La imagen de Estados Unidos se ha deteriorado significativamente en el mundo desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, una tendencia confirmada por una encuesta global del Pew Research Center publicada el 11 de junio de 2025. Este declive es particularmente acentuado en México, su vecino del sur, en medio de una creciente crisis diplomática provocada por las redadas migratorias en California y las tensiones políticas que las rodean.
La encuesta del Pew Research Center, realizada entre enero y abril de 2025 en 24 países (excluyendo EU) y con 28,333 entrevistas, reveló que la desaprobación de Trump es generalizada. Más de la mitad de los encuestados en 19 de estos países carecen de confianza en su liderazgo en asuntos mundiales.
México es el país que otorga la peor calificación a Trump, con un 91% de los consultados que no confían en su capacidad para tomar decisiones correctas en temas internacionales. La opinión desfavorable sobre Estados Unidos como país en general también aumentó en México (69%).
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La mayoría de los países encuestados discrepa con las políticas globales clave de Trump en temas como Ucrania, Gaza, migración y cambio climático. En el ámbito de las políticas migratorias de EU, México muestra la calificación más negativa hacia Trump, con un 87% que no confía en él para abordar este tema.
En cuanto a sus características personales, el 80% de los encuestados globalmente califican a Trump de "arrogante" y dos tercios lo consideran "peligroso", mientras que solo el 28% lo ve como "honesto". Sin embargo, mayorías en 18 países lo consideran un "líder fuerte".
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La percepción actual de Trump es generalmente más baja que la que tuvo Joe Biden en 2024 en 13 países. Aunque en algunos países la confianza en Trump ha aumentado desde su primer mandato, especialmente entre quienes se sitúan a la derecha ideológica, la tendencia global es de desconfianza.
Trump vs California: una guerra política con trasfondo fiscal
Más allá de la crisis migratoria, la tensión entre Trump y California es una "guerra política sin tregua" con profundas raíces ideológicas y fiscales. California, declarado "estado santuario" en 2018 y con medidas aún más estrictas aprobadas por el Concejo Municipal de Los Ángeles en 2024, limita la cooperación de sus autoridades con las agencias federales de inmigración. Trump ha criticado duramente estas políticas, considerándolas un fomento a la "anarquía".
La "verdadera razón" detrás de la intervención de la Guardia Nacional en Los Ángeles, según la Casa Blanca, fue la agenda política de Trump para "castigar a California" por ser el estado más liberal de Estados Unidos y para exhibir a líderes como Gavin Newsom y Karen Bass como "débiles e incapaces de gobernar".
Además, existe una "guerra fiscal". California es un "estado donador", lo que significa que contribuye significativamente al presupuesto federal (609 mil millones de dólares) y recibe 83 mil millones menos de lo que aporta, esencialmente subsidiando a otros estados, incluidos los republicanos.
Trump ha amenazado con recortar e incluso eliminar fondos federales y programas específicos para California, como el Tren Rápido, lo que el gobernador Newsom ha aprovechado para recordar la vasta contribución económica del estado.
Esta compleja interacción de tensiones diplomáticas, redadas migratorias, despliegues militares y una arraigada disputa política entre el gobierno federal y el estado de California ha contribuido significativamente al deterioro de la imagen de Estados Unidos a nivel internacional, especialmente en México, donde la desaprobación hacia el liderazgo de Trump es abrumadora.
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Crisis en California: acusaciones, negaciones y despliegue militar
Las tensiones entre México y EU se dispararon tras las protestas en Los Ángeles contra las recientes redadas migratorias realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El 10 de junio, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó públicamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de incitar disturbios y de alentar protestas violentas en Los Ángeles. Noem incluso afirmó esto durante una reunión con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
En respuesta, la presidenta Sheinbaum negó categóricamente las acusaciones, calificándolas de "absolutamente falsas" y un "malentendido" que se aclararía. A través de su cuenta de X, Sheinbaum compartió un video de una conferencia de prensa anterior donde condenaba los actos violentos tras los operativos migratorios en California, reiterando que su gobierno siempre ha estado en contra de la violencia.
Subrayó que la posición de México es y seguirá siendo la defensa de los mexicanos honestos y trabajadores que contribuyen a la economía de Estados Unidos y a sus familias en México. Sheinbaum enfatizó que el diálogo y el respeto son la mejor vía de entendimiento entre ambas naciones.
La Conferencia Nacional de Gobernadoras y Gobernadores (CONAGO) de México también respaldó a Sheinbaum, asegurando que ella nunca ha llamado a protestas violentas, sino a manifestaciones pacíficas y al apego a la ley. Por su parte, la presidenta mexicana responsabilizó a la oposición por difundir ideas que, según ella, fueron retomadas por la funcionaria estadounidense.
En el contexto de estas protestas, que reflejan la "frustración y el miedo" de la comunidad latina bajo el mandato de Trump, el presidente estadounidense ordenó el despliegue de la Guardia Nacional y 700 marines en el área de Los Ángeles.
Esta medida se llevó a cabo sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom. Newsom calificó la acción de Trump como "ilegal" y "provocadora", presentando una demanda contra la administración federal. El gobernador denunció que los 2,000 soldados desplegados carecían de provisiones adecuadas, criticando la decisión como imprudente e inútil.
Trump, en respuesta, justificó el despliegue para restaurar el orden y sugirió que Newsom debería ser arrestado por "obstrucción". Newsom desafió a Trump a que lo hiciera, calificando la petición de arresto de un gobernador en funciones como una "línea que no podemos cruzar como nación".
Como consecuencia directa de esta escalada de tensión, el Senado de México suspendió una Reunión Extraordinaria de Trabajo con sus pares de Estados Unidos, complicando aún más el contexto internacional entre ambos países.
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Hasta este 11 de junio, se ha confirmado la detención de 61 mexicanos en el marco de las redadas en Los Ángeles y otras ciudades, con el gobierno mexicano asegurando que no tolerará prácticas que violen los derechos humanos y que agotará todas las vías legales y diplomáticas para defender a sus connacionales.
VGB