El dirigente opositor Henrique Capriles cuestionó la expectativa de una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela y calificó esa salida como una "fantasía" que alimenta la inacción política. En entrevista con BBC News Mundo, subrayó que pedir acciones militares externas significa desconocer las consecuencias humanas y políticas de un escenario bélico.
“Lo primero es que yo estoy en Venezuela, no estoy viendo las cosas desde fuera de nuestras fronteras. Hay normas internacionales, la carta de Naciones Unidas. El mundo necesita reglas y, además, en lo personal, soy antiguerra”, afirmó.
Agregó que “la mayor parte de las personas que quieren una solución militar y que llegue una invasión de Estados Unidos, no viven en Venezuela. Ni siquiera miden cuáles son las consecuencias de ello. Se pierden vidas humanas”.
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Capriles insistió en que rechazar la guerra no equivale a respaldar al gobierno de Nicolás Maduro: “En conclusión, el oponerse a la guerra no significa defender un régimen o defender a un gobierno de facto, sino pensar en la gente”.
Y reiteró: “No he creído nunca en las acciones militares. Además, la política que claramente plantea el presidente de Estados Unidos consiste en defender los intereses de su país, no de otro país”.
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Negociación y soluciones políticas
Para Capriles, el camino pasa por la negociación directa. “La política es el arte de la negociación. Creo en las negociaciones y en que todos los esfuerzos siempre deben evitar la guerra”, señaló. Llamó a trabajar sobre realidades y no sobre expectativas externas: “Hay que trabajar sobre realidades, no sobre la fantasía que, al final, genera una gran decepción”.
El opositor defendió que Estados Unidos participe en un proceso de diálogo por su papel en el régimen de sanciones. “En ese proceso es donde EU tiene que involucrarse porque son los dueños de las sanciones. Eso pudiera terminar, por ejemplo, en una nueva elección en Venezuela con condiciones y garantías democráticas”, explicó.
Capriles también sugirió que Washington explore una interlocución directa con Caracas. “Si tienes una interlocución privilegiada dile a EU que se sienten con Maduro a negociar”, expresó, y agregó que desmontar el “conflicto existencial” entre extremos políticos evitaría que el país permanezca en un punto muerto.
Participación electoral y abstención
El dirigente defendió su decisión de participar en elecciones a pesar de las condiciones adversas. “Para mí, siempre será mejor hacer algo a quedarse de brazos cruzados. Llamar a quedarse en la casa y a que los venezolanos no nos expresemos —como pasó— no cambió nada después del 25 de mayo”, dijo.
Consideró que las elecciones, incluso con limitaciones, siguen siendo un canal de expresión ciudadana: “Las elecciones siempre serán la posibilidad de que los venezolanos, a pesar de las condiciones, alcemos nuestra voz”. Rechazó la abstención como estrategia opositora: “La abstención, la nada, la que divide a la oposición”.
Capriles advirtió que promover la espera de una solución desde Estados Unidos desmoviliza a la sociedad. “Pedirle a un país que entre en la inacción, vendiendo la idea de que aquí viene una solución desde Estados Unidos y aquí nadie debe hacer nada porque ya vienen los barcos, es jugar con la esperanza de los venezolanos”.
Críticas a la oposición y al personalismo
Capriles reconoció que “Maduro está hoy en el poder y no hay ninguna señal de que haya una fractura interna dentro de la institucionalidad que lo defiende y apoya. Entonces, tenemos que pensar: ¿qué hacemos?, ¿cómo destrancamos este juego?”.
Sobre la oposición, afirmó: “La oposición hoy es una mayoría, pero absolutamente fragmentada. No es verdad que la oposición está unida en un solo propósito”. Cuestionó además el predominio de liderazgos personalistas: “En Venezuela, hay que despersonalizar un poco las cosas. Porque la oposición es un gran colectivo, aquí no hay un dueño o dueña de la oposición”.
Al referirse a María Corina Machado, señaló: “Uno de los problemas que tiene María Corina Machado es que cree que todo le pasa solamente a ella”. Y sobre los presos políticos aclaró: “Para mí los presos no son propaganda”.
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Sanciones económicas
Finalmente, Capriles evaluó el impacto de las sanciones internacionales. “Siento que en la medida que debilitas el tejido social del país, el venezolano se vuelve más dependiente del régimen de Maduro. Por ello, creo que las sanciones han sido poco eficientes en términos de generar un cambio político”.
Reconoció que la política de sanciones corresponde a Estados Unidos, pero insistió en que si Maduro expresa disposición, ambas partes deberían sentarse a negociar. “Ahora, quien decide sobre las sanciones económicas es EU, no soy yo. Y EU. tiene otra visión sobre las sanciones. Bueno, si la tiene y Maduro dice estar dispuesto a negociar, siéntense a negociar”, concluyó.
VGB
