En medio de la rutina y las adversidades diarias, surgen historias que devuelven la fe en la humanidad. Esta es la historia de un padre albañil que, tras ser abandonado por su esposa, decidió enfrentar la vida criando solo a sus cuatro hijas. Su testimonio, compartido en la página de Facebook Somos Personas, ha conmovido a miles de usuarios por su mensaje de amor, sacrificio y esperanza.
“Nunca pensé que me tocaría criar solo a mis cuatro hijas”, confiesa el protagonista de esta historia. Su esposa lo dejó una mañana, cansada —según dijo— de la vida sencilla que llevaban. Se marchó con otro hombre, uno con auto, profesión y promesas de lujos. Pero él se quedó con lo más valioso: sus hijas.
El impacto fue devastador. “Fue como si me arrancaran el suelo bajo los pies”, recuerda. Con las manos endurecidas por el trabajo de la construcción, sin estudios ni apoyo, este padre asumió el desafío de ser el sostén y el refugio de sus niñas.
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Un padre ejemplar que no se rinde
Cada jornada laboral comienza con una oración. Antes de colocarse el casco, cierra los ojos y pide protección a Dios. “Le ruego que me cuide, porque si algo me pasa, mis hijas se quedarían solas”, dice con sinceridad.
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Su rutina no conoce descanso. No hay domingos de cerveza ni noches de diversión. Prefiere volver corriendo a casa, preparar un sencillo almuerzo de arroz, menestras y huevo frito, y sentarse en el suelo a jugar muñecas o ayudar con las tareas escolares.
“Ellas son mi razón de vivir”, afirma. Con cada sonrisa de sus hijas, siente que su sacrificio vale la pena.
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La solidaridad que cambia vidas
En su camino no ha estado completamente solo. Una vecina, a quien llama “un ángel en nuestras vidas”, ha sido un apoyo invaluable. Ella ayudó a dos de las niñas cuando tuvieron su primer periodo, un momento que él, con toda su voluntad de padre, no sabía cómo manejar.
“Me dolió no saber qué hacer, pero también me alegró ver que no estaban solas”, cuenta. Este gesto de solidaridad es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la empatía puede marcar la diferencia en la vida de una familia.
A pesar del cansancio y las deudas, este padre se mantiene firme. Sueña con ver a sus hijas en la universidad, convertidas en mujeres profesionales y seguras. “No descansaré hasta que las cuatro sean profesionales”, asegura con orgullo.
Su mayor deseo es que, cuando llegue el momento de formar sus propias familias, sus hijas encuentren hombres que las respeten y las valoren. “Solo le pido a Dios que nunca las hagan llorar”, dice con la voz entrecortada.
Un mensaje que toca corazones
Historias como esta, difundidas por la comunidad de Somos Personas en Facebook, recuerdan que la verdadera grandeza no está en los lujos ni en el éxito material, sino en la capacidad de amar, resistir y seguir adelante pese a las adversidades.
Este albañil, con sus manos callosas y su corazón lleno de fe, representa a miles de padres y madres que luchan día a día por brindar un futuro mejor a sus hijos. Su ejemplo demuestra que, con esfuerzo y amor, cualquier obstáculo puede transformarse en una lección de vida.
Contexto: según datos del Inegi para el Censo de Población y Vivienda 2020, en México había aproximadamente 907 mil padres solteros. Es importante notar que esta cifra puede variar dependiendo de la fuente y el año, pero generalmente se estima alrededor de un millón. Los datos de 2020 muestran que el 0.5% de los hombres que son padres se identificaron como "padre soltero".