Estados Unidos mantiene una importante presencia militar en América Latina, tanto en forma de bases permanentes como de instalaciones compartidas, centros de entrenamiento y acuerdos logísticos. Esta huella geopolítica ha sido parte clave de la política exterior estadounidense desde inicios del siglo XX, en particular con la base naval de Guantánamo, en Cuba, operativa desde 1903.
Según informes de diversas fuentes, el número de bases e instalaciones militares estadounidenses en América Latina y el Caribe varía entre 20 y 76, dependiendo del criterio utilizado. La cifra más baja se refiere a bases formales, con instalaciones permanentes y personal estadounidense constante; la cifra más alta incluye sitios de operación conjunta, presencia temporal o puntos logísticos.
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¿Dónde están ubicadas?
Algunas de las bases más conocidas están en:
- Cuba (Guantánamo): base naval con función estratégica y prisión militar.
- Colombia: al menos 7 instalaciones bajo cooperación militar, según informes de prensa.
- Honduras: base de Palmerola, una de las más importantes en Centroamérica.
- Perú y El Salvador: instalaciones utilizadas para operaciones antidrogas y vigilancia regional.
- Paraguay: acuerdos que permiten presencia militar temporal y entrenamiento conjunto.
Estas instalaciones operan bajo acuerdos bilaterales que, en muchos casos, no se publicitan completamente o son parte de marcos legales de cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico.
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Controversias y críticas
Organizaciones de derechos humanos, académicos y sectores sociales han cuestionado la presencia militar de EU en la región. Denuncian que muchas de estas bases se han usado como puntos de control político o de intervención en conflictos internos.
En respuesta, autoridades estadounidenses afirman que su presencia busca fortalecer la cooperación regional en seguridad, combate al narcotráfico y asistencia humanitaria.
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La opacidad del número real
Un análisis publicado por Telesur y retomado por La República en 2025 señala que hay al menos 20 bases activas, mientras que un estudio de 2018 citado por Granma estima hasta 76 instalaciones militares en América Latina y el Caribe.
Parte del problema es que no existe una base de datos pública oficial que registre todas las instalaciones activas, y muchas funcionan bajo diferentes categorías (bases, destacamentos, centros de cooperación, etc.).
AJA