Diversos países iniciaron un proceso de repliegue en la digitalización de las aulas y avanzan en la recuperación de métodos educativos tradicionales. Gobiernos y autoridades educativas adoptan restricciones al uso de dispositivos electrónicos en las escuelas y promovieron el regreso de libros de texto y escritura manual.
El debate gira en torno a los beneficios y limitaciones de las pantallas frente a las prácticas clásicas de enseñanza. Mientras algunos sistemas educativos invierten en infraestructura digital, otros reconsideran el papel de la tecnología y priorizan la escritura a mano como herramienta formativa.
La escritura a mano y el aprendizaje
Estudios recientes mostraron que la escritura manual favorece la retención de información y el aprendizaje. Una investigación de la Universidad Johns Hopkins, publicada en Psychological Science, comparó a estudiantes que tomaban notas a mano con aquellos que utilizaban un ordenador. Los primeros recordaron mejor los contenidos y procesaron la información con mayor profundidad.
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La escritura manual también se vinculó al desarrollo de la motricidad fina y la coordinación ojo-mano. Niños que escribieron de forma tradicional mostraron avances en ortografía y gramática, ya que prestaron mayor atención a las palabras durante la actividad.
Otro estudio, publicado en Frontiers in Psychology, identificó que la escritura manual activa redes cerebrales más extensas que la mecanografía. Las regiones implicadas corresponden a la memoria, el procesamiento sensorial y la atención. La complejidad del trazo manual requiere coordinación entre visión, comandos motores y retroalimentación sensorial, lo que involucra al cerebro en mayor medida.
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Avance de las restricciones digitales
A inicios de este año, La UNESCO reportó que los sistemas educativos con restricciones a celulares en las aulas pasaron de 60 a finales de 2023 a 79 en 2025. Esa cifra representa cerca del 40% de los países adheridos al Informe GEM.
Entre los casos recientes se encuentran Francia, Brasil, Corea del Sur, Países Bajos, China, Nueva Zelanda, Canadá, Finlandia, Dinamarca, Hungría, Italia, Argentina, Bélgica y Reino Unido.
En España, comunidades como Cataluña retirarán progresivamente pantallas en educación infantil y mantendrán la prohibición de móviles y relojes inteligentes en clase. Regiones como Murcia, Asturias, Baleares y Galicia también revisan normativas en el mismo sentido.
Suecia, considerada referente en digitalización, modificó su política y anunció inversiones para recuperar libros de texto en las aulas. La medida marcó un giro en la estrategia educativa del país.
Resultados observados
Estudios en Bélgica, España y Reino Unido mostraron que la prohibición de celulares mejoró los resultados de aprendizaje, en especial entre estudiantes con bajo rendimiento. También se observaron efectos positivos en la reducción del acoso escolar, el aumento de la concentración y la mejora de la autoestima.
En Países Bajos, tras la prohibición de smartphones en 2024, estudiantes de secundaria incrementaron su nivel de concentración en 75% y elevaron el rendimiento académico en 28%. Investigadores reportaron además un mejor ambiente social y relaciones interpersonales más sólidas.
Perspectivas y debates
La UNESCO advirtió que las restricciones no deben convertirse en una barrera total frente a la tecnología. El organismo sostiene que la escuela debe exponer a los estudiantes a riesgos y oportunidades digitales, siempre que los dispositivos cumplan una función clara en el aprendizaje.
Especialistas señalaron que el uso excesivo del teclado puede generar fatiga ocular, dolores de cabeza y problemas de postura. También advirtieron que la digitalización sin análisis crítico desplazó la escritura manual y redujo la capacidad de memorizar y sostener la atención. Algunos investigadores plantearon el riesgo de un “ciberproletariado” limitado a un consumo pasivo de contenidos.
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Hacia un equilibrio
La UNESCO promueve un enfoque humanista que combine innovación digital y métodos tradicionales. La organización plantea la necesidad de alfabetización digital en docentes y alumnos, sin abandonar la escritura a mano en la educación básica.
Expertos recomiendan mantener la escritura manual en procesos de alfabetización infantil y primaria. No se trata de excluir por completo los teclados, sino de garantizar que no sustituyan totalmente la práctica manual.
El reto señalado por investigadores y autoridades educativas se concentra en integrar limitación tecnológica, alfabetización digital y cooperación entre familias, maestros y gobiernos. Ese modelo pretende asegurar un aprendizaje equilibrado y la formación de estudiantes con capacidades críticas frente a las herramientas digitales.
VGB