Estados Unidos ha completado la producción de la primera unidad de la bomba nuclear B61-13, una modificación de la familia de armas nucleares B61. Este logro fue anunciado por la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) y confirmado por el Secretario de Energía, Chris Wright, el 20 de mayo de 2025, en la planta Pantex en Amarillo, Texas.
La finalización de esta arma se produjo casi un año antes de la fecha objetivo original y menos de dos años después de que el programa fuera anunciado inicialmente, marcándola como una de las armas más rápidamente desarrolladas y desplegadas desde la Guerra Fría.
La B61-13 es una bomba nuclear de gravedad, siendo la modificación más reciente de la familia B61. Se basa en una nueva versión de la bomba B61-12. Su investigación y desarrollo se anunció el 27 de octubre de 2023 por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Aún está pendiente de autorización y asignación del Congreso
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La decisión de buscar esta capacidad se tomó en estrecha colaboración con la NNSA y responde a las exigencias de un entorno de seguridad en rápida evolución, como se describe en la Revisión de la Postura Nuclear de 2022.
Potencia explosiva
Según la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), la B61-13 tiene un rendimiento de 360 kilotones, con una potencia máxima de hasta 360 kilotones. Su fuerza explosiva es 24 veces mayor que la bomba lanzada sobre Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial, y 14 veces mayor que la bomba de Nagasaki.
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La potencia explosiva de la nueva bomba atómica es superior a la del modelo anterior de la B61. El rendimiento de la B61-13 es similar al de la B61-7, que es más alto que el de la B61-12.
La B61-13 está diseñada con un rendimiento orientado a derrotar ciertos objetivos militares reforzados y de gran alcance, como búnkeres subterráneos endurecidos o instalaciones militares de área amplia.
Ofrece al presidente de EU opciones adicionales para atacar centros militares atrincherados y objetivos extensos. La justificación militar de la B61-13 parece relacionarse con objetivos de área amplia y la capacidad de amenazar algunos objetivos subterráneos.
Desarrollo y producción
La producción del B61-13 se aceleró más de un 25%, lo que permitió que el proyecto se completara siete meses antes de lo previsto, o casi un año antes de la fecha objetivo original. La notable velocidad de producción es un testimonio del ingenio de los científicos e ingenieros y de la urgencia para fortalecer la disuasión.
La Empresa de Seguridad Nuclear (Nuclear Security Enterprise), en coordinación con la Fuerza Aérea de EU, completó la primera unidad en un cronograma enormemente acelerado. Décadas de datos de diseño y calificación del B61 permitieron a los gerentes e ingenieros aceptar riesgos calculados para acelerar la producción.
Al simplificar o combinar las etapas de diseño, los ingenieros pudieron comenzar la producción mucho antes de lo que un cronograma estándar permitiría. Los prototipos de hardware se fabricaron solo tres meses después de que el programa recibiera autorización y asignación del Congreso.
La producción del programa se completó dentro del presupuesto, algo inusual en los proyectos actuales de EU. Se estima que iniciará su producción en masa en julio.
La producción de la B61-13 corre a cargo de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) del Departamento de Energía. Sandia National Laboratories está colaborando con la Fuerza Aérea de EU y otras agencias.
La planta de Pantex en Amarillo, Texas, es la instalación principal de EU para ensamblar, desensamblar, probar y evaluar armas nucleares, y fue donde se completó la primera unidad. El Secretario de Energía, Chris Wright, destacó el papel fundamental de la planta Pantex y la comunidad de Amarillo.
La construcción del nuevo modelo comenzó durante la Administración Biden, en 2023. El Departamento de Defensa anunció la búsqueda del B61-13 a finales de octubre de 2023. La producción de la bomba se llevó a cabo con mayor rapidez, basándose en los procesos industriales desarrollados en el anterior programa B61-12 y en el uso de innovaciones técnicas.
La primera unidad de producción se completó en mayo de 2025. La finalización de la primera unidad de producción del B61-12 ocurrió solo cinco meses antes. La B61-13 estará lista a finales de este año 2025.
Justificación y estrategia
Contexto: La producción del B61-13 está impulsada por las crecientes tensiones globales con naciones como Rusia y China, quienes, según el servicio de inteligencia del Departamento de Defensa, siguen ampliando sus capacidades de armas nucleares.
Los funcionarios militares enfatizan una necesidad urgente de modernizar el arsenal nuclear. La decisión de modernizar la bomba cumple con las exigencias de un entorno de seguridad en rápida evolución y refleja las crecientes amenazas de adversarios potenciales.
El Secretario Wright enfatizó la importancia de la fortaleza estadounidense debido a un supuesto panorama de amenazas crecientes, incluyendo a China y Rusia.
El desarrollo de la B61-13 se enmarca en la política de modernización del arsenal nuclear estadounidense. Fortalece la disuasión contra adversarios y asegura a aliados y socios. Es un avance crítico en un momento cada vez más peligroso.
La producción se alinea con la revisión de la postura nuclear de EU, destacando un compromiso continuo con la disuasión en medio de amenazas globales en evolución.
