El 24 de julio del 2025 se apagó una de las estrellas más grandes del ring: Hulk Hogan, leyenda de la WWE y todo un ícono del entretenimiento en Estados Unidos, falleció a los 71 años en su casa en Florida, aparentemente a causa de un paro cardíaco. Su nombre real era Terry Gene Bollea, pero para millones fue siempre ese luchador rubio de bigote inconfundible que gritaba “¡Brother!” mientras rompía camisetas.
Siempre fue polémico, ya que estuvo involucrado en escándalos por esteroides, comentarios racistas y su cercanía con Donald Trump, a quien apoyó públicamente. Aun así, para muchos fans será siempre el “Verdadero Americano”, esa figura que marcó una era dorada de la lucha libre.
¿Hulk Hogan era amigo de Donald Trump?
Aunque durante años Hulk Hogan quiso mantener la imagen de héroe del ring y tipo ejemplar, su vida personal no estuvo libre de controversias que poco a poco fueron apagando el brillo de su fama. Muchos fans le dieron la espalda tras varios tropiezos que lo pusieron en el ojo del huracán.
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En 1994, tras años de negar el uso de esteroides, Hogan terminó por confesar —bajo inmunidad— que los había usado por más de diez años. Esto ocurrió en pleno juicio contra Vince McMahon, el dueño de la WWE. A eso se sumaron más tarde declaraciones racistas y su cercanía con figuras políticas como Donald Trump, que avivaron aún más la polémica. Aunque su legado en la lucha es innegable, su reputación fuera del ring siempre estuvo en juego.
La "Trumpamanía" de Hulk Hogan: su amistad con el presidente también dio de qué hablar
Mientras miles de fans lamentaban la partida de Hulk Hogan y las redes se llenaban de homenajes, muchos también recordaron una de sus apariciones más comentadas: su participación en la Convención Republicana de 2024, donde hizo lo suyo al estilo Hogan. Durante su discurso en Milwaukee, el 21 de agosto, se arrancó la camisa y el saco —como en sus mejores años en el ring— para gritar: “What you gonna do when Trumpamania runs wild on you, brother?” Sí, lo hizo.
Y es que la relación entre Hogan y Donald Trump no era ninguna sorpresa. El exluchador siempre se mostró como un firme admirador del expresidente, lo mencionaba seguido en entrevistas, y hasta lo acompañó en eventos del Partido Republicano. Incluso cuando lanzó su marca Real American Beer en 2024, Trump lo apoyó desde su red Truth Social, diciendo que la cerveza tenía un “gran diseño y mejor sabor”.
Su figura se volvió parte de la cultura pop gringa, e incluso del discurso político. Su show en la convención quedó como una postal inolvidable: el “Hulkster” no solo fue un ídolo del ring, también se convirtió en uno de los rostros más llamativos del trumpismo.
Hulk Hogan: la importancia del luchador que se volvió leyenda dentro y fuera del ring
Contexto: Hulk Hogan no solo fue una superestrella de la WWE, fue la superestrella. Desde su debut en 1979, no tardó en volverse el rostro más famoso de la lucha libre en todo el mundo durante los años 80. Se coronó campeón en seis ocasiones, protagonizó los eventos más épicos de la empresa —como WrestleMania III donde venció a André el Gigante— y terminó siendo parte del Salón de la Fama por méritos más que obvios.
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Pero su historia no se quedó en el cuadrilátero ya que fue de los primeros en dar el salto al cine con papeles como el rival de Rocky en Rocky III, además de aparecer en películas familiares y hasta tener su propio reality show, Hogan Knows Best, donde mostraba su vida al lado de su familia. Todo esto mientras su grito de guerra, "¡Hulkamania is running wild!", quedaba grabado en la memoria de millones.
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Durante los años 80 y 90, el “Hulkster” era una figura infaltable en la televisión: talk shows, comerciales, series animadas así se convirtió en mucho más que un luchador. Fue un ícono pop que ayudó a transformar la lucha libre en un fenómeno global que mezclaba acción, espectáculo y celebridad.
LSHV