Este miércoles la ciudad de Chicago se convirtió en un nuevo epicentro de las protestas a nivel nacional contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump, experimentando una jornada de caos y tensión. Miles de manifestantes salieron a las calles, uniéndose a una ola de descontento que ha alcanzado proporciones masivas en todo Estados Unidos.
Las avenidas clave del centro de Chicago se vieron completamente paralizadas por una masiva movilización de manifestantes, ocasionando un colapso total del tráfico. La situación generó graves afectaciones en las principales vías de acceso, deteniendo a cientos de vehículos y perturbando directamente las actividades comerciales, escolares y laborales. Reportes e imágenes en redes sociales mostraron avenidas totalmente ocupadas por la multitud.
Durante la manifestación, hubo choques entre manifestantes y la policía local en distintos puntos de la ciudad, especialmente cerca de edificios gubernamentales, donde la policía intentó dispersar las concentraciones. Algunos manifestantes incluso arrojaron botellas de agua a la policía.
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En la movilización del día martes, se registraron momentos de alta tensión al registrarse un incidente particularmente aterrador justo después de las 6 p.m. en el centro de Chicago, cerca de Federal Plaza, cuando un automóvil fue captado en video dirigiéndose hacia los manifestantes.
El vehículo pareció empujar a algunas personas con carteles antes de continuar y alejarse a toda velocidad. La policía informó este miércoles que una mujer de 66 años resultó herida, sufriendo una fractura en el brazo izquierdo. Fue trasladada a un hospital local, recibió atención médica y fue dada de alta. No se reportaron otras lesiones, y los detectives continúan investigando el incidente.
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En medio de la parálisis y la tensión, la postura del alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ha generado controversia. Hasta el momento, Johnson ha decidido no intervenir en las protestas ni ha emitido ningún comunicado oficial.
Su falta de acción ha sido duramente cuestionada por ciudadanos y líderes locales, quienes exigen una respuesta inmediata para restablecer el orden y garantizar la seguridad pública en la ciudad.
Una ola de malestar que se extiende por EU
Las protestas en Chicago forman parte de un fenómeno nacional. Lo que comenzó como una respuesta ciudadana en Los Ángeles el pasado viernes, tras las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha desencadenado una ola de manifestaciones en al menos 24 ciudades de Estados Unidos. Este miércoles, ciudades desde Las Vegas y Seattle hasta Nueva York y Austin se sumaron a las movilizaciones.
La tensión ha sido palpable en múltiples urbes:
- En Los Ángeles, donde comenzaron los disturbios y las manifestaciones cumplieron su sexto día, se ha mantenido una fuerte presencia militar y las autoridades locales impusieron un toque de queda. Más de 330 personas han sido detenidas en la segunda ciudad más poblada del país. El presidente Trump ordenó el despliegue de más de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional sin la aprobación del gobernador Gavin Newsom, lo que Newsom calificó como una "violación grave de la soberanía del estado".
- En Nueva York, miles de personas se congregaron en el Bajo Manhattan, cerca de agencias federales de inmigración como el ICE. Se registraron enfrentamientos entre autoridades y manifestantes, con decenas de detenciones y el uso de gas pimienta por parte de la policía.
- En Atlanta (Georgia), cientos de personas protestaron el martes por la noche, y seis fueron arrestadas tras prolongarse la manifestación más allá de la hora acordada, con agentes usando químicos y fuerza física, y manifestantes lanzando cohetes y piedras.
- En San Francisco, los manifestantes lograron cerrar dos tribunales de inmigración el martes, y 240 personas fueron detenidas.
La expectativa es que las protestas masivas, inicialmente convocadas para coincidir con el cumpleaños del presidente Trump y su desfile militar el sábado 14 de junio, se mezclen con las manifestaciones pro-migrantes, dando lugar a un movimiento de protesta quizás el más grande desde que Trump asumió el cargo.
Redadas Migratorias y Políticas de Trump
El principal motivo de las protestas es el rechazo a las políticas migratorias del presidente Donald Trump y, específicamente, a los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El detonante fue una serie de redadas de ICE realizadas el pasado viernes en barrios de Los Ángeles, como Westlake y el centro y sur de la ciudad, que resultaron en la detención de al menos 44 personas.
Los manifestantes denuncian el uso excesivo de la fuerza y la presencia de agentes federales en barrios con alto porcentaje de población latina. La movilización también es una clara oposición a la narrativa de la Casa Blanca que asocia la migración con criminalidad, y al despliegue militar sin la autorización de los gobiernos estatales.
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Colectivos de derechos civiles y agrupaciones pro inmigrantes fueron los convocantes de estas movilizaciones. Aunque no se ha confirmado oficialmente, algunos reportes indican que también podrían estar relacionadas con demandas sociales y laborales.
VGB