Ginebra.- El Comité de la ONU para los Derechos del Niño urgió este miércoles a Israel a "poner fin al asesinato y el daño físico a los niños en Gaza" y le exigió que desbloquee el acceso de ayuda humanitaria a la Franja, algo que también está causando la muerte de menores por hambruna.
"No hay justificación para esas acciones que claramente desafían el derecho internacional y humanitario, incluida la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio", indicó el comité en un comunicado.
El órgano de expertos de Naciones Unidas mencionó informaciones según las cuales más de 100 niños murieron en los ataques israelíes contra Gaza la semana pasada, mientras según la Organización Mundial de la Salud (OMS) alrededor de medio centenar han fallecido por falta de alimentos y otros 71.000 podían morir de aquí a un año.
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El Comité urgió además a la comunidad internacional a presionar a Israel para que detenga sus trabas a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, que se prolongan ya más de dos meses y medio.
En riesgo de morir 14,000 bebés en Gaza si no reciben ayuda humanitaria
En las próximas 48 horas, cerca de 14,000 bebés podrían morir si no entran suministros de ayuda a Gaza, advirtió el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, quien dijo que es necesario “inundar la Franja de Gaza con ayuda humanitaria”.
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El funcionario dijo en unas declaraciones al programa Today de Radio 4 de la emisora BBC que la ONU llegó a ese cálculo porque tiene "equipos fuertes sobre el terreno".
"Cinco camiones con ayuda entraron el lunes, después de que Israel pusiera fin a un bloqueo de 11 semanas, pero que aún no han llegado a la población que la necesita", indicó Fletcher, que espera que 100 camiones entren en la Franja este martes. Entre los suministros retenidos hay fórmula y comida infantil.
Israel pierde aliados; le exigen un alto al fuego y ayuda humanitaria a Gaza
Después de más de 50,000 muertos, en su mayoría niños y mujeres, un bloqueo de más de dos meses y la destrucción casi total de infraestructuras y viviendas en la Franja de Gaza, la paciencia de los aliados de Israel parece haberse agotado, ya que, han intensificado sus críticas y presiones sobre el gobierno israelí debido a la intensa ofensiva militar y la grave situación humanitaria en el enclave.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha declarado que su país está "horrorizado" por la escalada militar israelí en Gaza. Refiriéndose específicamente a la operación "Carros de Gedeón", Starmer ha reiterado la exigencia de un alto el fuego como única vía para liberar a los rehenes, la oposición a los asentamientos en Cisjordania y la necesidad de aumentar masivamente la asistencia humanitaria a Gaza.
Considera que el anuncio de Israel de permitir la entrada de una cantidad básica de alimentos es "total y absolutamente insuficiente".
Por su parte, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha anunciado la suspensión de las negociaciones para un nuevo acuerdo de libre comercio con Israel. Acusa a Israel de perpetrar una "política atroz" en Gaza y afirma que la manera en que se está manejando la guerra está afectando la relación con el gobierno israelí, haciendo que las acciones contra el gobierno de Netanyahu sean necesarias.
El gobierno británico ha convocado a la embajadora israelí en Londres para explicar su posición. No obstante, Israel ha respondido acusando al Reino Unido de tener una "obsesión anti-Israel" y ha afirmado que la presión extranjera no desviará a Israel de su camino.
A Reino Unido se le suman Canadá y Francia, quienes han amenazado con "tomar represalias" contra Israel si continúa la intensa ofensiva. En un comunicado conjunto, desestiman los argumentos de Netanyahu y piden un alto el fuego porque "el nivel de sufrimiento humano en Gaza es intolerable".
Reconocen que Israel tenía derecho a defenderse tras el ataque del 7 de octubre, pero califican la escalada actual de "totalmente desproporcionada". Este lenguaje duro refleja un "sentimiento real de creciente enfado político" por la situación humanitaria y la percepción de que el gobierno israelí parece actuar con impunidad.
