El cierre de gobierno más extenso en la historia de Estados Unidos llegó a su fin tras semanas de parálisis institucional, fracturas internas y presiones económicas. Aunque la reapertura permite reanudar salarios, servicios y operaciones federales, la pregunta central en Washington es otra: ¿qué partido salió políticamente fortalecido, republicanos o demócratas, tras la crisis?
Pese al alivio social de los empleados federales que volverán a recibir su salario, la reapertura de los parques nacionales y de los servicios públicos, el desenlace político dejó fuertes tensiones en los dos partidos en los que se divide la política norteamericana.
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Los demócratas: unidad rota y concesiones sin garantías
La estrategia demócrata, basada en utilizar la táctica dilatoria en el Senado para presionar por la extensión de subsidios de salud para familias de bajos ingresos, terminó en un costoso choque interno, lo que provocó una visible fractura dentro del partido,
Cuando un pequeño grupo de senadores demócratas, entre ellos Dick Durbin, Catherine Cortez Masto, Tim Kaine y Jeanne Shaheen, votó a favor del acuerdo de reapertura sin obtener garantías firmes sobre los subsidios, el partido estalló en recriminaciones. El ala progresista acusó al liderazgo, especialmente a Chuck Schumer, de “rendirse” o actuar con torpeza estratégica.
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Costo político interno
Aunque ninguno de los senadores demócratas que apoyaron la reapertura enfrenta reelección en 2026, el daño a la unidad partidista es evidente.
Esto significa que el termino del cierre, lejos de consolidar fortaleza electoral tras las recientes victorias demócratas en Nueva York, Nueva Jersey y Virginia, se percibió como una oportunidad perdida.
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Los republicanos: una victoria narrativa, pero con riesgos políticos
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Un triunfo inmediato para Trump
Por su parte, Donald Trump y los Republicanos celebraron públicamente la reapertura, calificando la votación como una “victoria muy importante” para el partido. El acuerdo final, además celebró, no exigió concesiones significativas de su administración.
Pese a momentos de tensión, incluyendo críticas de Trump a senadores republicanos por no eliminar el filibusterismo, el partido emergió con un mensaje más cohesionado.
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Negociaciones republicanas decisivas
El acuerdo fue impulsado por líderes como John Thune y senadores republicanos que negociaron directamente con un pequeño bloque bipartidista. En ese sentido, la participación de la Casa Blanca, a través del vicepresidente JD Vance y asesores como James Blair y James Braid, añadió una capa de coordinación estratégica.
Pero no todo es ventaja. A pesar de adjudicarse la victoria:
- Los republicanos enfrentan niveles de aprobación en descenso, especialmente Trump.
- El cierre dejó al descubierto divisiones internas en temas como gasto público y filibusterismo.
- Sectores conservadores temen que mantener el filibusterismo termine siendo un arma en su contra si los demócratas ganan el Senado en 2026.
El desenlace: ¿quién capitaliza políticamente la reapertura?
- Ganadores a corto plazo: los republicanos
Con base en el resultado de la negociación, la narrativa pública y el impacto interno en cada partido:
- Los republicanos aparecen como los principales beneficiados.
- Lograron la reapertura sin ceder en su posición sobre subsidios.
- Mantuvieron la iniciativa política en el Senado.
- Obtuvieron un mensaje claro que Trump utilizó para reforzar su liderazgo.
- Perdedores a corto plazo: los demócratas
Los demócratas, aunque lograron marcar la agenda sobre los subsidios sanitarios:
- Salieron divididos.
- No consiguieron garantías legislativas.
- Perdieron impulso electoral tras victorias locales significativas.
- Exhibieron fisuras entre moderados y progresistas.
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En ese sentido, cabe destacar que para los republicanos el riesgo es que el cierre, que Trump reconoció como “políticamente dañino”, afecte la percepción del partido entre votantes independientes y sectores moderados preocupados por la gobernabilidad.
Para los demócratas, la reapertura dejó heridas internas, pero también una base movilizada para futuros enfrentamientos legislativos. Es probable que busquen nuevas vías para impulsar la agenda sanitaria que motivó el cierre.
*Artículo generado con apoyo de la IA
AJA
