A unos días de arrancar el 2023, el panorama en México no es nada alentador, de acuerdo con el reporte Baker Institute en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador buscará el próximo año concentrar más poder con el fin de encaminar a Morena a un triunfo en la elección presidencial de 2024, lo que provocará un deterioro democrático.
El reporte de 33 páginas del centro de estudio México-Estados Unidos del instituto afiliado a la Universidad de Rice en Houston hace un repaso de los escenarios que enfrentará el país a unos días de iniciar el 2023, donde advierte a inversionistas y tomadores de decisiones en Estados Unidos de un deterioro que debilitará a las instituciones gubernamentales y que abre la puerta a una mayor influencia de los grupos del crimen organizado.
El informe presentado por el diario Reforma, hace mención a que el mandatario López Obrador redoblará su agenda, conduciendo a México por un camino de lento deterioro económico y democrático, dejando serios problemas que deberá enfrentar la próxima administración.
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Además el documento del Baker Institute hace referencia los comicios electorales que se registraran en 2023 como son la renovación de las gubernaturas de Coahuila y Estado de México, así como la intentona de Morena y del gobierno federal para controlar los nombramientos de los cuatro nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE).
Sumado a estos escenarios en materia política también se enfrentará graves presiones fiscales sin proveer solución, lo que podría conducir a una grave crisis económica.
Democracia en riesgo
Hace unos días la revista The Economist alertó que la reforma electoral a iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, aprobada en el Congreso el pasado 15 de diciembre, representa un riesgo para la democracia de México.
“Cuando el presidente de México decide que quiere hacer algo, no rendirse fácilmente”, expone el medio en su edición internacional de este 24 de diciembre y asegura que desde 2006 ha existido un rencor por parte de hoy jefe del Ejecutivo contra el órgano electoral, quien asegura que el INE manipuló la votación en las elecciones presidenciales en las que resultó ganador Felipe Calderón.
Pese a que el INE no será desmantelado y sus consejeros seguirán siendo elegidos por votos parlamentarios, en lugar de directamente por el público, además de que el tribunal electoral no se subsumirá en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la reforma electoral “podría significar dar un paso atrás en la línea de un sistema democrático a uno autoritario”, expuso Carlos Bravo Regidor, analista político.