Unión Europea revisará el acuerdo de asociación con Israel
La Unión Europea, tras una respuesta conjunta que hasta ahora había sido descrita como más bien tímida, ha dado un giro sustancial. La alta representante para Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha decidido revisar si Israel está cumpliendo con sus obligaciones en materia de respeto de los derechos humanos en Gaza, tal como estipula el artículo 2 del acuerdo de asociación UE-Israel, que es el principal instrumento de intercambios políticos y comerciales bilaterales.
Existe una "fuerte mayoría" entre los Veintisiete países miembros para llevar a cabo esta revisión. España e Irlanda habían reclamado esta revisión hace más de un año, y la nueva demanda de España está apoyada ahora por Irlanda, Eslovenia y Luxemburgo, con al menos diez países en total respaldando la propuesta.
Kallas ha subrayado que "es necesario ejercer presión para cambiar la situación" catastrófica en la Franja. Aunque esta medida no implica una suspensión inmediata del diálogo o el comercio, que requeriría unanimidad, sí refleja un tono crecientemente endurecido ante lo que se califica de situación "insoportable" o "atroz".
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha reclamado "acciones" contundentes de Europa contra Israel ante una situación "insostenible, insoportable" e "inhumana", urgiendo a usar "todos los instrumentos a su alcance para poner toda la presión diplomática" y permitir el acceso sin impedimentos de la ayuda humanitaria.
Ha enfatizado que "el tiempo de las palabras ha terminado" y "ha llegado ya la hora de las acciones".
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Crítica compartida: la ayuda humanitaria como gota en el océano
Una preocupación central compartida es la insuficiencia de la ayuda humanitaria que logra entrar en Gaza. La ONU ha descrito la ayuda que entra como "una gota en el océano". A pesar de que Israel ha autorizado el ingreso de algunos camiones, la ONU denuncia que no ha podido distribuir los suministros al no recibir la autorización israelí para acceder a las zonas de descarga.
Esta situación se debe, según la ONU, a la presión de los aliados de Israel para evitar imágenes de hambruna. Sin embargo, la forma en que se gestiona la entrada y distribución de la ayuda es compleja y, según la ONU, está siendo retenida por las fuerzas de seguridad israelíes.
Las autoridades israelíes exigen un complicado proceso de descarga y recarga, sometiendo al personal de la ONU a registros antes de permitirles llevar los suministros a la población. La OMS ha advertido que las cantidades permitidas son "sumamente inadecuadas para satisfacer las necesidades inmediatas de más de dos millones de personas".
Estas reacciones internacionales reflejan una creciente frustración y preocupación por la escala de la crisis humanitaria en Gaza y buscan aumentar la presión sobre Israel para cambiar el curso de sus operaciones militares y permitir la entrada y distribución efectiva de ayuda vital.
Alarma por los bebés de Gaza al borde de la muerte
La crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado un nivel crítico, poniendo en peligro inminente la vida de miles de bebés. Después de más de dos meses de bloqueo total, la situación es tan grave que 14,000 bebés se encuentran al borde de la muerte inminente debido a la desnutrición y la falta de suministros esenciales.
Tom Fletcher, secretario general para Asuntos humanitarios de la ONU advirtió que 14,000 bebés podrían morir en las próximas 48 horas si la ayuda necesaria para alimentarlos no logra entrar en Gaza.
Los expertos en derechos humanos de la ONU han señalado que todos los niños menores de cinco años corren peligro de desnutrición grave y emaciación, lo que socavará la capacidad de aprendizaje de toda una generación.
También han alertado sobre los riesgos para las mujeres embarazadas que no reciben la atención ni la nutrición que precisan, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha detallado que las madres deben parir en condiciones extremas, poniendo en riesgo su salud y la vida de sus bebés, con unidades de sangre y suministros para la salud materno infantil en niveles críticamente bajos.
A pesar de las autorizaciones de Israel para la entrada de algunos camiones de ayuda humanitaria en los últimos días, esta cantidad es sumamente insuficiente. Funcionarios de la ONU la han descrito repetidamente como "una gota en el océano" de las necesidades.
