La jueza Kathleen Williams del Distrito Sur de Florida frenó este jueves la construcción del nuevo centro de detención migratoria Alligator Alcatraz (Alcatraz de los caimanes) mientras analiza una demanda de grupos ambientales contra el sitio, que abrió hace un mes en medio de la zona natural de los Everglades de Florida.
Se trata de una suspendió inmediata por 14 días, donde se ordeba frenar la instalación de nueva infraestructura, pavimentaciones, excavaciones y cercado, informó Friends of The Everglades, asociación que lidera la demanda.
La demanda de esta organización, la Tribu Miccosukee y Center for Biological Diversity busca frenar por razones ambientales el centro, con una capacidad actual para 2,000 personas y que espera crecer a 4,000, según expuso el mes pasado la División de Gestión de Emergencias de Florida (DEM).
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El proyecto habilitado a inicios de julio y construido con apenas una semana sin cunplir con las eveluaciones ambientales obligatorias, se transformó en un campo con tiendas de campaña y remolques para alojar a migrantes, se encuentra en un entorno de humedales infestados de caimanes y pitones.
¿Por qué es importante el tema del Alcatraz?
Como estrategia política, se enmarca en la política dura del presidente Trump y del gobernador Ron DeSantis, con énfasis en deportaciones masivas, uso de emergencia estatal y aislamiento físico para desalentar el cruce de migrantes.
Sobre los derechos humanos que están en juego, críticos advierten que se trata más de un "campo de concentración moderno", con condiciones riesgosas para detenidos sin condena.
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Además, alertan del impacto ambiental y cultural, ya que se levantó sin revisión ambiental ni consulta a comunidades indígenas, y puede afectar ecosistemas frágiles y tierras ancestrales.
¿Qué es Alligator Alcatraz?
El centro de detención migratoria Alligator Alcatraz ubicado en Dade-Collier Training and Transition Airport, dentro de Everglades, cerca de Miami. Tiene capacidad para hasta 5,000 personas, construido en solo ocho días y con un presupuesto de 450 millones de dólares anuales.
El centro de reclusación migrante ha generado una ola de críticas por sus condiciones inhumanas, alberga a más de 750 migrantes, muchos de ellos retenidos en jaulas improvisadas quienes han denunciado escasez de agua potable, comida en mal estado y carpas sobrepobladas sin ventilación adecuada.
Impacto ambiental y cultural
El centro se construyó sin estudios de impacto ambiental, lo que ha generado preocupación por los efectos irreversibles que pueda causar sobre uno de los ecosistemas más delicados de América del Norte. Se estima que más de 2,000 especies —algunas en peligro de extinción— habitan la zona.
Por su parte, organizaciones como mikasuki y los seminolas consideran esta construcción un acto de profanación, y han interpuesto demandas en tribunales estatales y federales para detener su expansión.
Cabe señalar que durante la visita del 1 de julio, el presidente Trump sostuvo que los migrantes serían disuadidos por la fauna del lugar. En tono jocoso, dijo:
“Les vamos a enseñar a huir de un caimán. No corran en línea recta, no corran en zig-zag… quizá así sube su supervivencia un 1%”.
Se mostró orgulloso de la “seguridad natural” que aportan caimanes y pitones, reforzando la idea de una cárcel inexpugnable
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