Un informe reciente del Instituto V-Dem, con sede en la Universidad de Gotemburgo en Suecia, revela que en 2024 el número de gobiernos autócratas en el mundo superaron al número de gobiernos demócratas, y ante un panorama desalentador en el que la tendencia continúe, el Instituto V-Dem, Staffan Lindberg, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Gotemburgo, expresó su inquietud por la dirección que está tomando Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump.
El informe del Instituto V-Dem señala que 45 países se estaban autocratizando en el último año, un aumento respecto a los 42 de 2023. Esto representa a más del 40% de la población mundial, o más de 3000 millones de personas. Los datos utilizados para este análisis se basan en las evaluaciones de miles de expertos y más de 600 indicadores que miden aspectos como la censura gubernamental, el sesgo de los medios y la autonomía de los partidos de oposición, cubriendo eventos hasta finales de 2024.
Sin embargo, el informe dedica una sección significativa a las acciones del presidente estadounidense Donald Trump durante sus primeros meses de regreso al cargo, destacando cómo ha puesto a prueba los límites de la autoridad del poder ejecutivo. Staffan Lindberg, advierte que si las tendencias observadas continúan a lo largo de 2025, el régimen de gobierno de Estados Unidos “definitivamente” sería reclasificado en el próximo informe anual de la democracia.
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Lindberg explica que, históricamente, los procesos de autocratización suelen desarrollarse en un período de hasta 10 años. Sin embargo, señala que “la administración Trump simplemente las estaba desatando todas al mismo tiempo, más o menos”. En una entrevista, Lindberg enfatiza que la situación mundial actual es grave, con un número creciente de "autocracias electorales" y dictaduras, mientras que las democracias liberales están disminuyendo.
Define la "autocracia electoral" como un sistema que mantiene ciertas características democráticas formales, como elecciones multipartidistas y libertad de expresión en el papel, pero donde estos derechos y libertades están tan socavados que ya no se puede hablar de democracia real.
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Contexto: Trump socava la democracia en EU
La preocupación del equipo de V-Dem por Estados Unidos y el presidente Trump se debe a que la retórica empleada por Trump y el movimiento MAGA, en el que se ha convertido el Partido Republicano, es considerada peor que la registrada en otros líderes y partidos a nivel mundial en los últimos 25 años, en términos de poner fin a la democracia al llegar al poder.
Lindberg afirmó públicamente en 2020 y reiteró en otoño que la democracia estadounidense podría no sobrevivir a otro mandato de Trump, ya que observaron una campaña muy autoritaria.
Según el informe, la administración Trump avanzó a una velocidad récord socavando instituciones clave de rendición de cuentas, desde los inspectores generales hasta la usurpación de poderes del Congreso, cuestionando a los tribunales, amenazando a los medios y atacando a las universidades.
Lindberg califica esto como “sumamente preocupante”, ya que parece hacerse con total desprecio por el estado de derecho, la legislación vigente e incluso la Constitución. Menciona como ejemplo la propuesta de eliminar la ciudadanía por nacimiento, interpretada como un desafío directo a la Constitución.
La fecha en que EU dejaría de ser una democracia
Desde su perspectiva como experto en autocratización, Lindberg afirma que está sucediendo “de repente y a gran velocidad en este país”. Si las tendencias actuales persisten, Lindberg considera que antes de que termine el verano del próximo año, Estados Unidos ya no podría considerarse una democracia.
Aunque aclara que esto no significaría una transformación a un estado como Corea del Norte, sí implicaría que el estado de derecho y las limitaciones al poder ejecutivo desaparecerían hasta el punto de no poder hablar de una república constitucional.
Lindberg subraya que el objetivo de una república constitucional es restringir el uso del poder ejecutivo, especialmente contra oponentes políticos, universidades, medios de comunicación o la sociedad civil, permitiendo la diversidad de opiniones sin temor a ser silenciados.
Aunque el panorama global presenta desafíos, Lindberg destaca ejemplos esperanzadores de democratización en 2024, como Brasil y Polonia, que lograron unir fuerzas prodemocráticas tras períodos de autocratización.
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Finalmente, Lindberg enfatiza la importancia de reconocer las señales de alerta, recordando paralelismos históricos con Alemania en la década de 1930 y Rusia después de la revolución de 1917, donde gobiernos que inicialmente no parecían tan autoritarios terminaron teniendo graves consecuencias para la población. Su advertencia busca que la gente considere la posibilidad de que la erosión democrática, aunque parezca distante al principio, puede tener un impacto profundo y personal.