Después de su fallecimiento, el papa Francisco fue despedido en el Vaticano en medio de largos y solemnes actos protocolarios. El velatorio, que se extendió por tres días, y el funeral, celebrado cinco días después de su muerte, marcaron el adiós al pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio.
Sin embargo, uno de los aspectos que más ha llamado la atención es quién cubrió los costos de su entierro. Según se reveló en su testamento, el papa Francisco dispuso que la Iglesia no sufragara los gastos de su funeral.
En su lugar, un benefactor anónimo se encargó de costear todos los servicios funerarios. "Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma bienhechora que he dispuesto sea transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor", se puede leer en el documento, donde también se detalla que el arzobispo Rolandas Makrickas recibió instrucciones precisas al respecto.
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Hasta ahora, la identidad del benefactor permanece en absoluto secreto, lo que ha dado pie a numerosas especulaciones. El Vaticano ha mantenido hermetismo total y, al ser consultado, el cardenal Makrickas evitó ofrecer detalles, limitándose a responder: "Yo no conozco nada de esto".
SUCESIÓN EN EL VATICANO – COBERTURA COMPLETA
Tras los actos funerarios, los ritos de los Novediales continuarán hasta concluir con el Cónclave, de donde surgirá el nombre del próximo líder de la Iglesia Católica.
La muerte del papa Francisco
Contexto: El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció el 21 de abril de 2025 a las 7:35 a.m., hora de Roma, en su residencia de la Casa Santa Marta, a los 88 años. La causa oficial de su muerte fue un derrame cerebral que lo dejó en coma y le provocó una insuficiencia cardíaca irreversible. Su deceso marcó el fin de un pontificado histórico, siendo el primer Papa latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia Católica.
El Vaticano activó el protocolo funerario que incluyó nueve días de exequias y la destrucción de su anillo papal. Siguiendo las reformas introducidas por el propio Francisco en 2024 al "Ordo Exsequiarum Romani Pontificis", se simplificaron las ceremonias tradicionales: se eliminó el uso de tres ataúdes y se optó por un único féretro de madera con interior de zinc. Además, se prescindió del traslado del cuerpo a la capilla del Palacio Apostólico, ya que Francisco residía en la Casa Santa Marta.
El cuerpo del pontífice fue trasladado el 23 de abril a la Basílica de San Pedro, donde fue expuesto en un féretro abierto ante los fieles. Más de 200,000 personas desfilaron ante sus restos en el primer día de exposición, rindiendo homenaje al líder espiritual que dedicó su vida a los más necesitados y a la promoción de la paz.
El funeral del papa Francisco se celebró el sábado 26 de abril en la Plaza de San Pedro, congregando a numerosos líderes mundiales y fieles de todo el mundo. En cumplimiento de su última voluntad, Francisco fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, un lugar de especial devoción para él, rompiendo con la tradición de enterrar a los papas en la Basílica de San Pedro.
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