DONALD TRUMP

Trump intensifica el uso político del Ejército y preocupa a mandos militares

El papel de Donald Trump como figura política polarizante continúa extendiéndose a instituciones que históricamente han sido neutrales y profesionales, como las fuerzas armadas.

Esto esta pasando con el Ejército estadounidense.Donald Trump ha usado a las tropas para extender su poderCréditos: Pixabay
Escrito en MUNDO el

En medio de crecientes tensiones políticas y sociales, el presidente Donald Trump ha intensificado su retórica y acciones en torno al papel de las fuerzas armadas de Estados Unidos, generando preocupación entre expertos constitucionales, altos mandos militares y observadores internacionales.

Durante un acto reciente en la base naval de Norfolk, Virginia, organizado para conmemorar el 250.º aniversario de la Armada, Trump convirtió lo que debía ser una ceremonia institucional en un acto con tintes de mitin político. “Seamos realistas, esto es un mitin”, declaró ante un público de marineros uniformados, desafiando abiertamente la larga tradición de neutralidad partidista de las fuerzas armadas estadounidenses.

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El uso político del ejército

Días antes del evento, oficiales superiores recordaron a sus subordinados su compromiso con la Constitución de los Estados Unidos, no con líderes políticos. “Las fuerzas armadas son apolíticas”, fue el mensaje reiterado. Sin embargo, el discurso de Trump ante marineros uniformados, en presencia de un grupo de simpatizantes de MAGA (Make America Great Again), contradijo ese principio fundamental.

Durante su intervención, Trump volvió a hablar de unas "elecciones amañadas", denunció supuestas "locuras liberales" y atacó lo que él denomina “transgénero para todos”, en referencia a políticas de inclusión adoptadas por administraciones demócratas.

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Despliegue de la Guardia Nacional en ciudades demócratas

En paralelo a sus declaraciones públicas, Trump ordenó el envío de tropas de la Guardia Nacional a varias ciudades gobernadas por demócratas, como Chicago, Portland, Memphis y Los Ángeles, desatando un conflicto constitucional.

El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, se opuso al despliegue en su estado, calificándolo como una maniobra para “causar caos” y consolidar el poder de Trump. Aunque una jueza federal, Karin Immergut, inicialmente designada por el mismo Trump, bloqueó parcialmente las medidas, aclaró en su fallo que Estados Unidos es una “nación de derecho constitucional, no de ley marcial”.

A pesar de ello, Trump ha insistido en que los envíos de tropas se justifican por razones de seguridad nacional, aludiendo a la necesidad de proteger edificios federales y agentes del orden. Incluso ha amenazado con invocar la Ley de Insurrección de 1807, que permitiría desplegar fuerzas militares en suelo estadounidense para “restaurar el orden”.

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Un liderazgo que incomoda a los militares

La escena en Norfolk fue ilustrativa del conflicto creciente entre la figura de Trump y la doctrina militar estadounidense. Mientras aterrizaba en Marine One al ritmo de la canción de “Top Gun” y una formación de aviones de combate sobrevolaba el evento, el presidente intentó una vez más politizar a las fuerzas armadas.

Algunos miembros del servicio mostraron entusiasmo. “Creo que es un gran presidente”, dijo Josie Reyna, contramaestre de aviación. Sin embargo, otros se mostraron más reservados. Megan Rush, electricista naval, se limitó a decir: “Estoy feliz de estar aquí apoyando a la Marina”, mientras un oficial de asuntos públicos intervenía para controlar sus declaraciones.

Durante otro discurso reciente ante altos mandos militares, Trump incluso alentó a los oficiales a ignorar las reglas habituales de neutralidad en eventos públicos: “Simplemente siéntanse tranquilos y relajados”, les dijo, mientras pronunciaba un discurso de 73 minutos cargado de contenido partidista.

Tomada de redes

Implicaciones constitucionales y políticas

El uso de las fuerzas armadas como herramienta política representa un riesgo considerable para la democracia estadounidense, advierten especialistas. El despliegue de tropas sin coordinación con gobernadores estatales, el uso del lenguaje partidista en eventos castrenses y la amenaza de aplicar la Ley de Insurrección, podrían sentar precedentes peligrosos.

Organizaciones defensoras de los derechos civiles, como la ACLU, han advertido sobre una “militarización innecesaria” de la vida pública. Mientras tanto, expertos legales señalan que la separación entre poder civil y poder militar está en el corazón del sistema democrático estadounidense.

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