La Franja de Gaza atraviesa una situación extremadamente crítica, marcada por intensos ataques, dificultades en la distribución de ayuda humanitaria y un significativo bloqueo a iniciativas de solidaridad internacional. La comunidad internacional, por su parte, ha intensificado sus llamados y acciones para abordar la crisis.
En un solo día, se registraron 103 muertes y 427 heridos en la Franja de Gaza debido a ataques. A esto se suman incidentes relacionados con el reparto de ayuda humanitaria, donde 21 personas murieron y más de 294 resultaron heridas este viernes.
Desde el 27 de mayo, cuando una fundación vinculada a Estados Unidos e Israel comenzó a repartir víveres, el número de muertos mientras recogían comida y otros víveres se ha elevado a 245, y los heridos a 2,152, informa el Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamás.
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Por su parte, la Asamblea General de la ONU condena enérgicamente el uso del hambre como método de guerra y la denegación del acceso a la ayuda humanitaria vital.
La ONU exige un alto al fuego y rendición de cuentas
La Asamblea General de la ONU adoptó de manera abrumadora una resolución crucial que exige un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente en Gaza.
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La resolución, impulsada por España y Palestina, también demanda la liberación inmediata de todos los rehenes, la entrada irrestricta de ayuda humanitaria para toda la población de la Franja de Gaza, la protección de los trabajadores sanitarios y de socorro, y el cumplimiento del derecho internacional por todas las partes.
El texto obtuvo 149 votos a favor, 12 en contra (incluyendo Estados Unidos, Israel, Argentina y Paraguay) y 19 abstenciones. España enfatizó la urgencia de enviar un mensaje "rotundo" por parte de la comunidad internacional.
La resolución también reitera el compromiso con la solución de los dos Estados, rechaza cualquier intento de cambios demográficos o traslados forzosos en Gaza y Cisjordania, y subraya la necesidad de que Israel rinda cuentas por sus obligaciones bajo el derecho internacional.
Se exige la entrada plena, rápida, segura y sin obstáculos de ayuda humanitaria, incluyendo alimentos, suministros médicos, combustible, equipo, alojamiento y acceso a agua limpia.
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Voces y posturas ante la resolución de la ONU
- Palestina, a través de su embajador Riyad Mansour, clamó que el mundo debe tomar todas las medidas necesarias para poner fin a este "genocidio" y romper el ciclo de violencia, buscando una solución de dos Estados.
- Israel, por medio de su embajador Danny Danon, sostuvo que la resolución "no avanza la paz" y criticó que no condicione el alto el fuego a la liberación de los 53 rehenes israelíes que, según él, aún están en manos de Hamás. Acusó a Hamás de no querer la paz.
- Rusia respaldó la resolución, argumentando que describe objetivos humanitarios clave y contribuye al futuro de Gaza e Israel, sin cabida para el desplazamiento forzado ni el terrorismo. Lamentó el elevado número de muertos palestinos y afirmó que las acciones militares no liberarán a los rehenes.
- Estados Unidos criticó la resolución por la falta de condena a Hamás, considerando que "premia a Hamas por sus acciones". La representante interina Dorothy Shea indicó que la paz sostenible solo será posible mediante negociaciones directas y valoró los esfuerzos diplomáticos en curso para liberar a los rehenes.
Esta sesión especial de emergencia de la Asamblea General respondió a la parálisis del Consejo de Seguridad, ya que Estados Unidos vetó una resolución similar el 4 de junio.
Bloqueo a la marcha mundial a Gaza en Egipto
En paralelo a los acontecimientos en Gaza, la Marcha Mundial a Gaza, una movilización de activistas extranjeros que pretendía llegar al paso fronterizo de Rafah, fue bloqueada en Egipto.
Cerca de 50 kilómetros de El Cairo, en un peaje de la autovía hacia Ismailia, los participantes fueron obligados a descender de sus vehículos, con la retención de pasaportes a varias decenas de ellos.
La movilización no contaba con el permiso de las autoridades egipcias. Los organizadores denunciaron la situación y pidieron a Egipto "no bloquear" su avance, ya que se consideran un "movimiento pacífico y estamos cumpliendo con la ley egipcia".
El plan original era que unas 4,000 personas participaran en un convoy desde El Cairo hasta Al Arish, para luego caminar tres días hasta Rafah y acampar en la frontera. Sin embargo, Egipto ya había prohibido a las empresas de turismo ofrecer servicios de autobús, lo que llevó a los activistas a optar por coches particulares.
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Las autoridades egipcias habían insistido en la necesidad de "obtener una aprobación previa" a través de canales oficiales. El Norte del Sinaí, donde se encuentra Rafah, es territorio prohibido para extranjeros sin permiso expreso. En las últimas 48 horas, más de 200 personas que se unirían a la marcha han sido deportadas, incluyendo al menos nueve españoles.
Además, la caravana solidaria Sumud, que partió de Túnez con más de mil voluntarios, también fue bloqueada en el este de Libia por autoridades controladas por el mariscal Jalifa Haftar.
Con información de EFE
VGB