Una alarmante radiografía de la situación mundial en materia de derechos humanos fue revelada por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OCHA) en 2024, las muertes de civiles en contextos de conflicto armado aumentaron un 40 % a nivel global. En promedio, cada 12 minutos una persona civil perdió la vida debido a la violencia bélica.
De acuerdo con el informe, al menos 48,384 personas —en su mayoría civiles— fueron asesinadas durante el último año. Entre ellas, se registraron 502 defensores y defensoras de derechos humanos que perdieron la vida, lo que evidencia el riesgo extremo que enfrentan quienes denuncian abusos o defienden a comunidades vulnerables.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó estas cifras como una “advertencia dolorosa” sobre las fallas de los Estados y de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables. “Estas cifras representan innumerables historias individuales y vidas truncadas”, expresó. “Al mismo tiempo, revelan fallos aleccionadores a la hora de proteger a algunas de las personas más vulnerables en tiempos de paz y en situaciones de conflicto”.
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Además de la violencia directa, el informe advierte que una de cada cinco personas en el mundo declaró haber sufrido discriminación en 2024, reflejando patrones persistentes y agravados de exclusión por motivos de raza, género, orientación sexual, religión o condición migratoria. Esta tendencia pone en entredicho el cumplimiento efectivo de los principios universales de igualdad y no discriminación.
Violencia en conflictos armados se ensaña con mujeres y niños
La violencia contra mujeres y niños en contextos de conflicto armado alcanzó niveles devastadores entre 2023 y 2024, según datos publicados por la OCHA. En ese periodo, las muertes de mujeres y niños se cuadruplicaron respecto a los dos años anteriores, con cifras que reflejan una crisis humanitaria sin precedentes.
En total, se registraron 21,480 mujeres y 16,690 niños muertos en zonas de conflicto durante estos dos años. Más alarmante aún: el 80% de las muertes infantiles y el 70% de las femeninas ocurrieron en un solo lugar: la Franja de Gaza, en el contexto del conflicto armado entre Israel y Hamás, una situación que ha sido reiteradamente señalada por organizaciones internacionales como una catástrofe humanitaria.
Las cifras evidencian cómo mujeres y niños no solo son víctimas colaterales, sino blancos recurrentes en escenarios de guerra, ya sea por ataques directos, uso de armamento indiscriminado o restricciones al acceso a ayuda humanitaria. Especialistas advierten que, más allá de las muertes, millones más están expuestos a secuelas físicas, traumas psicológicos, desplazamiento forzado y violencia sexual.
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En Gaza, donde se concentra la mayor parte de las muertes, organismos internacionales han documentado el colapso del sistema sanitario, la escasez crítica de alimentos y agua, y el bombardeo de infraestructuras civiles como hospitales, escuelas y refugios.
La ONU reiteró su llamado a las partes en conflicto a respetar el derecho internacional humanitario y garantizar la protección de la población civil. “La protección de mujeres y niños no es opcional: es una obligación legal y moral que está siendo flagrantemente ignorada”, subrayó el informe.
kach