Antes de la guerra, entraban a Gaza 500 camiones diarios, y durante el alto el fuego anterior (que Israel levantó en marzo), unos 600 camiones de ayuda entraron cada día. En contraste, en días recientes solo han accedido unas pocas decenas de camiones. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, denunció que Israel había autorizado la entrada de 100 camiones por día, pero solo unas pocas decenas llegaron.
Además, la ayuda que sí ha entrado no ha podido ser distribuida a la población necesitada. Las autoridades israelíes exigen que los suministros se descarguen en el lado palestino del cruce de Kerem Shalom y se vuelvan a cargar por separado una vez que aseguran el acceso del personal de la ONU desde la Franja, quienes también son sometidos a registros separados.
Solo después de este complicado proceso, se permite acercar los suministros a donde se encuentra la gente. Los equipos de la ONU han esperado durante horas la luz verde israelí para acceder a la zona de Kerem Shalom y recoger la ayuda, pero no han podido llevar esos suministros a los almacenes ni a los puntos de entrega. La ayuda que ha sido autorizada está siendo retenida por las fuerzas de seguridad israelíes en la terminal de carga.
Los camiones que lograron entrar han incluido harina para panaderías, equipo médico y, fundamentalmente, comida para bebés y productos nutricionales. Sin embargo, estos suministros, aunque técnicamente están en Gaza, aún no han llegado a los civiles y permanecen justo al otro lado de la frontera.
La comida como arma
La situación nutricional se agrava día a día a medida que escasean las reservas. Los controles de desnutrición continúan, pero la escasez de suministros y las restricciones de movimiento, sumadas a las hostilidades activas, están obstaculizando las operaciones.
En marzo, 50,000 niños fueron examinados para detectar desnutrición, por lo que alarma que la distribución de alimentos complementarios listos para usarse en el norte de Gaza también se haya reducido drásticamente.
La ONU ha denunciado que Israel está destruyendo el sistema alimentario de Gaza y utilizando los alimentos como arma contra el pueblo palestino, una práctica que el Comité Especial de la ONU calificó de "depravada" al negar el acceso a alimentos mientras los camiones están a pocos kilómetros de distancia.
Rick Peeperkorn, de la OMS, ha descrito el sufrimiento de la población en Gaza como "un terror sin fin", señalando que los humanos no están hechos para soportarlo.
Esta insuficiencia de ayuda y las restricciones de distribución son una preocupación central que contribuye directamente al riesgo inminente de hambruna, enfermedad y muerte para la población civil, especialmente los bebés. A pesar de las advertencias internacionales y la creciente presión, la ayuda que llega sigue siendo insuficiente y su distribución está severamente restringida.
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Denuncias de la ONU contra Israel
Contexto: La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus diversas agencias y comités han emitido múltiples y severas denuncias contra Israel por la situación humanitaria y sus acciones en la Franja de Gaza. Estas denuncias abarcan varios aspectos de la crisis desencadenada por la ofensiva israelí, calificando la situación de "insostenible, insoportable", "inhumana", "catastrófica", de "sufrimiento inimaginable", y de "un terror sin fin".
Los puntos centrales de las denuncias de la ONU incluyen:
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Bloqueo y Restricción de la Ayuda Humanitaria
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Uso de alimentos y ayuda como arma
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Riesgo de hambruna, enfermedad y muerte Inminente
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Denuncias de crímenes y violaciones graves de los derechos humanos
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Obstáculos a las investigaciones y desacato al derecho Internacional
Las agencias de la ONU han instado repetidamente a Israel a levantar todas las barreras al acceso humanitario, permitir la entrada inmediata y sin trabas de ayuda, a poner fin al bloqueo humanitario, a cooperar para prevenir crímenes de guerra y genocidio, e incluso han pedido a los Estados que pongan fin a toda asistencia militar a Israel.
También han subrayado la necesidad de un alto el fuego inmediato y el fin de la ocupación israelí como el único camino hacia la paz y la estabilidad.
ajh