El conflicto armado entre Irán e Israel ha trascendido el campo de batalla físico y se ha extendido al ciberespacio, con ambos países lanzando ataques cibernéticos como parte de su confrontación, reportó la periodista Maggie Miller en el portal de noticias Politico.
Mientras los enfrentamientos visibles han incluido el uso masivo de misiles y drones, expertos advierten que las ofensivas digitales también se están intensificando y podrían impactar a países terceros, entre ellos Estados Unidos. Las recientes acciones militares estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes han elevado las alertas sobre posibles represalias en forma de ciberataques dirigidos a infraestructura crítica estadounidense, como redes eléctricas, plantas de agua y sistemas financieros.
“El ciberespacio es una de las herramientas de la guerra asimétrica iraní”, explicó Alex Vatanka, investigador principal del Middle East Institute. Por su parte, el Sistema Nacional de Avisos de Terrorismo de Estados Unidos emitió una alerta sobre posibles ataques contra redes y dispositivos conectados a internet en territorio estadounidense, especialmente aquellos con bajos niveles de seguridad.
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El presidente del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, confirmó que el Comando Cibernético de Estados Unidos ha brindado apoyo en las recientes operaciones, sin ofrecer más detalles. Voceros de esa entidad y de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) declinaron hacer comentarios.
Desde la semana pasada, grupos de infraestructura crítica en Estados Unidos han instado a reforzar medidas de protección. Jen Easterly, exdirectora de la CISA, señaló en una publicación en LinkedIn que las organizaciones deben mantener “los escudos arriba” ante la posibilidad de actividad cibernética maliciosa. Recordó que Irán tiene antecedentes de ataques contra infraestructura civil, incluyendo sistemas de agua, instituciones financieras y redes gubernamentales.
Tanto Irán como Israel cuentan con capacidades cibernéticas desarrolladas. Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, ambas naciones han intercambiado ataques digitales. En ese contexto, un grupo iraní se atribuyó la infiltración a un hospital israelí, mientras que un grupo proisraelí respondió con un sabotaje masivo a estaciones de gasolina en Irán.
La última semana se han registrado ataques a instituciones financieras iraníes y campañas de desinformación dirigidas a desestabilizar a la población israelí. El grupo de hackers “Predatory Sparrow” se adjudicó un ataque contra el Banco Sepah de Irán y el supuesto robo de 90 millones de dólares de la plataforma de criptomonedas Nobitex. También se difundieron videos que mostraban a la televisión estatal iraní transmitiendo mensajes contrarios al régimen.
Como respuesta, el gobierno iraní impuso un apagón de internet a nivel nacional, medida que se mantenía vigente hasta el domingo. Asimismo, funcionarios iraníes fueron instruidos para dejar de usar dispositivos conectados a internet por razones de seguridad. En episodios previos, equipos de comunicación vinculados a grupos aliados como Hezbolá fueron blanco de ataques.
Israel, que según analistas cuenta con mayores capacidades técnicas, habría anticipado sus ofensivas digitales tras realizar ataques físicos a instalaciones iraníes. En paralelo, Irán y sus grupos aliados han ejecutado acciones de menor escala. La Dirección Nacional de Ciberseguridad de Israel advirtió sobre intentos iraníes de recopilar inteligencia mediante formularios falsos en línea y de hackear cámaras conectadas a internet con fines de espionaje.
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Expertos en ciberseguridad también alertaron sobre campañas de desinformación que circularon en redes sociales, con mensajes engañosos que desincentivaban el uso de refugios o alertaban sobre falsas escaseces de suministros.
John Hultquist, analista jefe del Grupo de Inteligencia de Amenazas de Google, comentó que las operaciones cibernéticas iraníes suelen tener fines psicológicos. Advirtió sobre el riesgo de espionaje dirigido a líderes y seguimiento físico mediante datos recolectados de sectores como el turismo, telecomunicaciones y hospedaje.
El desarrollo de este frente digital del conflicto continúa siendo motivo de atención por parte de autoridades y expertos en seguridad a nivel internacional.
djh