El gabinete de seguridad de Israel aprobó el viernes 8 de agosto un plan para intensificar su ofensiva en la Franja de Gaza y ocupar progresivamente la Ciudad de Gaza, actualmente fuera de su control operativo. La estrategia, impulsada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, contempla una transformación radical del territorio palestino, excluyendo tanto a Hamás como a la Autoridad Palestina de su eventual administración civil.
Según el comunicado oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para desplegar tropas en la zona, acompañadas de un plan humanitario para civiles fuera del área de combate.
El plan ha sido criticado por organismos internacionales y gobiernos de todo el mundo. Organismos como la ONU han criticado duramente el plan. El alto comisionado de Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que una mayor ofensiva “resultará en más asesinatos, sufrimiento y crímenes atroces”. Países como Reino Unido, Alemania, China y Turquía han condenado la decisión.
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Aunque Israel aún no ha precisado cuándo comenzará a "tomar el control" del territorio, algunos medios israelíes sugieren que el ejército ordenará la evacuación de los residentes primero. El gabinete también acordó brindar "ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate", aunque no se ha aclarado si será una nueva forma de ayuda o si se entregará a través de la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza.
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De acuerdo con la BBC Mundo, se resumen las cuatro claves de este plan:
Los "principios" del plan:
- Desarme de Hamás.
- Devolución de todos los rehenes, tanto vivos como muertos.
- Desmilitarización de la Franja de Gaza.
- Control de seguridad israelí sobre la Franja de Gaza.
- Existencia de un gobierno civil alternativo que no sea liderado por Hamás ni la Autoridad Palestina.
Benjamin Netanyahu ha afirmado que su gobierno busca expulsar a Hamás para garantizar la seguridad de Israel y permitir que la población de Gaza se libere, pero ha enfatizado que Israel "no quiere conservarla" ni "gobernarla", sino tener un "perímetro de seguridad".
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Divisiones internas en Israel
A nivel interno, el plan no cuenta con consenso. Más de 600 exfuncionarios de seguridad nacional pidieron suspender la guerra. Señalan que ocupar Gaza provocará un conflicto tipo insurgencia, dañará la imagen internacional de Israel y pondrá en riesgo a soldados y civiles.
Incluso altos mandos del ejército han mostrado reparos a las órdenes de Netanyahu. A pesar de esto, el primer ministro parece decidido a "acabar con Hamás".
El número de palestinos desplazados
Se estima que la ocupación completa de Gaza forzará el desplazamiento de aproximadamente un millón de residentes más al sur. Actualmente, la mayoría de los dos millones de habitantes de Gaza ya se han desplazado repetidamente y viven en campamentos en condiciones precarias.
El Ministerio de Salud de Gaza reporta más de 61,000 palestinos muertos en la ofensiva israelí, en su mayoría mujeres y niños. Algunos palestinos, como Sabrine Mahmoud, se niegan a abandonar sus hogares nuevamente, tras haber sufrido en desplazamientos anteriores. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha instado a la comunidad internacional a impedir el plan, calificándolo de un intento de "desplazar por la fuerza a los palestinos de su propia tierra".
¿Qué pasa con los rehenes en poder de Hamás?
El propio ejército de Israel ha advertido que una expansión de la ofensiva pondría en peligro a los 20 rehenes israelíes que se cree que siguen vivos en esas zonas. Las familias de los rehenes comparten esta preocupación, considerando la decisión como una "sentencia de muerte" y creen que la única forma de liberar a sus seres queridos es mediante un acuerdo negociado.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas ha declarado que la "expansión de los combates solo pone en mayor peligro" a los rehenes y acusa al gabinete de seguridad de ignorar advertencias militares y la voluntad popular.
