Carlos Romero Deschamps, político priista que fue líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), falleció este jueves a los 79 años de edad, según fuentes citadas por varios medios de comunicación.
Romero Deschamps renunció en octubre de 2019, durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, al sindicato petrolero.
Este personaje de la política mexicana era originario de Tampico, Tamaulipas, desde donde dio el salto el 25 de junio de 1993 como líder del sindicato petrolero, en sustitución de Sebastián Guzmán Cabrera, éste último había tomado el poder tras la caída de Joaquín Hernández Galicia, La Quina.
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El tamaulipeco lideró al sindicato petrolero por 26 años consecutivos hasta su renuncia el 16 de octubre de 2019.
¿Quién fue Carlos Romero Deschamps?
Nacido el 17 de enero de 1944, en Tampico, Tamaulipas, Romero Deschamps comenzó su carrera en el ámbito petrolero cuando solo tenía 14 años: en 1959 ingresó como trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex) para en 1993 asumir la dirigencia del sindicato.
Se desempeñó como diputado federal, senador, coordinador de campañas políticas para diputados federales y gobernadores.
También ocupó cargos como secretario de la Comisión de Energía en el Senado, secretario de la Comisión de Defensa Nacional e integrante de la comisión de Relaciones Exteriores con Europa.
Desde que entró al STPRM en 1971, ocupó diversos puestos como comisionado nacional para la revisión del contrato colectivo de trabajo, así como asesor del Comité Ejecutivo General, vocal del Consejo General de Vigilancia, secretario de organización y estadística y secretario del interior y acuerdos.
Protegido durante tres sexenios
En los tres gobiernos anteriores al de López Obrador, Romero Deschamps fue exonerado, desde el Pemexgate, hasta una indagatoria que quedaba abierta en un juzgado federal en su contra, misma que prescribió y fue sobreseída, absolviéndolo del delito de peculado.
En esta causa penal se le imputaba de “prestar auxilio para distraer de su objeto importantes cantidades de dinero del presupuesto de egresos de Pemex”, mismas que se otorgaron al STPRM por medio de acuerdos y convenios.
En la investigación abierta por el llamado Pemexgate, la entonces PGR, ahora Fiscalía General de la República (FGR), comprobó que por medio de la firma de varios convenios se desviaron de Pemex mil 580 millones de pesos, de los cuales 640 en el año 2000 acabaron en la campaña presidencial de Francisco Labastida.