Nueve exdirectores y directores interinos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) criticaron y lanzaron advertencias sobre los cambios que el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., ha implementado en la agencia, describiéndolos como "alarmantes" y sin precedentes en la historia de Estados Unidos.
Las críticas se intensificaron tras la destitución de la directora Susan Monarez y señalan recortes significativos y una preocupante dirección en las políticas de salud pública.
En un artículo de opinión publicado en el New York Times y que retomó The Hill, exlíderes que han servido en todas las administraciones desde el expresidente Carter, expresaron su profunda preocupación por el "impacto de amplio alcance" de las decisiones de Kennedy.
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Despidos y “salud pública como arma”, entre las principales quejas
Entre sus quejas se incluyen el despido de miles de trabajadores de la salud, la cancelación de inversiones en investigación médica, la sustitución de expertos en comités asesores y el fin del apoyo a programas mundiales de vacunación.
Una de las principales preocupaciones radica en el despido de Susan Monarez, a quien Kennedy juramentó como "experta en salud pública con credenciales científicas intachables" el 31 de julio. Sin embargo, semanas después, fue destituida por negarse a aprobar sus "peligrosas e infundadas recomendaciones sobre vacunas" y a atender su exigencia de despedir a altos funcionarios de los CDC.
Los exdirectores aplaudieron a Monarez por "defender a la agencia y la salud de nuestras comunidades", afirmando que ninguno de ellos habría accedido a las demandas del secretario.
La destitución de Monarez, ordenada por la oficina del presidente Donald Trump, provocó la renuncia de al menos otros cuatro altos funcionarios de los CDC, quienes acusaron a la administración de utilizar la salud pública como arma.
Los exdirectores subrayaron que las peticiones de Kennedy a Monarez "no son peticiones típicas de un secretario de salud a un director de los CDC. Ni de lejos".
Los críticos argumentan que la agencia está sufriendo gravemente y que la pérdida de Monarez y otros altos directivos dificultará considerablemente que los CDC cumplan su misión de proteger a los estadounidenses de amenazas a su vida y salud, una labor que han realizado durante casi 80 años.
Hicieron un llamado al Congreso para que aumente su autoridad de supervisión, a los gobiernos estatales y locales para que cubran las brechas de financiación, y a la filantropía y el sector privado para que incrementen las inversiones comunitarias.
También enfatizaron que el personal de los CDC, que trabaja "heroicamente", merece un secretario del HHS que defienda la salud, apoye la ciencia y los respalde.
Contexto
La polémica en torno al liderazgo de Robert F. Kennedy Jr. al frente del Departamento de Salud y Servicios Humanos ha encendido las alarmas en la comunidad médica y científica de Estados Unidos. El despido abrupto de Susan Monarez, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y la renuncia en cadena de otros altos funcionarios, representan un punto crítico en una agencia que es pilar en la protección de la salud pública del país.
Además, la intervención de Kennedy —conocido por sus posturas antivacunas y teorías cuestionadas científicamente— ha sido vista por exdirectores de los CDC como una amenaza directa a la independencia científica, la credibilidad institucional y la capacidad del país para responder ante emergencias sanitarias como pandemias, brotes de enfermedades infecciosas y crisis globales de salud.
La Casa Blanca defiende despido de Monarez
La Casa Blanca y Kennedy han defendido el despido de Monarez. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró que el presidente tiene la autoridad para despedir a quienes no estén alineados con su misión. Leavitt añadió que el presidente y el secretario Kennedy están comprometidos a "restaurar la confianza, la transparencia y la credibilidad de los CDC", fortaleciendo el sistema de salud pública y su misión principal de proteger a los estadounidenses de enfermedades transmisibles.
Un día después del cese de Monarez, el gobierno de Estados Unidos nombró a Jim O'Neill, subsecretario del HHS y asesor clave de Kennedy, como director interino de los CDC. O'Neill continuará desempeñando su labor como adjunto del secretario de Salud mientras dirige la agencia. La destitución de Monarez también coincidió con la aprobación de una nueva tanda de vacunas anticovid limitadas a la población de "alto riesgo" previa consulta médica, y la retirada de la autorización para su uso de emergencia.
¿Quién firmó el acuerdo?
Los exdirectores que firmaron el artículo de opinión incluyen a figuras como William Foege, David Satcher, Tom Frieden y Rochelle Walensky, quienes sirvieron en diversas capacidades a lo largo de varias décadas. Su declaración conjunta resalta la magnitud de las preocupaciones en la comunidad de salud pública respecto a la dirección actual de los CDC.
¿Por qué es importante el tema para Estados Unidos?
Los CDC han sido durante casi 80 años el organismo responsable de coordinar respuestas contra enfermedades infecciosas, desastres naturales y crisis sanitarias. Su debilitamiento pone en riesgo la capacidad del país para reaccionar de forma oportuna y efectiva.
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El intento de imponer visiones políticas o ideológicas por encima del consenso científico, como han advertido los exdirectores, puede generar desconfianza ciudadana, afectar la vacunación y desinformar en temas críticos como el covid-19, el dengue, la viruela del mono o la gripe estacional.