Emilio Azcárraga Milmo, conocido también como "El Tigre" fue un empresario reconocido en el país debido a su gran fama de ser el dueño de Televisa durante los años 70 y hasta finales de los años 90, cuando ocurrió su fallecimiento. Fue gracias a él que Televisa obtuvo su crecimiento más prolífico en los años 60 y 80, incluso con la compra del equipo de América. Como todo personaje con fama y dinero, su vida personal fue seguida de cerca, sin embargo, pocas personas conocen quién fue su primer amor quién además, años más tarde, sería su primer esposa.
De acuerdo con los autores Claudia Fernández y Andrew Paxman en su libro "El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa", la vida amorosa de Emilio se ve transformada en 1948. Tras un descanso escolar, regresa a México con una visión más allá de su graduación, puesto que su educación, así como su nacimiento se desarrollo en Estados Unidos.
Fue en su regreso a México, durante un paseo anterior que había conocido a Regina Schondube, una joven de alta sociedad, pero que según los autores era diferente, pues era abierta, afable y atractiva. Gina, como también era conocida, era hija de Heine Schondube, un misterioso inmigrante alemán con fortuna proveniente, supuestamente, del contrabando de oro y Aurora Almada, atrae la atención de Emilio.
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También mencionan que a diferencia de otros jóvenes de su edad, Gina era sofisticada y culta, habiendo estudiado idiomas en Canadá. Su relación con su padre es estrecha, y Heine siempre cuidó de su salud, en especial después de que Gina comenzara a sufrir episodios de epilepsia. En el libro se menciona que Gina siempre vio en Emilio un joven apuesto, inteligente y generoso, evidente cuando Emilio auxilia a un caddy herido en un juego de golf.
También menciona que Emilio, al notar que otros pretendientes buscan el afecto de Gina, siente preocupación pero sin inmutarse y sin dejar sus responsabilidades empresariales con su padre, Emilio Azcárraga Vidaurreta. Aunque es menor que Gina por solo ocho meses, los autores mencionan que la madurez física de Gina contrasta con el aspecto juvenil de Emilio. Durante esas vacaciones, Emilio se establece como el novio de Gina, pero la incertidumbre reina al pensar en su regreso a la escuela.
Desde ese el momento en que "El Tigre" considera quedarse en México por Gina, los problemas con su padre ya que esta decisión no agrada para nada a Vidaurreta. Se menciona en el libro que esto se debe a razones pragmáticas más que académicas. Preocupado por una posible devaluación económica en México y el costo de la educación de Emilio en Estados Unidos, finalmente se opta porque Emilio permanezca en México, aunque si decide quedarse, Emilio deberá aprender sobre negocios y ganarse la vida. Comienza vendiendo enciclopedias, y posteriormente, con la ayuda de amigos, se adentra en la venta de radios y televisores.
Los autores mencionan que con el tiempo, la relación entre Emilio y Gina se fortalece, convirtiéndose en una pareja destacada de la alta sociedad. Juntos, disfrutan de eventos sociales, como corridas de toros y lujosas comidas. Viajan con frecuencia, visitando lugares como San Antonio y Acapulco.
Uno de los momentos nodales de la vida de "El Tigre", según se lee en el libro, es cuando el padre de Emilio le pide que se involucre en el negocio familiar. A pesar de la resistencia inicial de Emilio, finalmente accede y comienza a trabajar en XEW-Radio y posteriormente en XEW-TV. Aunque inicialmente muestra poco interés, Emilio introduce innovaciones publicitarias en la televisión, sugiriendo paquetes que ofrecen descuentos a los anunciantes de radio que también transmiten en televisión.
Los problemas entre los Emilios
La influencia de Emilio en el mundo empresarial creció, y se convirtió en una figura destacada no solo en su familia sino también en la sociedad mexicana. El esplendor de esta época se refleja en las celebraciones, donde la elegancia y la cultura se entrelazan, marcando una era dorada en la vida de Emilio y Gina.
La diferencia de perspectivas entre Emilio Azcárraga Vidaurreta y su hijo sobre el futuro y las decisiones vitales se evidenciaba en sus diálogos sobre el matrimonio. "El Tigre" al alcanzar los 21 años, finalmente expresó su deseo de casarse con Gina, pese a las reservas de su padre. De acuerdo con los autores, este último, al rememorar sus tiempos de juventud durante la Revolución y sus logros empresariales, consideraba que su hijo aún carecía de la madurez y experiencia necesarias para fundar una familia.
Sin embargo, los autores mencionan que la influencia y notoriedad de los Azcárraga en México quedó de manifiesto con la magnitud del compromiso matrimonial de Azcárraga Milmo. Las secciones sociales de los periódicos capitalinos solían destacar a Gina, quien, debido a su popularidad, fue homenajeada en varías despedidas de soltera. Los eventos eran organizados por sus amigas y conocidos, quienes residían en zonas exclusivas como Las Lomas y Polanco.
El casamiento y vida en matrimonio: La muerte los separó
El 15 de enero de 1952 marcó la unión civil de Emilio y Gina. Esta ceremonia tuvo lugar en la casa de Heine Schondube, ubicada en Polanco, y fue presidida por Próspero Olivares Sosa, según se menciona en el libro, uno de los jueces más destacados del país. Según el texto, Gina lucía una vestimenta elegante y sencilla, mientras que Emilio resaltaba por su estatura y figura. La élite social del país fue testigo de este evento, con presencias notables como el presidente Miguel Alemán Valdés y el empresario Tomás Branif, entre otros.
Desafortunadamente, la felicidad matrimonial fue efímera. Pocos meses después del enlace, Gina comenzó a mostrar síntomas de una enfermedad grave. Un tumor cerebral, similar al que había quitado la vida a su madre, se manifestó en Gina. A pesar de haber padecido epilepsia por años, nadie sospechaba la gravedad de su condición al momento de casarse.
Según se menciona en el libro, el embarazo de Gina complicó aún más su salud. Pasó largos meses en su habitación, aquejada por intensos dolores. Emilio permanecía a su lado, brindando todo el apoyo posible. Sin embargo, la situación se tornó aún más desoladora al dar a luz. Su hija, que nació prematura, falleció horas después. Gina, gravemente afectada, fue trasladada a Nueva York en busca de tratamiento, donde lamentablemente perdió la vida poco tiempo después.
Emilio Azcárraga Milmo, a sus 22 años y con tan solo ocho meses de matrimonio, enfrentó una pérdida devastadora. También mencionan que aunque contaba con el respaldo familiar y una posición económica privilegiada, la tragedia lo sumió en una profunda tristeza. Posterior a estás parejas tendría 3 más a lo largo de su vida, Pamela de Surmont y Nadine Jean con quién tendría a Emilio Azcárraga Jean, actual dueño y presidente de Grupo Televisa. Su última esposa sería Adriana Abascal con quien también se casaría.
DJC