El caso de Gisèle Pelicot en Francia ha trascendido las fronteras y se ha convertido en un emblema global en la lucha contra la violencia sexual y la sumisión química. El mediático juicio, que se extendió por meses (desde septiembre de 2024), reveló una década de abusos sistemáticos y fue catalogado como uno de los más impactantes de su tipo en la historia reciente de Francia.
Contexto: Gisèle Pelicot, una mujer que hoy es un ícono de la resiliencia, fue víctima de su entonces esposo, Dominique Pelicot, durante más de diez años. Los hechos se remontan a cuando Dominique comenzó a drogarla a escondidas con tranquilizantes mezclados en su comida y bebida, dejándola en un estado de inconsciencia (sumisión química).
Mientras Gisèle estaba inconsciente, Dominique Pelicot la violó inicialmente él mismo. Posteriormente, a través de foros en internet, organizó encuentros con decenas de hombres desconocidos para que abusaran de ella en su propio domicilio, documentando meticulosamente los crímenes con fotos y videos (más de 20,000 archivos fueron encontrados).
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La terrible verdad salió a la luz en 2020, cuando la policía sorprendió a Dominique Pelicot filmando por debajo de las faldas de una mujer en un centro comercial, lo que desencadenó la investigación y reveló los crímenes cometidos contra su esposa; siendo ella víctima de 51 hombres, incluido su marido.
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El juicio y las sentencias
El proceso judicial en Avignon juzgó a Dominique Pelicot y a otros 50 coacusados de edades comprendidas entre los 26 y 74 años, quienes participaron en las violaciones.
El tribunal dictó las siguientes sentencias:
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- Dominique Pelicot, el principal responsable de los abusos y organizador de los encuentros, fue condenado a 20 años de prisión, la pena máxima contemplada por la justicia francesa en casos de violación. También fue hallado culpable de intento de violación con agravantes contra la esposa de uno de los coacusados.
- Los otros 50 coacusados fueron reconocidos culpables de violación o agresión sexual, con penas que oscilaron entre los 3 y 15 años de prisión.
La condena del exmarido a la pena máxima fue considerada una victoria, aunque las sentencias menores a las solicitadas por la fiscalía para el resto de los acusados generaron decepción e indignación en parte del público y los activistas feministas.
Todo esto fue en diciembre de 2024, cuando un tribunal francés lanzó las condenas.
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El regreso
Este lunes 6 de octubre y ello porque Husamettin Dogan, uno de los 51 acusados, impugnó la sentencia. “Parecía muerta”, fue lo que Dogan respondió cuando se le preguntó cómo es que había visto a Giséle cuando fue a casa de ella a utilizarla sexualmente.
Este hombre apareció más de 100 veces en los archivos digitales que encontraron al que fuera marido de Giséle, Dominique Pelicot. En fotos y videos se le vio abusar sexualmente de la mujer; cuando se los mostraron -al acusado- no tuvo más que aceptar lo que hizo.
Un símbolo para la sociedad
Gisèle Pelicot tomó la valiente decisión de permitir que el juicio fuera público, mostrando su rostro y contando su historia. A la salida del tribunal, afirmó no arrepentirse de su decisión, pues deseaba que la sociedad fuese testigo de los debates y que "la vergüenza cambiara de bando", dejando de recaer sobre las víctimas para señalar a los agresores.
Su testimonio no solo brindó visibilidad a la violencia machista, sino que también impulsó el debate sobre la sumisión química y los fallos en el código penal francés, exigiendo cambios en las leyes y en la educación para que la sociedad aprenda a identificar y condenar la violencia.
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