En 47 años dedicados a la partería tradicional, Juana Antonio López ha ayudado a traer al mundo a más de 10 mil bebés; sin embargo, uno de los casos que marcó su carrera es el de una vecina suya que no sabía que tendría gemelos, hasta que llegó el momento del parto.
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Aunque la mujer se atendía sola sus partos, ese día se dio cuenta de que no podía y buscó a Doña Juanita, cómo le dicen de cariño, quien al verla y sentir su vientre detectó que no se trataba de uno, sino de dos bebés.
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“Le hice tacto y venían los piecitos del bebé se veían casi saliendo y le estuve jalando despacito, despacito, los pies hasta que salió. Esperamos un ratito y despu??s le dije ‘ahí viene el otro’ y venía transverso, tuve que hacer lo mismo, buscar los piecitos, extraerlos, para atender el parto”, recuerda doña Juana en entrevista con SuMedico desde Panamá, donde participó como ponente en del Roche Press Day.
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“Traía placentas separadas. No iba preparada para que fueran dos, solo llevaba para uno, pero gracias a Dios todo salió bien y fue el primer parto gemelar que atendí”, expresa aún con orgullo Doña Juana. Ahora las chicas tienen alrededor de 28 años y aún las ve en Oaxaca.
Doña Juanita tiene una unidad, su consultorio, en su casa ubicada en Matías Romero, Oaxaca. Para mantener la higiene y seguridad, nadie puede ingresar, solo ella, Dios y la futura mamá, según sus propias palabras.
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Los retos burocráticos para la partería tradicional
La partería tradicional se enfrenta a varios retos, pues aunque hay cada vez más profesionalización, en el sistema de salud les siguen poniendo trabas en algunos casos y las más afectadas son las madres y sus hijos.
El problema que han enfrentado es que las parteras no tienen acceso a las hojas de nacido vivo, en las que registran a los bebés después del parto, a esto se suma que cuando las mujeres tienen sus hijos con parteras les niegan las vacunas de recién nacido en hospitales de la zona.
“En el Sector Salud si la mujer se alivia con partera, le es negada la vacuna del recién nacido y luego les dicen: ‘por qué te aliviaste con la partera si la partera no te va a dar la vacuna’ y no debería de ser, porque es el derecho del recién nacido”, crítica Juanita.
Reconoce que a ella no le niegan las hojas de nacido vivo, debido a que desde hace 15 años forma parte de la Jurisdicción Sanitaria 2, en Juchitán. Oaxaca, pero es un problema que enfrentan sus compañeras.
Por eso hace un llamado a las autoridades a reconocer la labor de la partería y a “que no sean negadas las constancias de nacido vivo y las vacunas de recién nacido”.
La lucha por los partos humanizados y en reconocimiento de la partería
Vistiendo un vestido bordado color verde y con pequeñas flores del lado derecho de su cabello, Doña Juanita subió orgullosa de su labor al escenario del Roche Press Day en el que este año se habló de “Mujeres, salud y equidad”, con el objetivo de generar cambios y soluciones para mejorar el acceso a la salud para las mujeres de América Latina.
Con 62 años de edad y 47 dedicados a la partería profesional, Juana Antonio dice que no lleva la cuenta de cuántos bebés ha ayudado a traer al mundo, pero que en promedio atiende 6 partos a la semana.
Cuando tenía 11 años, su mamá murió y ella se encargó de cuidar y sacar adelante a sus hermanos. Fue así que a los 15 años comenzó a trabajar con una doctora, primero ayudándole con la limpieza.
“Cuando ya tenía un ratito con ella, me dijo: ‘aprende a inyectar y con dos o tres inyecciones que pongas ya sacaste algo’. Esa fue la motivación que ella me dio primero, pero al yo entrar a la sala de curación me gustó. Después ella me dijo: ‘quieres atender partos’ y le dije: ‘sí’.
“Entonces ella fue la que me enseñó a tratar los partos y a concientizar que yo era mujer como la que estaba pariendo”, enfatiza Juana quien con la partería impulsa los partos humanizados, con los que se evitan casos de violencia obstétrica.
Enfatiza que en un parto humanizado “la confianza” es la clave, se trata de que la madre se sienta cómoda y sepa que las cosas se van a hacer como ella lo prefiera y cómo se sienta más segura.
“El parto humanizado es entender a la mujer, que ella es la protagonista en ese momento que va a dar a luz y ella debe dar a luz como ella lo decida”, destaca.
Resalta también que la partería es una alternativa contra la violencia obstétrica, ya que se le da la confianza a la mujer para que pueda decidir qué quiere.
Para Doña Juanita hace falta más reconocimiento a la labor de las parteras en México, porque “el médico, yo me he dado cuenta, nos ve como un reto, nos ve como la competencia. Yo no me siento competencia de nadie, yo hago lo que puedo hacer y trato de hacerlo con toda la responsabilidad”, enfatiza.
VGB