Wright afirmó que este logro demuestra la fortaleza de Estados Unidos tanto a sus adversarios como a sus aliados.
El programa B61-13 es uno de los siete programas de modernización de ojivas que la NNSA está llevando a cabo para asegurar el rendimiento y la credibilidad a largo plazo de la disuasión estadounidense.
Las autoridades subrayan que la B61-13 reemplaza modelos antiguos (como algunos B61-7s) sin aumentar el número total de armas nucleares de Estados Unidos. Se considera el arma nuclear más importante en EU tras la Guerra Fría.
La decisión de construirla no es en respuesta a un evento actual específico, sino que refleja una evaluación continua de un entorno de seguridad cambiante.
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Plataformas de entrega
La B61-13 será entregada por aire. A diferencia de otros variantes de la familia B61 que pueden ser lanzados desde una amplia gama de aviones de combate y bombarderos, la B61-13 solo será certificada para ser entregada por bombarderos estratégicos. Inicialmente será desplegada desde el bombardero sigiloso B-2 Spirit, y más tarde desde el B-21 Raider, esperado para 2030.
Despliegue Geográfico A diferencia del B61-12 desplegado en bases de EU en Europa, la munición B61-13 es desplegada únicamente desde bases dentro de Estados Unidos continental.
Comparativa clave
- Frente a armas históricas, la B61-13 es 24 veces más potente que la bomba utilizada en Hiroshima.
- Frente a Armas Rusas/Chinas, si bien la B61-13 tiene un impacto potencial devastador, el misil RS-28 Sarmat de Rusia transporta ojivas dos veces más destructivas. El misil DF-41 de China puede apuntar a múltiples ubicaciones simultáneamente. A diferencia de las ojivas rusas y chinas, que suelen ser basadas en misiles, la B61-13 es lanzada desde aviones.
La modificación del B61-13 utilizó capacidades de producción probadas que respaldaron el B61-12. Incorpora las mismas características modernas de seguridad, protección y precisión que el B61-12, incluyendo el kit de cola guiado del B61-12. El desarrollo del B61-13 también puede estar relacionado con el esfuerzo por retirar la bomba de gravedad B83-1, que ha sido un objetivo de retirada debido a su antigüedad, alto rendimiento y redundancia.
La "Cúpula Dorada" de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un ambicioso proyecto de defensa antimisiles denominado "Cúpula Dorada". Este sistema, descrito como una versión más avanzada y a mayor escala de la "Cúpula de Hierro" israelí, busca proteger a EU de diversas amenazas de misiles.
La "Cúpula Dorada" pretende crear un sistema de defensa integral que pueda interceptar misiles avanzados, incluyendo misiles hipersónicos, balísticos y de crucero, incluso si son lanzados desde el espacio o desde otras partes del mundo.
Para lograrlo, integrará tecnologías de nueva generación en tierra, mar y espacio, con un enfoque en sensores espaciales, interceptores y capacidades para derrotar ataques antes del lanzamiento o en la fase de impulso. Se basará en una red distribuida impulsada por inteligencia artificial, con rastreo autónomo y nodos de intercepción descentralizados.
El coste estimado del proyecto es de aproximadamente 175,000 millones de dólares. Trump ha solicitado una partida inicial de 25,000 millones de dólares en su proyecto de ley de presupuestos. Se espera que el sistema esté completamente operativo para el final de su mandato en 2029. El nombre "Cúpula Dorada" fue adoptado para reducir la confusión con el sistema de defensa de Israel.
El proyecto ha generado críticas internacionales. Cuba lo considera una "grave amenaza a la paz" y al futuro de la humanidad, alegando que fomenta la carrera armamentística y busca convertir el espacio en un campo de guerra nuclear. Rusia afirma que "socava los pilares de la estabilidad estratégica" y representa la "peligrosa doctrina de ataques preventivos" de EU, aunque también lo ha calificado como un "asunto soberano".
China ha expresado "profunda preocupación", advirtiendo que podría violar tratados espaciales y promover una carrera armamentística global en el espacio exterior. Corea del Norte lo ha calificado de "iniciativa amenazante" que podría desatar una "guerra nuclear en el espacio", argumentando que busca amenazar a estados con armas nucleares y forma parte de un intento de militarizar el espacio para el dominio unipolar de EU.
Trump también ofreció a Canadá unirse al sistema de forma gratuita si el país acepta convertirse en el estado número 51 de EU, aunque las autoridades canadienses negaron estar considerando la anexión. Funcionarios canadienses calificaron la oferta como "extorsión mafiosa" y "soborno", y el Primer Ministro Mark Carney reiteró que Canadá no está a la venta.
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No obstante, Canadá ha confirmado estar en conversaciones con EU sobre una posible participación, incluyendo el fortalecimiento de la defensa aeroespacial conjunta (NORAD). Si Canadá no se anexa, participar podría costarles unos 54,000 millones de euros o 61,000 millones de dólares.
VGB