a los retrasos en su operación comercial. Este proyecto, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha enfrentado críticas y dudas sobre su viabilidad y costos. En este artículo, exploraremos las razones detrás de los retrasos y los desafíos que ha enfrentado la refinería que se prometió en campaña electoral y que a menos de un año de que termine el sexenio aún está inconclusa.
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La refinería de Dos Bocas ha sido considerada como un proyecto estratégico para México, debido a su ubicación en la zona de Tabasco y su conexión con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, otra obra prioritaria del presidente López Obrador que se inaugura inconclusa. El mandatario ha destacado la importancia de la ubicación de la refinería, ya que permitiría un fácil acceso a puertos importantes y facilitaría el transporte de los combustibles producidos.
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En el inicio de la administración del presidente López Obrador, se estimó que la inversión total para la refinería de Dos Bocas sería de 8 mil millones de pesos. Sin embargo, a lo largo del tiempo, esta cifra ha aumentado significativamente. En la actualidad, se estima que la inversión final será de alrededor de 14 mil millones de dólares, lo que representa un incremento considerable.
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Refinería de Dos Bocas: Desafíos y críticas
Uno de los principales desafíos que ha enfrentado la construcción de la refinería de Dos Bocas está relacionado con la falta de un "mando único" en la obra. Aunque legalmente depende de Pemex, operativamente es responsabilidad de la Secretaría de Energía, encabezada por Rocío Nahle García. Esta falta de coordinación ha generado retrasos y dificultades en la ejecución del proyecto.
Además, se ha criticado la falta de análisis previo y la falta de valoración de las dificultades que surgirían durante la construcción de la refinería. Específicamente, se cuestiona la falta de infraestructura para el desalojo de los combustibles producidos en Dos Bocas, lo cual podría afectar la viabilidad operativa del complejo.
Retrasos y costos adicionales
El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza anunció que los trabajos de integración en la refinería de Dos Bocas continuarán hasta inicios del próximo año, lo que representa un revés en el cronograma previamente establecido, destacó Diana Nava en la revista Expansión. Originalmente, el presidente López Obrador y la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle, habían anunciado que la refinería estaría produciendo de manera comercial, procesando 290,000 barriles diarios, en diciembre próximo. Sin embargo, el anuncio de Romero Oropeza pone en duda la realización de esta promesa.
A pesar de que en septiembre pasado se dieron inicio a los trabajos de integración de la refinería, y el presidente informó que la producción de gasolina había comenzado en el complejo, hasta ahora no se ha logrado producir combustible de grado comercial. A pesar de que las principales construcciones de la refinería ya han sido concluidas, parece que se requerirá más tiempo antes de que la instalación esté completamente operativa.
Los retrasos en la construcción de la refinería de Dos Bocas han llevado a un incremento considerable en los costos del proyecto. Aunque inicialmente se estimaba una inversión de 8 mil millones de pesos, las estimaciones actuales sugieren que el costo final podría oscilar entre los 18 mil millones y los 24 mil millones de dólares. Este incremento en los costos ha generado preocupación y críticas por parte de expertos en la materia.
Adicionalmente, la falta de un análisis previo adecuado ha llevado a retrasos en la ejecución de la obra. Aunque se han realizado trabajos de integración de la refinería desde septiembre pasado, aún no se ha producido combustible de grado comercial. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad y eficiencia del proyecto.
¿Para cuándo operará la refinería de Dos Bocas?
El presidente había prometido que la refinería estaría operando cerca de su capacidad máxima para finales de este año. Sin embargo, estimaciones prevén que el proyecto se culmine en 2024, pero proyecciones como la de la Agencia Internacional de Energía (IEA) prevén que la refinería de Dos Bocas no operará al 100% hasta el año 2025.
En conclusión, la refinería de Dos Bocas sigue siendo un proyecto de gran importancia para el gobierno mexicano, y su operación exitosa tendría un impacto significativo en la producción de combustibles y la economía del país; no obstante, el proyecto ha enfrentado retrasos en su operación comercial debido a la falta de coordinación y un "mando único" en la construcción de la obra. Además, los costos del proyecto han aumentado considerablemente, generando preocupación y críticas. A pesar de estos desafíos, el gobierno mexicano sigue comprometido con la finalización exitosa de la refinería y su contribución a la producción de combustibles en el país.