La Casa Blanca y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunciaron sobre el asesinato de Iryna Zarutska, ocurrido en Charlotte, Carolina del Norte. Ambos señalaron que el caso representa un problema de seguridad vinculado al sistema judicial y a políticas locales.
En un mensaje oficial, la Casa Blanca calificó el ataque como un hecho que pudo evitarse y mencionó que el sospechoso había enfrentado múltiples arrestos por crímenes violentos durante más de diez años. Según la declaración, un juez autorizó su liberación en enero después de su última detención, lo que permitió que permaneciera en libertad hasta el homicidio.
Trump también difundió un mensaje en sus redes en el que pidió “protección, seguridad y orden”. Reiteró que el agresor acumuló varios arrestos y que había sido liberado bajo fianza en distintas ocasiones. Señaló que ese tipo de decisiones judiciales exponen a la población a riesgos mayores.
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El expresidente añadió que vio el video difundido por las autoridades y que el caso ejemplifica la necesidad de cambios en el manejo de la justicia. Insistió en que delincuentes reincidentes deben mantenerse bajo custodia.
El asesinato en Charlotte
Iryna Zarutska, de 23 años, salió de Ucrania a causa de la guerra y se instaló en Charlotte con el objetivo de iniciar una nueva etapa. Buscaba empleo y aprendía inglés en el momento en que ocurrió el crimen. Su familia, que permanece en Ucrania, recibió la noticia después del ataque.
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El homicidio ocurrió el 22 de agosto dentro de un tren ligero de la línea Lynx Blue Line en Charlotte. Cámaras de vigilancia registraron cómo la joven ingresó al vagón a las 9:52 p.m. y se sentó frente a un hombre. Cuatro minutos después, el individuo extrajo un cuchillo y la atacó en el cuello.
La víctima falleció en el lugar y el atacante descendió del tren. Oficiales lo detuvieron en el andén minutos más tarde. Pasajeros que se encontraban en el vagón salieron del sitio en cuanto inició la agresión.
El 5 de septiembre, las autoridades publicaron el video del incidente. El material se convirtió en una pieza clave para la investigación y generó reacciones de dirigentes políticos a nivel nacional.
El perfil del agresor
El sospechoso fue identificado como Decarlos Brown Jr., de 34 años. No tenía domicilio fijo y registraba más de 25 arrestos previos relacionados con delitos menores y alteración del orden. También contaba con antecedentes de problemas de salud mental.
Tras su detención, Brown fue llevado a un hospital y luego trasladado a un centro de detención, donde permanece acusado de asesinato en primer grado. Un juez determinó que no podría salir bajo fianza.
El historial del sospechoso y su liberación en un proceso previo generaron cuestionamientos sobre el sistema de fianzas y la reincidencia criminal. Autoridades locales confirmaron que revisarán procedimientos en el sistema de transporte.
La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, señaló que el caso requiere ajustes en los protocolos de seguridad. La agencia de tránsito CATS informó que revisará la actuación de su personal y las medidas preventivas en estaciones y vagones.
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Reacciones y apoyo a la familia
La difusión del video suscitó críticas debido a su contenido violento, aunque permitió dimensionar la rapidez del ataque. Figuras políticas lo retomaron en el debate sobre seguridad pública y políticas judiciales.
En plataformas de financiamiento colectivo, una campaña para apoyar a la familia de Iryna recaudó más de 75 mil dólares. Otra campaña que buscaba recursos para la defensa legal de Brown fue retirada por los administradores del sitio.
El caso continúa bajo investigación judicial y mantiene la atención tanto en Carolina del Norte como en foros políticos nacionales.
VGB