El deterioro en las relaciones entre ambas poblaciones se ha profundizado desde el ataque del 7 de octubre de 2023. Una encuesta de la Universidad Hebrea de Jerusalén (agosto de 2025) mostró que 62% de los israelíes considera que “no hay inocentes en Gaza”, cifra que asciende a 76% entre los israelíes judíos.
Corey Gil-Shuster, académico de la Universidad de Tel Aviv y creador de la serie The Ask Project, explicó a DW que esta visión refleja una preocupante “falta de empatía”, incluso hacia niños, enfermos y ancianos. Para Khalil Shikaki, director del Centro Palestino de Investigación en Política y Opinión, ambas sociedades han llegado a un nivel de deshumanización “casi total”.
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¿Existen condiciones para un proceso de paz?
Pese al escepticismo, Shikaki considera que la confianza no necesariamente debe preceder al diálogo. Señala que un proceso político serio, acompañado por actores externos —como Estados Unidos o los Estados árabes—, podría abrir la puerta a un acuerdo.
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En mayo de 2025, encuestas en Gaza y Cisjordania mostraron que 69% y 88% de los palestinos, respectivamente, no creen que Israel se retire de Gaza aunque Hamás entregue las armas. Aun así, una solución de dos Estados sigue apareciendo en los sondeos, aunque con escaso apoyo: solo 21% de los israelíes judíos se manifestó a favor este año, según la Universidad de Tel Aviv.
¿Qué aprendizajes ofrece Irlanda del Norte?
Gary Mason, experto en resolución de conflictos y director de Rethinking Conflict, compartió con DW que el caso norirlandés demuestra que el acercamiento es posible incluso tras décadas de violencia. Aunque advierte que un proceso de paz en Medio Oriente podría tardar entre cinco y diez años después de un eventual alto al fuego, insiste en que se requiere “dar a la gente una visión” de lo que podría significar la reconciliación.
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En su comparación, Belfast en Irlanda del Norte aún mantiene muros que dividen comunidades, pero el ejemplo muestra que la separación territorial no es un obstáculo insalvable. Como subraya Mason: “Después de un conflicto, 27 años no es mucho tiempo, porque los recuerdos son muy intensos”.
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