Un caso denominado “watergate del agua” o “fraude del agua” generó impacto en la industria del agua embotellada en Francia. Perrier, marca francesa de amplia distribución, y su propietaria Nestlé, fueron señaladas tras revelaciones publicadas por Le Monde y Radio France. Los reportajes indicaron el uso de tratamientos prohibidos en la producción y un presunto encubrimiento por parte del gobierno francés.
De acuerdo con los reportajes, Nestlé utilizó filtración por carbón activado, luz ultravioleta y microfiltración para tratar el agua de algunos pozos con contaminación bacteriana. La normativa de la Unión Europea establece que el agua mineral natural no debe desinfectarse ni modificarse en su composición y debe mantenerse libre de contaminación. Estos tratamientos están prohibidos para productos con esa etiqueta.
Estimaciones señalan que al menos un tercio del agua mineral comercializada en Francia recibió esos procesos. Marcas como Vittel, Hépar y Contrex, también pertenecientes a Nestlé, figuran en la investigación.
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Gobierno francés encubre el fraude
Autoridades francesas conocían el uso de esos sistemas desde al menos 2021. Una comisión del Senado concluyó que el Ejecutivo encubrió a Nestlé y aplicó una estrategia de ocultamiento desde octubre de ese año. Documentos señalan que la oficina del presidente Emmanuel Macron recibió información en 2022 y que se realizaron reuniones entre Alexis Kohler, entonces secretario general de la presidencia, y directivos de Nestlé.
A pesar de advertencias sanitarias sobre la limitada eficacia de los tratamientos contra virus, el gobierno no inició acciones legales en 2021 y permitió que la empresa continuara su producción.
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Contaminación detectada y medidas adoptadas
Contexto: En algunos envases y pozos de Perrier se identificaron bacterias intestinales patógenas y bacterias fecales. Esto llevó a destruir millones de botellas, incluyendo 300,000 en abril de un año y dos millones en 2024. Informes de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo (ANSES) mencionaron la detección de virus entéricos y bacterias indicadoras asociadas a contaminación fecal.
Un informe confidencial de enero de 2023 solicitó la suspensión de la autorización de explotación de las plantas de Nestlé. Indicó que el agua extraída no cumplía criterios de salubridad microbiológica. El gobierno afirmó que no existía riesgo directo para la salud pública y que el agua tratada era apta para consumo, aunque reconoció que no se garantizaba la pureza de los acuíferos.
Consecuencias para Nestlé y Perrier
En 2024 Nestlé admitió el uso de tratamientos prohibidos y pagó una multa de 2 millones de euros para evitar procesos judiciales. La marca Perrier enfrenta la posible pérdida de su etiqueta de “mineral natural”.
La compañía lanzó la línea Maison Perrier, sin dicha certificación, lo que le permite aplicar filtraciones legales. La prefectura de Gard ordenó retirar los sistemas de filtración para conservar la etiqueta de agua mineral natural. Nestlé declaró que modificó los equipos, aunque la prefectura rechazó en mayo un nuevo sistema de microfiltración para un manantial de Perrier. La empresa solicitó la certificación de agua mineral natural para dos de sus cinco pozos.
Factores ambientales y perspectivas
Hidrólogos señalaron que el cambio climático influye en la calidad del agua, en especial en el sur de Francia, región propensa a sequías prolongadas y lluvias intensas. Caudales bajos o temperaturas altas favorecen la concentración de contaminantes, mientras que lluvias abundantes pueden llevar bacterias a pozos profundos.
La hidróloga Emma Haziza estimó que situaciones como la ocurrida en Perrier podrían presentarse en otras plantas en los próximos años.
Estimación del fraude y acciones legales
La agencia francesa de control del fraude calculó el valor total del fraude en más de 3,000 millones de euros. Se destacó que el agua mineral natural se vende entre 100 y 400 veces más cara que el agua de grifo, lo que genera cuestionamientos sobre el valor percibido por el consumidor.
El gobierno francés consultará a la Comisión Europea sobre la normativa que regula la pureza del agua mineral natural. Una investigación judicial está en curso tras una denuncia de la ONG Foodwatch contra Nestlé Waters y Sources Alma por presunto engaño al consumidor.
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El caso es relevante porque expone cómo una práctica industrial puede desafiar regulaciones diseñadas para proteger la salud pública y la transparencia comercial. Revela la tensión entre intereses económicos y normativos, así como el impacto de la gestión gubernamental en la confianza ciudadana.
También plantea un debate sobre el valor real del agua embotellada frente a su imagen de pureza, en un contexto global de creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad de los recursos hídricos.
VGB