París.- El descubrimiento de una bomba que estuvo enterrada 80 años bajo las vías provocó la interrupción del servicio y un caos que dejó a miles de pasajeros varados.
En total, unos 500 trenes se vieron afectados, una cifra "particularmente importante", según el ministro, de Transportes, Philippe Tabarot, lo que generó problemas que afectaron al resto de las comunicaciones.
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Numerosos trayectos fueron suspendidos mientras pasajeros como Fabienne se quejaban de la falta de información de las compañías ferroviarias.
"Estoy al borde de un ataque de nervios. No he tenido ningún mensaje de la compañía, he cambiado el billete, he vuelto a la estación y nada, ni un solo mensaje, ni un correo electrónico para prevenirme de que ambos están anulados", se quejó la viajera que vio como suspendían las conexiones con Londres bajo el Canal de la Mancha.
Eurostar, que gestiona ese servicio, anunció que sus trenes no volverán a circular hasta el sábado, pese a que el ministro de Transportes indicó que el tráfico iría restableciéndose de forma progresiva a partir de las seis de la tarde de este viernes, una vez que la bomba fue desactivada.
Recuerdo de la guerra
El explosivo, de un metro de largo y media tonelada de peso, con 200 kilos de explosivos sin detonar, fue descubierto hacia las 3.30 de la madrugada por unos obreros que efectuaban obras en un puente ferroviario a 2,5 kilómetros al norte de París, en municipio de Saint-Denis, enterrado a dos metros bajo la superficie.
París fue una de las ciudades castigadas por bombardeos de los aliados cuando Alemania se apoderó de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con diversos estudios, esos bombardeos se extendieron de 1943 a 1945 y más de 80 mil civiles fueron víctimas de esos ataques.
Las zonas norte y oeste de París fueron las más afectadas por esos ataques.
Las el hallazgo del explosivo se activó el protocolo de seguridad que llevó a la evacuación de unos 200 vecinos, los más cercanos al lugar, y obligó a cerrar completamente el tráfico en la Gare du Nord (Estación del Norte en español), la terminal ubicada en el corazón de la capital por el que cada día transitan unos 600 mil viajeros.
Bajo este edificio, construido a mediados del XIX bajo el Segundo Imperio de Napoleón III, transita una nutrida red de trenes de alta velocidad, con destino a Londres, Bruselas y otras ciudades del norte de Europa, pero también regionales que comunican con el norte del país, trenes que llegan a diversas ciudades cercanas a la capital, incluidos los dos aeropuertos, Charles de Gaulle y Orly, y varias líneas de metro.
Se trata de un eje de primer nivel en París que, según la compañía pública de ferrocarriles SNCF, registró en 2023 un total de 226 millones de usuarios. La compañía indicó que haría circular más trenes para absorber a los viajeros que se habían quedado sin transporte.
Embotellamientos por falta de trenes
Partes de las autopistas que rodean París, así como la A1, que conduce al norte del país, fueron cerradas durante varias horas, lo que extendió el caos a las carreteras de la región parisiense, que registraron hasta 200 kilómetros de embotellamientos, un nivel "excepcional" incluso para un viernes, cuando muchos parisienses parten de fin de semana.
Algunos turistas, que vieron sus viajes anulados, prefirieron tomárselo con buen humor. "Estamos atrapados en la más hermosa ciudad del mundo", dijo Darren, británico que vio como quedaba aplazado a este sábado el tren de regreso a Londres tras haber celebrado en la capital francesa el cumpleaños de su esposa.
La misma resignación que mostró Mari Ángeles Moreno, española que tenía previsto partir a Bremen, donde vive su hijo: "París es muy bonito, es una maravilla y además hace buen tiempo, podemos aprovechar para verlo más".
Efe
