La activista sueca Greta Thunberg y el resto de tripulantes de la Flotilla Global Sumud, que arribaron a Turquía este fin de semana, luego de ser detenidos por Israel durante su viaje humanitario a Gaza, revelaron los actos de tortura a los que fueron sometidos por el gobierno de Benjamín Netanyahu.
Tras ser deportados por Israel, 137 activistas, en su mayoría de nacionalidad turca y malasia, aterrizaron en Estambul en un vuelo gestionado por el gobierno turco. Los integrantes narraron que durante su detención en la prisión de Ketziot, en el desierto del Neguev, recibieron agresiones físicas constantes y enfrentaron violencia psicológica de forma prolongada.
Abusos dirigidos contra Greta Thunberg
Testimonios de los detenidos indican que Greta Thunberg fue identificada por las fuerzas israelíes como un objetivo simbólico. El periodista turco Ersin Çelik aseguró que presenció cuando varios soldados la arrastraron del cabello, la golpearon y le ordenaron besar la bandera israelí.
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Otros activistas afirmaron que la obligaron a sostener banderas mientras la fotografiaban. En una ocasión, la ataron con una bandera a la espalda, la envolvieron con otra y la exhibieron como si fuera un trofeo. Además, reportaron que Thunberg permaneció esposada mientras sufría estas agresiones.
Condiciones físicas y sanitarias durante el encierro
En un informe diplomático publicado por The Guardian, autoridades suecas consignaron que Thunberg informó a su embajada sobre deshidratación, falta de acceso a agua y alimentos, y la aparición de erupciones cutáneas que atribuyó a chinches. La activista también relató que debió permanecer sentada durante horas sobre superficies duras, sin acceso adecuado a atención médica.
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Otras personas detenidas confirmaron que los custodios interrumpían el descanso nocturno con perros, lo que provocó privación del sueño. Algunos denunciaron haber estado expuestos al sol por más de cuatro horas mientras permanecían esposados.
Relatos del resto de la tripulación
Los cerca de 470 tripulantes de la Flotilla denunciaron actos similares. El profesor turco Hasmet Yazici señaló que el trato recibido en prisión resultó más agresivo que el que enfrentaron durante el abordaje de la nave en aguas internacionales.
La activista Ayçin Kantoglu mencionó que estuvieron sin alimentos por lapsos de hasta 40 horas. Según su testimonio, los custodios les indicaron que, en ausencia de agua potable, debían hidratarse con el agua de los baños. En algunos casos, les negaron el acceso a medicinas esenciales.
Violaciones procesales y actos de humillación
El grupo jurídico Adalah reunió testimonios de 331 personas. Estas declaraciones revelaron que muchas audiencias judiciales se realizaron sin presencia de defensa legal y que los abogados esperaron hasta nueve horas para ver a los detenidos. Algunos relataron que los obligaron a desnudarse en repetidas ocasiones durante registros físicos, incluso revisando sus dientes.
Paolo Romano, consejero italiano, relató que los soldados forzaron a los detenidos a arrodillarse bajo amenaza con armas, mientras proferían insultos. También dijo que algunos permanecieron esposados durante 16 horas seguidas.
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Reacciones e investigaciones internacionales
El Ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, difundió un video en el que insultó a los activistas, a quienes llamó "terroristas" y seguidores de "asesinos". En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Turquía confirmó que la Fiscalía de Estambul inició una investigación por tortura, privación de libertad y detención ilegal de medios de transporte.
Organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch pidieron una investigación independiente ante las acusaciones por tratos crueles, inhumanos y degradantes, además de posibles violaciones al derecho internacional humanitario.
VGB