Después de investigar y realizar una serie de acciones en busca de justicia por lo ocurrido a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cuenta con un escenario dudoso respecto a las investigaciones que buscan la verdad ante lo sucedido., de acuerdo con un amplio reportaje del periódico The New York Times y según admitió el propio encargado del caso en la era de la 4T, el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas.
A través de una entrevista con The New York Times, Alejandro Encinas, líder de la comisión de la verdad del caso Ayotzinapa, ha mencionado que muchas de las pruebas que se han presentado como evidencias nuevas no pudieron ser verificadas como reales.
“Hay un porcentaje importante, muy importante, que está todo invalidado”, señaló el funcionario Alejandro Encinas.
Te podría interesar
(Foto: Cuartoscuro)
Te podría interesar
Esta situación se suma a que en torno a las indagatorias del caso se han desechado órdenes de aprehensión giradas en contra de sospechosos militares clave, lo cual se sumó a la renuncia del fiscal principal.
Por lo tanto, pareciera que, de acuerdo con The New York Times, debido a la prisa del gobierno por querer entregar respuestas sobre lo ocurrido en Ayotzinapa, está llevando a los trabajos por la verdad a una serie de tropiezos que ahora se encuentran con pruebas sin sustento y una investigación penal que quitó a personas clave señaladas como sospechosas.
Asimismo, se ha detallado que las dificultades en torno a las investigaciones realizadas por el gobierno se han presentado debido a que los funcionarios que investigan el caso retuvieron información clave entre unos y otros, lo cual afectó directamente los resultados obtenidos.
(Foto: Cuartoscuro)
MENSAJES DE WHATSAPP
Por otro lado, sumado a lo expuesto por el The New York Times, en el mes de abril pasado, Alejandro Encinas logró obtener lo que parecían ser grandes avances en la búsqueda de la verdad de Ayotzinapa ya que consiguió una serie de mensajes de la empresa de mensajería Whatsapp supuestamente enviados por delincuentes, integrantes del ejército y otros funcionarios implicados en la desaparición de los normalistas.
Dentro de dichos mensajes presuntamente se establecía con lujo de detalle la forma en la que los estudiantes habían sido asesinados a manos de los narcotraficantes y donde se habían desechado los restos.
(Foto descriptiva: Cuartoscuro)
Asimismo, se ha afirmado, al igual que lo hizo The New York Times que un alto mando del ejército estaba directamente involucrado en la desaparición de al menos seis estudiantes de Ayotzinapa.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, tras estudios realizados a las supuestas capturas y pruebas de la verdad del caso, se determinó que dichos mensajes se encontraban en duda a causa de que los fondos de marca de agua de la plataforma de mensajería instantánea no correspondían con el formato original de la aplicación de celulares.
Un equipo de investigadores internacionales que han estado siguiendo el caso durante años observaron que el tono de los mensajes de WhatsApp incluidos en el nuevo informe presentado por Encinas, difería del que habían detectado en otras comunicaciones interceptadas.
Tras ello, el propio subsecretario sometió los mensajes a una revisión más exhaustiva y admitió que no se había conseguido verificar muchas de las capturas de pantalla, por lo que se tuvo que desechar varias de ellas.
Las capturas desechadas, “no tienen elementos suficientes para acreditarse”, detalló Encinas y admitió que la fuente que brindó los mensajes podría haber fabricado los mensajes. “Todo es posible”, agregó, pero dijo que a pesar de que los mensajes resultaran ser falsos, aún tiene confianza en su investigación, pues la respaldan otras pruebas.
Lo anterior se suma a lo detallado por el diario The New York Times y a que el equipo de investigación de Alejandro Encinas no cuenta con los teléfonos celulares, así como tampoco se cuenta con un respaldo con peritajes que validen la investigación.
Los mensajes compartidos con Encinas por una sola fuente como una serie de 467 capturas de pantalla, pero el subsecretario no las compartió con la oficina de la fiscalía general a pesar de que, dijo, dichos funcionarios podían haber realizado un análisis forense para verificar la autenticidad de los mensajes.
Ahora, se espera que los investigadores internacionales publiquen su propio análisis de los mensajes a finales de este mes, según confirmó Ángela Buitrago, una de las investigadoras. “Estamos haciendo la verificación para los padres”, dijo.
(Foto: Cuartoscuro)
Por otro lado, los expertos del GIEI señalaron que el citado informe en SEGOB respecto al caso Ayotzinapa debe de ser cotejado con datos proporcionados por la SEDENA.
Encinas persuadió a Tomás Zerón
En febrero, Encinas viajó a Israel para encontrarse a solas con Tomás Zerón de Lucio, ex director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), acusado de poner deliberadamente en peligro la investigación del gobierno anterior al torturar testigos y sembrar evidencias.
Zerón vive en Israel y ha solicitado asilo en ese país, al que en enero pasado México envió un pedido de extradición, del cual no se ha obtenido respuesta.
“Ayúdame a desenmarañar todo esto”, Alejandro Encinas pidió a Zerón, en su reunión en Tel Aviv, información sobre los restos de los estudiantes que podría haber retenido mientras estuvo en el poder. Encinas habría ofrecido el “apoyo del presidente” a cambio de su cooperación, según un audio de la conversación revisado por el medio estadounidense.
Encinas admitió que intentó persuadir a Zerón de que cooperara porque consideraba que tenía información valiosa y que solo le prometió que López Obrador respaldaría un acuerdo que podía haber incluido una sentencia reducida de prisión.
La premura de AMLO
En junio, el presidente López Obrador aseguró que el gobierno había establecido lo que le sucedió a los estudiantes desaparecidos. “Sí, este año va a quedar ya lo de Ayotzinapa”, dijo.
En las semanas siguientes, los funcionarios de la 4T se apresuraron para cumplir esa promesa, lo que los llevó a tomar decisiones que debilitaron su propia investigación, en parte porque las personas que trabajaban codo a codo en el caso no confiaban plenamente unas en otras, expone el New York Times. El informe de Encinas se presentó en septiembre de este 2022, días antes de que se cumplieran 8 años de la desaparición de los estudiantes.
“Tenían que haber hecho algo impecable y no lo hicieron”, Santiago Aguirre, abogado principal de las familias de los normalistas. “Termina pareciéndose mucho a lo de antes, salir sin verificación, más por política que por convicción de tener ya esclarecida la verdad”.
CAO