El proceso judicial que busca esclarecer la responsabilidad de un equipo médico en la muerte de Diego Armando Maradona, ha sido anulado de manera inesperada, obligando a que el juicio se reinicie nuevamente. La decisión fue anunciada el jueves 29 de mayo de este 2025 por el juez que presidía la causa, Maximiliano Savarino, desde el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de San Isidro, Argentina.
La causa principal de esta drástica resolución es la participación no autorizada de una de las tres magistradas del tribunal, Julieta Makintach, en un documental sobre el propio juicio. La jueza había estado filmando un documental, titulado "Justicia divina", una referencia a uno de los apodos de Maradona.
El fiscal del caso mostró un tráiler del documental en el que se veía a la magistrada ingresando a la sala, intercalado con imágenes sobre la muerte del futbolista. Se reveló también que el proyecto consistía en una miniserie documental de seis episodios. Esta revelación provocó un "terremoto judicial". La jueza Makintach fue acusada de actuar "como una actriz y no como una jueza".
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Tras conocerse la situación, la magistrada aceptó ser apartada de la causa y posteriormente fue suspendida por la Justicia de Buenos Aires por 90 días. La Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires también la licenció compulsivamente por 90 días tras una investigación de oficio, considerando que había "gravedad institucional" en los hechos.
Los otros dos jueces del tribunal, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso, declararon la nulidad del juicio. El juez Savarino afirmó que "la única persona responsable de todo esto es la jueza recusada".
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La jueza Di Tomasso apoyó la decisión, insistiendo en que ni ella ni Savarino tenían conocimiento del documental y pidió que esto no dañe la imagen de la Justicia, utilizando la frase maradoniana "la Justicia no se mancha".
Expertos legales consultados medios argentinos señalan que, si el juicio hubiera continuado, cualquier eventual sentencia podría haber sido cuestionada debido a la falta de imparcialidad de uno de los miembros del tribunal.
Casi 3 meses de juicio y 44 testigos
El juicio había comenzado el 11 de marzo de 2025 en los suburbios de Buenos Aires y llevaba casi tres meses en curso. Durante este tiempo, ya habían declarado cerca de 50 testigos, incluyendo las hijas de Maradona y su expareja Verónica Ojeda.
La declaración de nulidad significa que todo lo ocurrido en este debate oral ya no tiene validez, "es como si nunca hubiese existido". Todas las pruebas presentadas y los testimonios de los 44 o casi 50 testigos deberán presentarse y declararse nuevamente.
La noticia de la anulación generó una mezcla de frustración y determinación entre los familiares de Maradona. Gianinna y Dalma Maradona se mostraron muy angustiadas y rompieron en llanto al ver el tráiler del documental en la sala.
Verónica Ojeda, madre del hijo menor del futbolista, también expresó su indignación y tristeza, calificando la situación de "bochorno". Sin embargo, tanto Ojeda como Jana Maradona, otra hija del ídolo, declararon que están dispuestas a empezar de nuevo "mil veces" si es necesario para que haya justicia.
Desde la perspectiva de los acusados, como el neurocirujano Leopoldo Luque, la decisión fue descrita como "demoledor". Sin embargo, se menciona también que para algunos imputados, que prefieren que pase un tiempo antes del reinicio, esto podría significar una ventaja al darles tiempo y conocimiento de las pruebas y testimonios ya presentados.
El fiscal Patricio Ferrari destacó que, pese a que la nulidad era inevitable, esta medida perjudica a todas las partes, especialmente a la familia de Maradona, quienes deberán enfrentar una "revictimización por volver a tener que declarar".
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El camino hacia el nuevo juicio
Con la anulación, el proceso debe comenzar desde cero en un nuevo tribunal. Este nuevo tribunal será definido en las próximas horas o días mediante un sorteo.
Una vez designado el nuevo tribunal, se convocará a una audiencia en la que las partes (querellantes, defensores y fiscales) volverán a presentar la prueba, determinarán la cantidad de audiencias y buscarán definir una nueva fecha de inicio.
Aunque no hay una fecha pautada, las querellas insisten en que el juicio se reinicie lo antes posible. Algunos abogados de la familia, como Fernando Burlando, confían en una "resolución rápida" y sugirieron que el juicio, dado el conocimiento previo del expediente, podría llevarse a cabo de "forma exprés" y tener sentencia "tal vez, antes de fin de año".
No obstante, fuentes judiciales no garantizan plazos y no descartan que el nuevo juicio pueda demorarse hasta 2026. La Fiscalía incluso no descarta la posibilidad de que se proponga realizar el juicio excepcionalmente en el mes de enero, con audiencias diarias para agilizar el proceso.
También se ha mencionado la posibilidad de que las partes se pongan de acuerdo para prescindir de algunos testigos que ya han declarado y cuyo testimonio podría considerarse redundante, lo que podría acortar los tiempos.
El caso original: Homicidio Involuntario
En el primer juicio, ya anulado, se procesaba a siete personas del equipo médico que atendió a Maradona. Entre ellos se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque (quien también era su médico personal), la psiquiatra Agustina Cosachov, un psicólogo y otros médicos y enfermeros. Una octava persona, la enfermera Diana Madrid, tendrá un juicio separado por jurados.
Estaban siendo juzgados por "homicidio involuntario" o "homicidio simple con dolo eventual", una figura legal que en una de las fuentes se menciona que contempla penas de entre 8 y 25 años de prisión. Un panel de expertos determinó que la muerte de Maradona el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, a causa de un infarto, era prevenible.
El panel concluyó que el equipo médico que lo trató durante su internación domiciliaria, después de una operación por un coágulo de sangre en el cerebro, actuó de "manera inapropiada, deficiente e imprudente".
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Aunque este escándalo judicial representa un duro golpe y un retraso significativo en el proceso, la determinación de la familia y la necesidad de esclarecer las circunstancias de la muerte del ídolo argentino mantienen la expectativa de que la búsqueda de justicia continuará, a pesar de los obstáculos.
VGB